Jungkook se dejó caer en el último asiento del autobús, agotado después de un largo día de trabajo. Apenas se acomodó, se colocó los audífonos, dejándose llevar por el sonido monótono de las noticias que apenas escuchaba. Cerró los ojos, confiando en que su cuerpo lo despertaría justo a tiempo para bajar en su parada habitual.
El vaivén del autobús lo arrulló, y pronto cayó en un sueño profundo. No fue hasta que sintió un dolor agudo en el pie que despertó sobresaltado. "¡Ay!", exclamó, frotándose el pie y mirando alrededor confundido. Alguien le había pisado sin querer mientras pasaba por el pasillo. En su sorpresa, se dio cuenta de que ya había pasado su parada.
"¡Maldición!" murmuró para sí mismo, levantándose de golpe. Se abrió paso entre la multitud del autobús, empujando a algunas personas sin querer mientras intentaba llegar a la puerta. Finalmente, logró bajar en la siguiente parada, la ruta 4.
Afuera, el frío de la noche lo golpeó de inmediato. Suspiró, abrumado por el cansancio. "Qué día...", pensó. Pero antes de que pudiera reaccionar, sintió un tirón en su bolsillo. Giró la cabeza justo a tiempo para ver a alguien corriendo con su celular.
"¡Oye!" gritó, comenzando a correr tras la silueta que se desvanecía en la oscuridad. La persecución se extendió por varias calles. A pesar de su agotamiento, Jungkook no iba a dejar que le robaran sin luchar. Finalmente, en un callejón, logró alcanzar al ladrón. Con un último empujón, lo agarró por la capucha, jalándolo hacia atrás.
"¿Estás loco?" espetó, girando al chico para mirarlo de frente. Pero lo que vio lo dejó sin palabras. El chico era joven, más bajo que él, con cabello despeinado que caía sobre su rostro pálido y delgado. Tenía los ojos grandes, pero llenos de miedo y vulnerabilidad. Jungkook podía ver el desgaste en su rostro: la ropa vieja y sucia, las ojeras profundas, y algo en su mirada que no era de un ladrón común, sino de alguien desesperado.
"Lo... lo siento..." tartamudeó el chico, sin poder sostenerle la mirada.
Jungkook, que había estado preparado para recriminarlo, se quedó en silencio por un momento. El cansancio en los ojos del muchacho lo conmovió de una manera inesperada. Bajó el tono, soltando su agarre.
"¿Tienes hambre?" preguntó, sin pensarlo demasiado.
El chico, sorprendido, lo miró confundido. "¿Qué?"
Jungkook suspiró. "Vamos, te invito a comer algo. No puedes seguir así."
El chico, aún asustado, asintió lentamente, sin decir una palabra más. Mientras caminaban hacia un pequeño restaurante cercano.
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_Nueva historia!!
Bueno no tengo anda mas que decir así que, GRACIAS POR LEER!!!
JEJEJE
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Parada 4
FanfictionQuien iba a decir que tomar una parada de más le cambiaría la vida.