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Capítulo 37 El falso joven maestro de una familia adinerada obligó a un hombre pobre y rudo (37)

"Bebé, ¿está delicioso?"

Akino salió del baño, su corto cabello negro todavía goteaba agua.

"¿Por qué no te limpias el pelo?"

Cuando Luan Yue lo vio, se levantó del sofá, sacó la toalla medio mojada que tenía alrededor del cuello, se la puso en la cabeza y la frotó un par de veces.

Akino sonrió y no dijo nada.

Luan Yue no hizo más preguntas. Se dio la vuelta, sacó el secador de pelo del dormitorio, lo enchufó y acercó a Qiuye para que se sentara frente a él.

Mientras se secaba el pelo.

Mientras lee.

"Si enciendes el aire acondicionado en casa y no te secas el cabello, sufrirás un resfriado".

Akino cruzó las piernas.

Deje que Luan Yue mueva su mano sobre su cabeza.

Entrecerró los ojos, puso las manos en las rodillas y sonrió: "Quiero que me lo limpies. Además, no tengo miedo aunque me resfríe. ¿No me sigues cuidando?".

Luan Yue: "..."

Luan Yue quería reír de nuevo, pero también sintió que se trataba de un tema serio y quería educar a Qiu Ye.

Pero también sabía que no importaba cuánto hablara con Akino, Akino no escucharía. Sus palabras eran ásperas y a veces sucias, pero cuando caían en los oídos de este joven maestro, todo se filtraba automáticamente.

no importa.

De todos modos, con él cuidándolo, el joven maestro puede ser tan voluntarioso como quiera. Después de todo, el joven maestro ha perdido a sus padres y ahora es el único que queda si el joven maestro todavía quiere ser sensato. frente a él, entonces ¿de qué sirve tenerlo como novio?

Luan Yue se convenció a sí mismo en unos momentos y se tragó la reprimenda que llegó a sus labios.

9958 está sentado en una mecedora.

Granos de nuez en la mano izquierda y leche de nuez en la mano derecha, sacudiendo la cabeza mientras observaban esta escena.

Tsk.

Pobres dioses.

Realmente fue devorado hasta la muerte por su padre.

"Aún no me has respondido. ¿Ese bocadillo está delicioso? Le pregunté a la empleada y me dijo que es un éxito en su tienda".

Akino levantó la cabeza.

Mire al hombre rudo con una corta barba en la barbilla.

"No he comido todavía. Quiero esperar hasta que terminen de ducharse para comer juntos". Luan Yue bajó la cabeza y quiso seguir secándose el cabello.

Quién sabe que después de escuchar esto, Qiuye se deslizó del sofá en un instante, tan rápido que antes de que Luan Yue tuviera tiempo de hablar, ya había agarrado la bolsa de papel de la mesa y se apresuró a volver a sentarse.

Sacando la caja transparente que contenía galletas de arándanos, Qiuye quitó el sello, sacó dos galletas, se dio la vuelta y se las entregó a la boca de Luan Yue.

"Pruébalo".

Los ojos del joven maestro estaban brillantes.

Las manos también eran blancas y delgadas, y Luan Yue estaba tan fascinado con ellas a pesar de que no estaban controladas por las manos. Incluso sintió que quería probar el sabor de los dedos del joven maestro más que las dos galletas.

(MTL) Viaje rápido: los dioses fueron obligados nuevamente por un anfitrión locoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora