Llegué a la dirección lo más pronto que pude, baje del auto mientras en mi sangre solo habia deseo de matar a ese maldito.
Tumbe la puerta del lugar, estaba oscuro y frío, un mal lugar para tener a mi hijo.
Juro que mataré al responsable de esto.
Saque mi celular encendiendo la linterna intentando buscar alguna señal de vida pero todo parecía demasiado tranquilo que daba mala espina.—¡Damián!— grité intentando escuchar alguna respuesta pero no obtuve ninguna señal.
¿Se abran ido? Tarde demasiado tiempo para venir. Mierda.
—¡Mmmf...mmmf!— escuché una voz chillante lejos de mí.
Sonreí al escuchar la voz de mi hijo.
Llegué a tiempo, todo está bien. —¡Sigue gritando!— hablé fuerte, él siguió mis instrucciones y siguió hablando con cierta dificultad pero eso no detenía mi búsqueda.Levanté más linterna de mi celular cuando los sonidos de frustración de mi hijo se hicieron más intensos, corrí al mirar una pequeña bolsa de basura.
Deje mi celular por un lado y corté rápidamente la bolsa con mis manos y ahí estaba mi hijo, con su rostro rojo y una venda en su boca.
En sus ojos se notaba el miedo que tenía, su cabello alborotado y toda su preciosa cara sucia.—Estas aquí.— sonreí aliviado quitándole la venda de la boca tomándolo entre mis brazos abrazándolo algo fuerte pero no tanto como para lastimarlo.
—Papi...— susurró para derretirse en llanto sobre mi hombro, no pude contenerme tampoco y empecé a llorar mientras acariciaba su cabello. —Ya paso, todo está bien, papá está aquí.— murmuré bajando mi mano hacia su espalda acariciándolo para que se sintiera seguro.
Estoy aquí, nadie le hará daño. —¿Dónde está la persona que te hizo esto?— murmuré tomando mi celular para levantarme con él en mis brazos, todavía aferrado a mi cuerpo.
—Se fue, dijo que me dejaría aquí solito.— zollo contra mi pecho mientras yo seguía caminando hacia la salida.
—¿Así que él se fue?— apreté la mandíbula al recordar que no pude vengarme de quién hizo esto. Bastardo, juro que lo encontraré y le reventare la cabeza hasta matarlo para después ir al bosque para enterrarlo ahí.
—Sí.— se aferró más a mi pecho. Solté un suspiro para comenzar a caminar hacia la salida para después ir hasta el hospital nuevamente.
Estoy seguro que ah ___ le encantará ver a su hijo de nuevo y sirve que le hacen una revisión a Damián para segurarme que todo está bien.
Llegamos al hospital y les pedí una revisión para mi hijo, se lo llevaron las enfermeras y yo entre a ver a mi esposa que ya se encontraba mejor.
—Hola...— susurré suavemente sentandome a un lado de ella.
—¿Jaekyung?— me pregunta abriendo los ojos.
—Si, corazón, soy yo.— dí un beso sobre su frente haciendola sonreír. —¿Cómo le sientes?— le pregunto tomando su mano acariciandola con cuidado para no quitarle ninguna de las mangueras que le pusieron los doctores.
—Me duele todo.— se quejó para después mirarme a los ojos con una mirada triste. —¿Ya sabes dónde está Damián?—me pregunta con esperanza.
Asentí con la cabeza.—Damian está aquí, le dije a las enfermeras que le hicieran una revisión, pero ya está aquí con nosotros.
Ella sonrió y me abrazó, respondí el abrazo con mucho cuidado y cariño.—Nuestro hijo está aquí.— hablo ella llena de emoción abrazándome más fuertes.
—Sí, todos estamos bien.— acaricié su espalda con cariño, pero ella se separó haciendome sentir confundido ante su repentino acto.
—El bebé...
Arqueo una ceja.—¿El bebé? ¿Que hay con....?— no terminé la frase cuando la respuesta llegó a mi mente por si sola.
Él bebé murió, Heesung mató a mi hijo.Los ojos de ella se pusieron llorosos haciendo que mi corazón se destrozará completamente al verla.—El bebé está en un lugar mejor ahora.— murmuré para volverla a abrazar.
Sentía su corazón destrozado junto el mío, verdaderamente soñabamos con ese bebé, con que Damián tuviera a alguien con quién jugar, alguien que nos despertará a media noche pidiendo su biberón. —¿Es mi culpa?— murmura ____ con los ojos llenos de lágrimas haciendo que unas lágrimas también caigan de mis ojos sobre mis mejillas al escuchar su pregunta, rompiendo más nuestros corazones ante la perdida.
—No, nunca será tu culpa.— le di un beso sobre su cuello mientras la seguía abrazando.— mira el lado bueno, estás aquí, yo estoy aquí, Damián está aquí, todos estamos aquí.
Soltó un zollo y se separó del abrazo.—¿Que le diremos a Damián? El quería a su hermano.
Esa pregunta retumbó más a mi corazón.—Pensaremos en algo, por ahora tu descansa.— me levanté de la camilla.—Voy a ver cómo está Damián.
Solo asintió con la cabeza limpiándose las lágrimas, le dedique una sonrisa triste para después salir de la habitación y dirigirme a dónde se encontraba mi hijo.
ESTÁS LEYENDO
Casada con Jaekyung
Fanfiction- ¡Soy tu esposa! - grité. - ¡Y por eso te debes comportar como tal! - también me gritó.