ENEMIES (Libro1- Minsung)

Rescate

Capitulo 10

El sonido de los profesores llamándolos desde la distancia fue lo primero que escucharon después de días de estar perdidos. Minho y Jisung se miraron, sus rostros cansados, sucios, pero aliviados. La pesadilla en el bosque por fin terminaría. Sin embargo, aunque el rescate debería haber sido un final feliz, ambos sabían que lo que había pasado entre ellos no desaparecería tan fácilmente.

Al ser encontrados, los llevaron de vuelta al campamento, donde fueron recibidos con una mezcla de regaños y preocupación. A pesar del caos a su alrededor, ninguno de los dos dijo una palabra más de lo necesario. Sus miradas apenas se cruzaban, como si temieran que, al hacerlo, todos descubrirían lo que había ocurrido en la cueva. El peso de esos días juntos, de las confesiones y del contacto físico, seguía entre ellos, silencioso y denso.

[...]

El regreso a la vida normal fue un golpe. En la escuela, las cosas parecían iguales, pero entre ellos, algo había cambiado. Las peleas que habían sido una constante se desvanecieron, dejando un vacío incómodo en su lugar. La tensión era insoportable, pero ninguno se atrevía a romper el silencio que ahora los envolvía.

Las semanas pasaron, y aunque ya no discutían, la incomodidad seguía ahí, flotando en cada interacción. Jisung notaba que Minho seguía siendo el mismo de siempre con los demás. Coqueteaba con chicas, salía con sus amigos, y actuaba como si nada lo afectara. Pero para Jisung, era imposible ignorarlo. Cada vez que lo veía con una chica, ese dolor en su pecho crecía un poco más. Aunque trataba de actuar indiferente, cada sonrisa coqueta de Minho hacia alguna chica lo hacía sentir más furioso.

Minho, por su parte, no podía dejar de observar a Jisung. Había algo en la forma en que evitaba su mirada, en cómo apretaba los dientes cada vez que lo veía con una chica. Pero lo que más lo molestaba era que Jisung no hacía nada al respecto. Minho esperaba que lo confrontara, que le gritara como solía hacerlo. Sin embargo, Jisung permanecía en silencio, y eso lo volvía loco.

__Te veo más callado últimamente __comentó Changbin un día mientras almorzaban juntos__. ¿Tú y Jisung ya no se odian o qué?

El azabache se encogió de hombros, intentando parecer despreocupado.

__No hay mucho que decir __respondió, aunque su mente estaba a kilómetros de distancia, recordando los momentos que compartieron en el bosque.