Capítulo 5 "No puedo estar sin ti".

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Las cosas para nosotros iban mucho mejor. Habían pasado dos meses desde que Mich despertó. Rapidamente se regó la voz de que Michael Stevens había despertado del coma. Poco a poco sus antiguos amigos vinieron a visitarlo.

Yo me quedaba en casa, ahora que mamá estaba trabajando me dijo que podíamos coger él poco de dinero que quedaba en la cuenta. Ella quería que arrendara un local y abriera una pequeña cafetería. La idea sonaba bastante bien, aparte de que estuve mirando unas opciones y vi que uno tenía buena posición al público porque a una cuadra estaba un instituto. Así que después de pensarlo mucho, lo decidí. Hice toda la gestión, con mucho esfuerzo y dedicación aprendí a hacer pasteles, postres, bebidas y otras cosas que iba a ofrecer.

Karla, una antigua compañera en la fundación, me llamaba de vez en cuando. Ella era esa compañera que cada vez que planeaban una salida en grupo siempre me invitaba, pero yo me negaba. Dos semanas atrás había habido recorte de personal, por lo que ahora se encontraba sin trabajo. Aproveché su llamada y le conté de la cafetería y me dijo que sí. Así que aquí estábamos las dos, organizando el local, lo habíamos pintado de un color crema. El lugar no era pequeño, pero tampoco espacioso. Cabían unas cuantas mesas, sin embargo, era suficiente porque apenas estábamos comenzando.

—¿Cuándo crees que podamos abrir al público? —preguntó mientras terminaba de organizar unas cosas en la cocina.

—Creo que el sábado. Aún falta comprar muchos ingredientes. Y el muchacho donde mandé a hacer la carta no me ha enviado el modelo, dijo que hoy por la tarde lo haría.

—"The Good Coffee" abre sus puertas al público —dijo Karla—. Eso sería genial. Debemos tener una página en Instagram para promocionar el local. Sí quieres puedo encargarme.

—Sí, hazlo.

Cuando el reloj marcó las seis de la tarde, ya habíamos terminado de organizar y limpiar. Estaba todo listo. Lo único que faltaba era que me entregaran las cartas del menú y comprar todo lo necesario para hacer las recetas.

—Me voy. ¿Nos vemos mañana a las siete menos cuarto?

—No, mañana iré a comprar lo que hace falta, así que ya nos vemos el viernes.

—Vale. —Karla se subió en su motocicleta y se marchó.

Cerré el local y al salir encontré a Nick. Lucía despreocupado. No había hablado con él desde esa noche en que me trató horrible, no porque yo no hubiese querido, sino porque él era quien me evitaba, yo me había cansado de buscarlo, de prácticamente suplicarle que me perdonara por lo que había sucedido, pero él solo me había ignorado para irse con una mujer de la empresa en la que estaba trabajando.

Nick era socio en una compañía de bienes raices. No supe cómo se asoció con Charles Davis, ni en qué momento sucedió todo, sino cuando ya él estaba yendo a la compañía, porque le dijo a Mich que presentara su currículum para el cargo de agente inmobiliario, que allá se encargarían de hacerle un inducción y enseñarle todo lo requerido, así que mañana era su primer día de trabajo. Eso era algo que le agradecía inmensamente a Nick, porque siendo honesta, Mich lo necesitaba.

Sus ojos me contemplaron. Ninguno de los dos dijo nada, yo, por mi parte, no estaba dispuesta a aguantar otra humillación, ya él me había dejado claro que no quería nada conmigo. Pero mi pregunta era: ¿Qué hace aquí? Decidí hacer lo que creí correcto. Pasé por su lado con dirección a mi auto, pero entonces Nick sostuvo mi mano. Sin pronunciar palabra, tiró de mí haciendo que chocara contra su cuerpo y me abrazó. Traté de soltarme, sin embargo, no lo logré.

—Suéltame, Nick —dije revolviéndome en sus brazos—. Ya me dejaste más que claro que estás con otra persona.

—Ella no eres tú. Y tú sabes que me necesitas de la misma manera en la que yo te necesito a ti. —Sostuvo mi mentón para que lo mirara a los ojos—. ¿O me lo vas a negar?

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⏰ Última actualización: Oct 13 ⏰

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