Capítulo 3: Sentimientos

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La mansión vacía lo llevaba de vuelta a los primeros días en los que para él no existían ni la abogada, ni el chef, ni la influencer, ni siquiera los fantasmas, bueno, los últimos sí que existían al menos eso lo pudo comprobar desde el día en que Peach llegó a alborotar todo con su live. Ante el sentimiento de añoranza que se instalo en su pecho, no le quedo más que sonreír, si le preguntaran, haría todo exactamente igual para que el chef irrumpa en su vida, solo cambiaría una cosa, el día de su accidente. Probablemente le rezaría a Buda para que aún sin esa causa, Peach conservará su don de ver fantasmas y arruine sus ventas.

Una motocicleta sonó distante y no pudo evitar dirigir sus pensamientos hacia Ride, el motociclista fantasma, ahora realmente lo entendía, pero por lo menos, él aún podía comunicarse con el chef, era capaz de verlo. Home, no lo admitiría en voz alta, pero amaba ver dormir a Peach, desde que en más de una ocasión tuvo que compartir cama con él, se descubrió a sí mismo resguardando su sueño, embelesado en la expresión vulnerable que le era regalada, no era diferente esta noche. El heredero, analizo cada centímetro del rostro contrario como queriendo guardarlo en su memoria, los sentimientos que crecían en su pecho parecían no querer entender su situación, menos cuando el puchero que lo apuntaba despertaba en él cierto deseo que se sentía demasiado incorrecto. Odio ser fantasma en el momento que trato de acariciar las suaves mejillas y no logró el contacto que quería.

―Home, duerme ―La voz adormilada del menor lo asustó y trato de cubrirse con la manta, volviendo a fallar.

― Soy un fantasma, no creo que necesite dormir ― respondió tratando de recuperar la compostura ¿se podría sonrojar? ¿lo notaría Peach? y  ¿si el chef lo odiaba y desaparecería para siempre? Home estaba hundido en sus cavilaciones, sin lograr responderse a sí mismo.

― ¿Cómo moriste? ― el chef lo saco de su trance con esa simple pregunta, Home trato de hacer memoria, sin embargo, los acontecimientos nunca llegaron a su memoria. Mientras Peach, aún trataba de que el coraje llegará a él, era una pregunta de la que no quería la respuesta, a pesar de que la necesitaba, algo en dentro de sí temblaba, si Home recordaba y trascendía, no sabría que hacer, al menos en ese momento podían compartir una conversación casual, por primera vez agradeció poder ver fantasmas.

―No lo sé, lo último que recuerdo es que mi tío me perseguía y estaba con Sudarech ¿Por qué lo preguntas ahora?

―No tienes ninguna marca que me indique como lo hiciste. Normalmente podía ver en los demás su causa de muerte, pero tú, supongo que eres tú hasta en esta condición. ―Peach escaneo el rostro contrario, con ninguna herida visible, maldito Home, era guapo hasta convertido en fantasma. Trato de acercar su mano logrando sentir un cosquilleo en su palma cuando la poso en la mejilla contraria, el heredero parecía demasiado entusiasmado en ese momento, pero no entendía por qué, acarició casi imperceptiblemente, aprovechando la tranquilidad del contrario ante su toque, sus ojos posándose en los labios rosas que formaron una media sonrisa. No podía, Home seguramente lo odiaría.

―De verdad me veo igual que cuando estaba vivo

―Ujum

―Quizá me enveneno y por eso no lo ves ― Home formó un puchero decepcionado cuando la mano que lo acariciaba fue retirada de su lugar.

―Cómo podría ser posible ― Peach aún podía sentir hormiguear su mano, por lo que la frotó en la manta para calmarlo un poco. Su corazón latiendo a un ritmo desenfrenado, no pudo evitar sonreír, si Home no lo estuviera viendo con tanta atención en ese momento, estaría rodando bajo las cobijas, pero se limito a suspirar profundo para aliviar sus sentidos, ignorando que la persona a su lado no estaba en mejores condiciones que él.

El ruido en el pasillo les recordó a los dos que estaban allí con una misión en específico, encontrar a Sudarech, menos mal que ni los tíos de Home habían podido lograr ocupar aquella mansión por los ciudadanos enfurecidos que se instalaban fuera de esta. Situación, que los ayudo a ingresar sin ningún problema, sumada a que los empleados de la casa estaban muy familiarizados con el chef, por lo que no pusieron ningún tipo de resistencia cuando les comunico que esperaría al guardaespaldas. Peach, observo por la mirilla antes de salir y encontrar a la pobre ama de llaves que seguía tirando carteles y limpiando paredes que pedían por la cabeza de la familia Vimarnsukmun.

― El señor Home debe estar bien si está con Sudarech, cuando vuelva espero que toda esta gente sin oficio regrese a su casa.

Peach no encontró las palabras para avisarle a la ama de llaves que ya no tendría que preocuparse por el regreso de su jefe. Pero, la esperanza que también guardaba sobre Home, le impidió informarle la verdad.

―También espero que lo hagan

―Sabe cuando al señor Home se le mete algo en la cabeza, es más fácil quitarle la cabeza que la idea, ese día salió tras su tío, con la señorita Kan, normalmente volvería a casa enseguida si no estaba con usted y su hermana, pero no regreso, por eso me emocione mucho cuando lo vi, creí que vendrían juntos. Que él está bien ― El llanto repentino de la ama de llaves confundió a Peach ― el señor Somkid, dijo que estaba muerto, que choco en su auto, pero no trajo su cuerpo, nosotros nos negamos a dejar la casa mientras no vuelva su cadáver porque sabemos que está bien. Yo sé que Home volverá a casa.

Peach en medio de su confusión trato de consolar al ama de llaves, pero él mismo quería llorar, Home estaba muerto, al menos la presencia de su fantasma que miraba melancólico la escena, se lo confirmaba, quería decirle que efectivamente fueron juntos a la mansión, pero temió que solo empeoraría el panorama, también deseaba decir que en efecto Home regresaría a casa, pero eso parecía demasiado inverosímil, dados los hechos. Home lo llamo cuando vio el auto de su tío estacionar en la parte posterior de la mansión, sintiendo sus nervios crisparse cuando la puerta se abrió.

Afortunadamente uno de los manifestantes que se había colado por el lugar, lo detuvo, dándoles tiempo de salir lo más rápido posible de la mansión.

―No espere que el encuentro con mi tío, fuera tan grato, rio Home cuando dejaron de correr.

―Eres un idiota

―Quizá ― volvió a reír y esta vez Peach lo acompaño, logrando que cierta emoción vibre dentro de su pecho ―Tú lo dices siempre, por lo que debe ser cierto.

―Y ¿si dijera que creo que me gustas?

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⏰ Última actualización: Nov 18, 2024 ⏰

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