THIAGO
¿Qué coño le pasaba? Primero, pasaba de mí. Después, se besa a un tipo delante de mí. Joder, ¿tanto había cambiado? Igual me dio un pinchacito de celos. A lo mejor.
No te lo crees ni tú
Había ido a comprar y siempre pasaba por ese edificio. Al parecer, ahora vivía allí. Lo peor es que me vio. Y automáticamente agarró al tipo por la camisa y lo besó. ¿Pretendía ponerme celoso? No la entendía. Nada de ella era como antes. Me dolió que no le hubiera costado olvidarme. Pensé que en su momento también le gusté. Yo también había tenido otras relaciones, pero nunca terminaban de funcionar. Porque no podía olvidarla, maldita sea. ¿Podría dejarla ir?
No
Corrección: Necesitaba una explicación. Necesitaba que me dijera la verdad de una vez y que dejara de huir.
Decidí salir a correr para despejarme un poco. Aunque normalmente me funcionaba, esta vez fue diferente. Frustrado, me di una ducha rápida y me tumbé en el sofá a dormir.
Abrí los ojos y me levanté de golpe al ver la hora. Era tarde, mierda.
Hoy es sábado, idiota
Ah, es verdad. Bueno a seguir durmiendo.
Si os lo preguntaís, no, no dormí más. Simplemente no pude. Bostezando, fui a hacerme el desayuno y salí a caminar. Total, no tenía nada más que hacer. Compré pan y volví al piso. Vaya susto me llevé cuando descubrí, que no era el único allí. Sin contar a Thor, claro. Abrí la puerta y casi se me cae el pan de las manos. En el sofá, estaba Eric, mi mejor amigo de toda la vida. Pero a veces me daba unos sustos de cojones, el cabrón.
- ¡Joder, Bro qué susto! – se rió - ¿Podrías avisarme antes de venir a mi casa, ¿no? – negué con la cabeza. Siempre hacía lo mismo
- Sí, podría... -
- ¿Y? –
- Pero me da pereza – me sonrió y yo me reí
- ¿Qué tal, Eric? – dije girándome para colocar las barras de pan
- Bien – lo conocía también que sabía que quería algo, si no, me habría contado su vida entera desde su nacimiento.
Me giré para mirarlo
- ¿Qué pasa? – enarqué una ceja
- Te quería proponer un plan bastaaante entretenido – lo miré esperando a que hablara – Un dos pa dos – sonrió con inocencia
Alcé las cejas
- ¿Por qué me lo preguntas a mí? –
- Vamos, llevas sin tener nada tres años. Eres guapo, si te lo propusieras, tendrías sexo todos los días. Tienes que disfrutar de los placeres de la vida –
- Tengo cosas más importantes que hacer –
- Por favor. Es una chica que conocí un día que fui contigo de fiesta – lo miré extrañado – Tiene una amiga y quiere... - hizo un gesto sugerente y continuó – contigo
- Pues que siga queriendo –
- El problema, es que la mía no quiere si su amiga no lo hace también. Mira – sacó su móvil y me enseño una imagen de una chica bastante atractiva – Es su amiga, ¿está buena, ¿eh? –
Lo pensé por unos segundos. No tenía nada mejor que hacer y la chica no estaba nada mal... No pasaría nada por divertirme un poco, ¿no?
-Vle – acepté
- Te quiero, bro – me reí
Faltaba media hora para que vinieran las chicas y... no teníamos condones. Si lo sé, éramos unos idiotas. Tuvimos que ir a comprar una caja corriendo y volver. Diez minutos después tocaron la puerta. Eric abrió y yo me quedé sentado en el sofá.
-Hola, princesa. Sí, sí, claro está en el sofá. Te va a encantar –
Entraron al salón y la chica me saludó al igual que su amiga. Después de un rato, Eric y "su chica" se metieron al baño a hacer Dios sabe qué y yo me quedé solo con la chica. No hablaba así que decidí hacerlo yo.
- ¿Así que te parecí guapo, princesa? – Se sonrojó
- Sí, bueno... Yo... - la corté besándola.
La tomé de la nuca, para hacer el beso más profundo. Poco a poco se fue recostando en el sofá y yo me puse encima de ella le besé el cuello y las clavículas. De repente se oyó un gemido desde el baño, pero los dos lo ignoramos. La que siguió fue ella, gimió bajito cuando lamí y mis dientes rozaron su piel. Me acarició la espalda y el pelo. Arqueó la espalda y aproveche para desabrocharle el sujetador. Toda nuestra ropa acabó en algún rincón, esparcida por el suelo. Ella procedió a hacer "artes bucales" hasta que consiguió que me corriera. La tumbé en el sofá y me coloqué un preservativo.
-Vamos, Thiago –
Me introduje lentamente y soltó un suspiro. Bien. Empecé a ir más rápido y ella se aferró fuertemente a mi espalda. Gimió de nuevo. Manoseé sus senos y eso la excitó aún más. Después de un rato, terminamos y se durmió a los cinco minutos
-Que guapa que es -
- Es la quinta vez que lo dices – suspiré
Era Eric, si, el mismo Eric por fin había sentado cabeza con la chica de la otra noche. Yo, por otro lado, no había vuelto a hablar con su amiga. Antes de irse, me dijo que no quería nada y me ahorré tener que decírselo yo.
-Porque lo es – sonrió
- Que cursi – puse los ojos en blanco
- Eh, se llama amor, un respeto – me miró un momento, antes de sonreír – Por lo menos yo tengo – que hijo de puta, el era el único que sabía lo de Ellie
- Que te den –
- Ya lo han hecho – se empezó a reír y por consiguiente, yo también.
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Dime que me quieres
RomanceEllie y Thiago son amigos desde pequeños, pero un día, de la nada Ellie se va. Sin decir nada. Sin dar explicaciones. Thiago no entiende nada, pero consigue seguir adelante. Pero están destinados a volver a encontrarse. ¿Que pasará? Lee y descúbrelo