Regreso

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Llegamos a Estambul muy temprano, no le habíamos avisado a nadie exactamente cuando iríamos, solo le habíamos dicho a mi abuelo que sería esta semana.

Estábamos ansiosos por presentar a nuestra hija, pero teníamos claro que la relación con ellos sería bastante limitada. No permitiríamos que interfiera en cómo la estamos criando, ellos no son precisamente en mejor ejemplo de padres o incluso abuelos.

Con los que sí trataríamos algo más sería con mi Fuat y Asuman, supimos que al fin habían podido concretar la adopción de un pequeño, después de tanto anhelar formar una familia. Ellos también se habían ido de la mansión, mi hermano habla montado una pequeña empresa que se especializaba en la reparación de antigüedades. Se había asociado con un amigo y Asuman, quien se encargaba del área administrativa.

Además de ese emprendimiento, todavía colaboraba con mi abuelo. Iba tres veces por semana a la oficina a chequear cómo iba todo. Me dijo que este mes se realizaría la auditoria anual, al que me habían pedido asistir, pero todavía lo estaba pensando.

Al salir del aeropuerto fuimos a nuestro hotel, nos instalamos y descansamos lo que quedaba de la mañana, luego almorzamos y rápidamente nos alistamos para ir a la casa de mi abuelo. Supimos que hoy estaban reunidos a pedido de mi abuelo porque iba a hacer un anuncio, así que ese sería el mejor horario.

-Estoy nerviosa, mi amor. ¿Cómo crees que se tomen nuestra llegada? ¿Cómo van a recibir a Masal? -me dijo Seyran, quien tenía a nuestra hija en sus brazos.

-No tienes que preocuparte, cariño. Ellos no nos pueden decir nada, nosotros hemos tomado nuestro propio camino y no dependemos de lo que ellos digan. Si quieren formar parte de nuestras vidas será bajo nuestras reglas. Nunca más nos dirán qué hacer. No voy a dejar que nadie ofenda a ninguna de las dos -le dije mientras las abrazaba.

Minutos después nos estacionamos frente al gran portón blanco y anunciamos nuestra llegada. Un muy sorprendido Mesut anunció por teléfono a Latiff que habíamos llegado. Una vez él dijo que podíamos pasar alcé a mi hija en brazos y le tomé de la mano a Seyran.

Entramos a la gran sala donde ambas familias estaban reunidos tomando té.

-Los reuní aquí hoy porque tenemos la visita de tres miembros de la familia que hoy vuelven. Esta mañana tuve la confirmación y por eso este encuentro fue de imprevisto -escuché que decía mi abuelo.

Fue entonces que los tres entramos y todos se dieron la boca abierta. Nuestras madres estaban en shock y los demás no sabían que expresión poner.

-Hola a todos -les dije.

Las primeras en venir hacía nosotros fueron mi madre y Esme, quienes nos abrazaron.

- ¡Hijo! ¿Por qué no me avisaste qué vendrían hoy? Es decir, esperaba que sea en estos días pero nunca me confirmaste cuándo -expresó mi madre.

-Gulgun, déjalos que pasen y luego haces las preguntas -le dijo mi padre acercándose.

-Orhan, no digas nada. Hace casi cuatro años que apenas veo a mi hijo y encima me entero por las noticias que tenemos una nieta -le contestó.

En eso Esme abrazaba fuerte a su hija y a nuestra pequeña. Kazim se mantenía detrás de todo y yo le mandaba una mirada de advertencia.

Mi hermano y Asuman nos saludaron y nos presentaron a su hijo, Emin, que más o menos ya tenía la edad de nuestra hija. Ellos automáticamente se llevaron bien, los pusimos un momento en el corralito que había en el otro salón con unos juguetes.

Mi abuelo nos llamó y nos pidió que contarámos cómo fue Seyran y yo nos reencontramos y lo que hicimos hasta este momento.

-Bueno, como saben, esa noche al salir de aquí huí de casa de mi padre. Tomé el dinero que había en su estudio y un par de joyas. Compré el primer vuelo que había, que fue a París, eso me ayudó a pagar la universidad y vivir hasta que encontré trabajo como profesora de piano de varias familias importantes. Estudié y trabajé hasta que dos años después me encontré a Ferit en un evento, coincidimos ahí y luego en un proyecto de mi universidad. Luego nos hicimos cercanos, nos dimos cuenta de lo mucho que nos amamos y decidimos estar juntos, poco después nos enteramos qué Masal venía en camino -contó.

-Cuando me fui de aquí me asocié con un amigo y trabajé, pero nunca dejé de buscarla, lo primero que hice fue eliminar los trámites de la anulación del matrimonio y contratar un investigador para saber de Seyran. Decidí establecerme en Estados Unidos hasta que la encontrara. Me tomó todo ese tiempo pero la encontré, ella me aceptó de nuevo y volvimos a usar nuestros anillos, también comenzamos a trabajar juntos mientras esperábamos el nacimiento de nuestra bebé. Ahora regresamos porque ya es momento que la conozcan -narré.

-También nos gustaría que celebren con nosotros su primer año, pero lo primero que deben saber es que no nos vamos a quedar demasiado tiempo en Estambul, y que si quieren formar parte de su vida será con varias condiciones -dijo fuerte y claro mi esposa.

Jewels, Dreams and LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora