Capitulo 3

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Narra Barracuda.

Hoy es la fiesta así que me puse mi mejor traje fui al lugar donde es y ví a las chicas, me acerque a dónde ellas y ví a Pato se veía tan hermosa.

-Bueno nena veni- le dije a Pato llevandomela a un lugar.

-¿Que querés?- pregunto.

-Bailemos si sos mi pareja tenés que bailar conmigo- dije.

-No, yo no quiero bailar con vos, yo soy tu pareja porque no tenía con quien venir- dijo y se fue.

En eso vino una chica rubia con ojos verdes, ella me miró y me dijo.

-¿Bailas?- pregunto la rubia.

-Si- dije y empezamos a bailar.

Narra Pato.

Vi a Barracuda bailando con una rubia peliteñida, estaba tan sonriente que me ardía la sangre de solo verlo con ella.
Yo soy su pareja no es estúpida.

-Barracuda- dije tocándole el hombro.

-¿Quien es esta?- pregunto la rubia.

-Esta tiene nombre y es Patricia- dije sería.

-nene, ¿Me podés decir quién es ella?- pregunto la chica.

-Soy su novia, veni mi amor- dije y me fui con Barracuda.

-Nena hiciste que la minita se me fuera- dijo.

-¿Te importa mucho?- pregunte con los brazos cruzados.

-No es tu bardo, no le pregunté el nombre- dijo.

-Sos un tarado- dije pegándole una bofetada.

-Calmate no me pegues- dijo sobándose el cachete.

-toma- dije pegándole otra bofetada.

El me beso, buscando mi lengua desesperadamente, yo le di entrada a mi boca y el me siguió besando recorriendo toda mi boca. Pegándose a mi, haciendo que su intimidad rosara con mi entrepierna. Empezó a jugar con nuestras lenguas, me mordió el labio, y busco mi lengua para subcionarla con sus labios. Se volvió a acercar a mi boca, metió su lengua y recorrió mi boca con desesperación. Mis manos tocaban su cabello mientras sus manos tocaban mi cintura. El seguia comiéndome la boca a su antojo, subió sus manos a mi cabello y me despeino mientras jugaba con nuestras lenguas.
El se separó y mordió el labio.
Sus labios estaban rojos y los míos hinchados, nuestro cabello despeinado.

-Veni, me vas demostrar porque estás celosa- dijo llevándome a un rinconcito.

-¿Por qué haces esto?- pregunté mirándolo a los ojos.

-¿Hacer que?- pregunto confuso.

-Me calentas para que me vaya con vos a la cama y después te borras- dije a centímetros de su boca.

-Pato, yo no soy asi- dijo separandose un poco de mi.

-Si sos así, no me calentes, después cometo el peor error de mi vida y quedo embarazada- dije empujándolo.

-Para eso existen los preservativos- dijo acercándose a mi boca.

-Eso no tiene nada que ver, tu no me querés, solo te acostas conmigo y disfrutas sin quererme. Dejame decirte algo Barracuda, ¡Yo no soy fácil!- grite.

-Shh no grites- dijo tapándome la boca.

Yo lo mire y lo empuje.

-¡Y si grito que!- grite.

-Te callo- dijo apretando su intimidad contra mi entrepierna.

-¡Cállame si podés!- grite.

-Si puedo, te juro que puedo- dijo apretando más fuerte haciendo que me moje toda.

-Ya me callo pero separate- dije a punto de abrirle las piernas para que me follara ahí mismo.

El se separó y  me dió un pequeño beso.

-Sos tan tarado que no tenes otra manera de convencerme para acostarme con vos, solo me seguís calentando- dije.

-Ya no te voy a calentar más de lo que  estás, te voy a dejar con las ganas- dijo llendose.

-¡Barracuda! ¡Barracuda! Cómo te vayas te mato- dije persiguiendolo.

-Chau Patito, me voy a mi casita a dormir. ¡Hasta mañana!- dijo llendose.

-Este tarado me dejó excitada- dije mordiendome el labio inferior.

-Pato, ¿A dónde vas?- pregunto Georgina.

-Voy al hogar- dije.

-Alla no hay nadie- dijo Jimena.

-Mejor, chau- dije y me fui.

Llegue al hogar y no había nadie, me dió tanto coraje que el estúpido de Barracuda me calentó y no me dió nada. Yo le dije que no pero ni me rogó.
De paso ahora estoy ardiendo tengo que hacer algo.
No voy a ir a su casa el me tiene que buscar, cuando vea a Barracuda lo voy a matar.
Mejor me duermo.

Al otro día.

Me desperté y ví a todas las chicas hablando. Baje al galpón y ví a todos los nabizos incluido Barra jugando pool.

-¿Que hacen aquí?- pregunte con los brazos cruzados.

-Yo los invite- dijo Patricio.

-No me importa, quiero que se vayan no soporto el olor a pescado podrido- dije mirando a Barra.

-Prefiero ser un pescado a una laucha- dijo entre risas.

-Mira nene, te vas, te vas ya- dije empujándolo a la sala.

-¡Me voy a ir, no aguanto un segundo más aquí en este lugar solo con vos!- grito.

-¡A mí no me grites!- dije pegándole una bofetada.

-Memos mal me fui ayer y no me quedé aquí con vos- dijo sobándose la mejilla.

-Como lo tenés tan chiquito te dió vergüenza que yo no mirara y por eso te borraste- dije con una sonrisa.

-Si querés comprobar que grande es lo podés hecer- dijo señalando su cinturón.

-No gracias, ya yo tengo quien me lo muestre- dije en forma de molestarlo.

-¿Quien Patricia? Decime quién es ese imbécil, habla Patricia, no te acostaste conmigo pero si con ese infeliz- dijo mirandome a los ojos.

-Obviamente que no estúpido, yo no quiero hacer eso con nadie ni siquiera con vos- dije sentandome.

From hate to love- Bato Donde viven las historias. Descúbrelo ahora