Una bebe muy deseada que perdio a su madre a muy temprana edad, pero con el amor y proteccion de sus abuelos crecio entre una burbuja que años despues la llevo a enfrentarse con ella para empezar a vivr su propia vida. Descubre esta historia de musi...
Ya con la canción y el EP en sus manos, el cual le costó trabajo a mi tía Lucy, quien tuvo ayuda de mi abuelo para grabar sus partes, todavía seguía sin poder agarrarle el ritmo al piano.
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Mi abuelo los ayudo a tocar puertas, en todas las emisoras de radio que podía, por ser nuevos y aparte unos niños, tener como vocalista a una mujer, nadie quería tocar su música, pero mi abuelo era un hombre que no se daba por vencido, logro convencer a una emisora que tocara la canción.
Escucharse en la radio fue para todos como tocar las estrellas, la canción estaba siendo muy pedida en la emisora, tanto era del gusto de las personas que la estaban pidiendo en las emisoras que la rechazaron y luego tuvieron que contactar a mi abuelo para pedírsela, pero antes dieron una entrevista para la emisora de radio que sí confió en ellos.
Llego el cumpleaños número 18 de mi madre, para celebrar le pidió permiso a mi abuelo para ir con los chicos de la banda a un lugar de maquinitas y pasar la tarde jugando con ellos, aunque no los dejaba salir solos, por tratarse de la banda y que mi madre siempre fue muy obediente y nunca rompía las reglas que él les colocaba, les permitió salir solos.
Ya en las maquinitas, todos se fueron al juego que querían jugar, mi tía Lucy se fue con Freddy que para ese entonces eran como mejores amigos, mi tío Sam con su novia a la que había invitado y quienes se quedaron observando los juegos sin saber qué hacer fueron mi madre y Gabo.
SEL
—Cuando vienes a las maquinitas, ¿cuál es tu juego favorito? —Le pregunta a Gabo.
GABO
—Ese de allá. —Le señala con una mano. —El de las pistolas.
SEL
—¿Te gustaría un duelo? —Le pregunta con una mirada retadora.
GABO
—No me gusta ganarles a las mujeres. —Le responde y se ríe.
SEL
—Con que muy seguro de ti mismo, vamos, a ver si eres capaz. —Le responde rentándolo.
Van juntos a jugar, si algo tenía mi madre es que no le gustaba perder, era amante de los retos y por más que ese chico le hacía palpitar muy fuerte su corazón, ella no se iba a dejar vencer.
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