Regreso

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Se supone que llegaba el miércoles a mi casa, pero no, estuve una semana más por problemas en el evento.

Días sin ese renacuajo habían sido los peores, era primera vez que no le llevaba conmigo a algún evento de trabajo.

Mi hermano estuvo a punto de bloquearme por preguntar tanto de como estaba el pequeño.

Y aunque habían cámaras por toda la casa, tanto dentro como por fuera, necesitaba videos y fotos de él.

Agradecía que Sof lo hiciera cuando el estuviera en la Guardería.

Hoy ya iba de regreso, de sorpresa le pasaría a buscar.

Mi hermano ya lo sabe por lo cual el estará en el trabajo, pero nadie de la guardería sabía.

Mejor así, ya que también quería darle una sorpresa a Sofia.

Es una chica muy linda, mi hermano dice que Pablo se a encariñado de ella y que es muy simpática, pero dice que hay una que no la quiere ver ni en pintura, ni Pablo la puede ver.

Mi mente pensó en aquella chica la cual me comio con la mirada la primera vez que fui a por mi hijo, pero mi hermano no sabía su nombre, solo menciono que Pablo no podía estar cerca de ella.

Iba manejando mientras escuchaba Coldplay, la banda favorita de Pablo, aunque en sí escuchamos de todo.

Estaban a una hora de salir, así que pasaría antes a buscarle

Por fuera la guardería era bastante agradable, las salas, o por lo menos donde esta Pablo, son muy acogedoras, el patio es lo mejor para un niño, cuanta con seguridad, pero no en exceso, y el césped es falso por si alguien es alérgico a ello.

Pablo tuvo suerte de poder ir a ese lugar, sobre todo por Sofi.

Estaba por bajarme de mi coche, cuando una llamada de Ferran suena en mi móvil.

—Ferryman, ¿Paso algo?

Soy papá...

Me quedé en shock.

¿Ferrán es papá?

—Com... ¿Cómo?—

—¡Soy papá!

—Ferran, estas soltero.

Tocaron mi puerta, un niño estaba a fuera, un niño de tres años, ¡Tres años Pedri!— dijo desesperado.

—¿Donde esta el niño?

Está fuera, con Eric.

—¿Tuviste sexo sin condon hace 4 años?

—Te diría que no. Pero es igual a mi de pequeño, no como Pablo.

Ey, a Pablo no lo nombres— dije, si algo odio de mi vida es eso, Pablo no tiene nada a mi, porque no es mi hijo biológico.

Lo siento... ¿Que hago? eres papá yo no.

—Cálmate, ya esta en tu casa, ¿Venía con mochila? ¿Algún papel?— dije mientras la imagen de cuando llego Pablo a mi vida estaba en mi mente.

Sí, sabe hablar un poco... tenía moretones en sus brazos y un corte en su cara, y la carta no quiero volver a leerla—

Si algo de verdad destrozaba a Ferran eran los niños, ama, Adora a los niños pequeños, daría la vida por ellos, entendía su dolor, Pablo también había llegado con moretones y la carta decía desgracias de el, solo tenía diez meses, pero el seguia con su sonrisa.

—Ferry, tengo que recoger a Pablo, luego hablamos...— dije connun tono apagado al recordar lo difícil que fue salir adelante a Pablo y a mi.

Porque aunque tuviera dinero de sobra, fue un cambio difícil, no sabía como cuidar de un bebé, mi madre no podía viajar, tuve que aprender solo, no sabía con quien dejarle, lo que generó faltas en mi trabajo.

Baje un poco cabizbajo y toque el timbre.

A los minutos salió Cami, diciendo que Pablo ya salía.

Me dejaron entrar y poder esperar dentro

Cada dos segundos prendía mi móvil para saber si Ferrán necesitaba mi ayuda.

A lo lejos siento unos pasos y una risita, la risita de mi pequeño.

Al llegar a mi veo como esta vestido con un jeans azul oscuro, sus campus negras y un suéter negro, de mi colección de ropa.

Definitivamente Fer no lo había vestido.

—¡Dada!—chilló y "Corrio" a mi.

Me agache a su altura y Sof soltó su mano.

Al parecer estuvieron practicando el caminar, ya que no se tambaleaba.

Sofi río bajito y camino a nosotros.

Bese varias veces la cabeza de Pablo y revolvi su pelo.

—Pensé que volvías mañana, así dijo tu hermano.

—De hecho si, solo adelante el vuelo, extrañaba a mi bebé.

Ella se acercó para poder saludarme con dos besos.

—Bueno, quería informar que mañana no va a ver guardería.— dijo.

Mierda, con quien dejaría a Pablo.

—¡Oh! ¿Por que?

—Nos darán el día libre, o bueno, ellas, yo trabajaré igual, pero en casa.

—¿En que trabajas?—

—No es trabajar en si, pero estudiar las estrellas.

—¡¿En serio?!

Asintió.

Si algo nos llamaba la atención a mi y a Pablo eran las estrellas y la luna.

Ella saco su móvil y lo encendió.

Su fondo de pantalla era una noche estrellada y un Cometa.

—Esa foto la tome yo, pero me gustaría que fueran las Auroras Boreales

—Wow, que hermosa foto.

Ella asintió.

Ella miró detrás mío y hablo.

—Vienen por Matteo, me tengo que ir, hasta miércoles Pequeño.

—Hasta el miércoles Sofi, gracias— ella negó y nos despedimos con dos besos

Llegamos al auto y senté a Pablo en su silla

—Iremos donde el tío Ferry, ¿Vale?— el pequeño asintió.

Prendí el auto y fuimos a la casa del tío Ferrán.

La mejor mamá Donde viven las historias. Descúbrelo ahora