A su servicio princesa | Chalastor/Radioprincess

Capítulo 22

Charlotte POV

-Escuchamos todo, queríamos saber cómo era su llegada y si no hacían algo malo para corromper a un habitante celestial- sentí el enojo de Alastor, voltee un poco para darle un beso rápido que lo tranquilizara

-No sé preocupen, ustedes hicieron todo correcto, Amelia pidió bajar, ustedes no forzaron nada, no le dijeron que hiciera algo malo para caer, dijeron que lo intentarían legalmente y le dijeron la verdad sobre el infierno, no lo hicieron parecer un buen lugar para vivir, les otorgaremos la bajada y transformación si siguen apegándose a las leyes por toda la semana- 

-Muchas gracias majestades- la mamá de Al hizo una pequeña reverencia, Al se levantó y me puso a su lado

-Como príncipe del infierno les agradezco la oportunidad y les prometemos que nuestra visita va a ser lo más educada posible, como familia apreciaría si no nos espiaran de nuevo, el pecado de la ira aprendió a la mala, no porque le haya hecho algo, si no que como entenderán los recién casados suelen tener bastante actividad y no creo que quieran interrumpir o escuchar los gemidos de su sobrina- lo dijo muy crudo pero entiendo perfectamente porque lo hizo

-Perdón sobrino, ya no te enojes, en serio que solo fue por hoy, ya vimos que se comportaran bien, ahora vamos a cenar, muero de hambre- está vez fue Miguel quien habló, siendo el gemelo de mi papá su personalidad es muy similar

-Si amor, muero de hambre, además quiero helado- vi que Al se tensó un poco, hablaré mas tarde con el de eso

En cuanto salimos por fin pude ver bien el disfraz de Al, su traje cambió a un color blanco con franjas mas finas color rojo claro, su saco tiene detalles de corazón en las puntas, su cabello sigue siendo rojo pero en vez de negro en las puntas es blanco, tiene un par de alas blancas con detalles rojos igual que su saco, en su cabeza un halo color rojo

Mi tío Jofiel vio que quería verme así que apareció un espejo gigante enfrente de mi, básicamente todo permaneció igual, al final ya parecía un ángel, solo cambió mi vestimenta a una azul y tengo tres pares de alas como mi papá y sus hermanos, pero de color azul con blanco, un halo dorado en mi cabeza

-¿No van a sospechar de mis alas? Solo los serafines y arcángeles tienen tres pares- dije con sincera preocupación, no quiero que Sera se entere y arme un alboroto arruinando nuestras oportunidades

-Intentamos ponerte solo un par, pero las tuyas si son alas, las de Alastor son una ilusión, si hubieras nacido en el cielo serías un arcángel, aquí tu magia angelical se hizo presente otorgándote lo que por derecho te pertenece- Miguel contestó pero eso no respondió mi pregunta y Jofiel se dió cuenta

-Aunque si llamarán la atención, se le aviso a todos que tendríamos visitantes, no especificamos nada, además que no les debería interesar, solamente no mencionen que son del infierno y no se meterán en problemas, si les preguntan de donde son, digan que no están autorizados a decirlo por ordenes de Gabriel, nadie va a insistir-

-¿Los ángeles pueden retraer sus alas?- preguntó Al

-Si, muchos lo hacen para sentarse a comer o otras cosas ya que puede ser incomodo, aunque no les recomiendo que al caminar lo hagan-

-¿Podrían hacer desaparecer las mías en la ilusión para poder cargar a Char?- mis tíos lo vieron extrañado pero Jofiel dió un chasquido y desaparecieron sus alas, con ayuda de sus sombras me subí a su espalda sin que el se agachara y me sentí más cómoda, me relaje muchísimo

Al siguió a mis tíos mientras su mamá sostenía su brazo, ellos iban platicando de cocina, yo me recargué bien en la espalda de Al cerrando mis ojos, aunque antes de dormir sentí la mirada de alguien, cuando los abrí vi a Gabriel viéndome con una mezcla de tristeza y felicidad