Capítulo 4
Finalmente llegó el 1 de septiembre, día en el que debía regresar a Hogwarts.
Mamá fue a dejarme a la estación en el carruaje de la familia, jalado por un Pegaso que era manejado por Finrod, uno de nuestros elfos domésticos.
Una vez en la estación, Finrod estacionó nuestro carruaje y jaló una palanca para hacerlo parecer un auto muggle. El elfo me ayudó a colocar mis baúles sobre un carrito mientras yo bajaba la jaula de Hades.
Nos encontrábamos acomodando mis cosas, cuando escuchamos más bullicio de lo normal. Mamá, Finrod y yo volteamos a ver al otro lado de la calle dónde se encontraban tres taxis muggles, pero lo curioso era que de ellos bajaban un montón de pelirrojos cargando baúles y mascotas.
—Definitivamente no puede haber familia más numerosa que los Weasley. — dijo mamá mientras tomaba su bolso y su varita del carruaje. —Ni ruidosa—añadió.
Yo asentí sin despegar la vista de la numerosa familia, esperando ver a los gemelos, y cuando los vi no pude evitar soltar una risita ya que ambos estaban peleando por ver quién salía primero del auto.
—¿De qué te ríes cielo? —preguntó mamá tratando de ver lo que me causaba gracia.
—Nada—dije tal vez demasiado rápido— solo que hacen un cuadro un poco cómico.
—Ah sí—dijo mamá—vámonos antes de que Molly Weasley nos aborde— mamá hizo una mueca de desagrado. Aunque dudaba mucho que la señora Weasley quisiera dirigirnos la palabra, especialmente por mi pequeño acto descarado frente a su hijo la navidad pasada.
Mamá se adelantó empujando mi carrito mientras yo me despedía de Finrod.
—Se le da muy bien mentir ama—comentó el elfo una vez mamá estuvo lo suficientemente lejos. —No pude evitar ver como buscaba con la mirada a esos magos que lucen iguales—soltó en un tono casual haciendo que me sonrojara.
—Oh cállate—dije sonrojada—No le digas a mamá nada de esto—pedí.
—Nada de nada—dijo Finrod luciendo divertido—Espero que la ama tenga un buen año más en Hogwarts, Candy y yo la estaremos esperando para las fiestas navideñas.
—Cuídate también, y no le hagas pasar mal rato a la pobre Candy—dije sabiendo que uno de sus pasatiempos favoritos era molestar a nuestra elfina. Finrod río, pero prometió que no la molestaría...tanto.
Cuando me volteé casi choco con el gato de Granger, causando que me siseara. Granger llegó en cuanto vio a su gato cerca de mí y cuando lo tomó en brazos, me dirigió una mirada furibunda al verme junto a Finrod. La chica volteó el rostro y se fue luciendo indignada.
—Vaya que los muggles son raros—susurró Finrod mientras se subía de nuevo al puesto de cochero sobre el carruaje, y yo no pude estar más de acuerdo.
Asentí ante las palabras de Finrod aún extrañada por la reacción de Granger.
No le tomé importancia y luego de echarle un último vistazo al elfo, y despedirme con un movimiento de mano, corrí hasta donde mi madre esperaba.
Una vez la alcancé, nos apresuramos a esquivar muggles en la estación hasta llegar al andén 9 ¾, dónde atravesamos el muro casualmente.
—Bien, ¿no olvidaste nada? —dijo mamá una vez estuvimos frente al tren.
—Nada de nada—le aseguré.
—Bien, que tengas un lindo año, no te metas en problemas y no envenenes ni mates a nadie ¿puedes? —asentí a cada una de sus indicaciones insistiendo en que no se preocupara.
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Little Dragon II: The Chain (➾George Weasley & O/C)
FanfictionSegunda parte de Little Dragon. El verano de Denébola Black no ha ido como esperaba y el inicio de su año tampoco, sin embargo, este nuevo ciclo está decidida a que el ajetreo que suele traer Potter no la envuelva esta vez. Lástima que lleva el apel...