𝑮𝒖𝒊𝒍𝒕𝒚 𝒂𝒔 𝑺𝒊𝒏? - 𝑺𝒑𝒆𝒏𝒄𝒆𝒓 𝑹𝒆𝒊𝒅

II

"La belleza es un poder temible,
Que puede iluminar y aterrorizar,
Nadie puede suatraerse
A su mirada hipnótica y fatal."

Fiodor Tiútchev

"Creo que terminaré esta vida sola, y no estoy siendo dramática, son solos los pensamientos que pasan por mi cabeza."

Gennieve jamás lo admitía en voz alta porque creía que era demasiado extraño, pero solía escuchar aquella voz en su cabeza que le repetía aquellos pensamientos que lograban hundirla en aquel sofá color crema que tenía una mancha de salsa de tomate.

Pero ella estaba convencida de que iba a terminar su vida soltera, jamás amargada porque para aliviar el amargor existía un buen vino malbec junto a la poesía clásica, pero si su vida soltera.

Sentada con sus piernas cruzadas bajo la mesa escuchando a aquel hombre que rondaba los treinta años extrañar que jamás había tenido, presumiendo sobre lo material que había obtenido gracias a su nivel de manipulación y su gran ego que ella comenzaba a pensar que compensaba su tamaño diminuto en otros aspectos. Estaba segura que él no conocía la diferencia entre los poetas de Europa a los poetas Americanos, segura de que él no sabía la teoría de cómo el ambiente modificaba el comportamiento de las personas, o la Ley de Murphy, él estaba ganando y ella perdiendo, justo como una máquina tragamonedas.

Al menos agradeció al destino, a los astros y a la creencia religiosa de un Dios omnipoderoso y omnipotente de forma mental cuando el teléfono de Jack sonó, y él se levantó con una disculpa de la mesa para responder aquel llamado, Gennieve hizo lo mejor que sabia hacer: desaparecer.

Así que eran las dos de la madrugada de un sábado, con una hermosa noche primaveral donde el aroma del viento se mezclaba con el aroma de las flores y los árboles. Ella sabía que se debía a la floración y polinización, lo había leído una vez cuando viajaba en el metro: cómo distintos químicos, como los terpenos, eran los que causaban aquellos aromas, y sin embargo, Gennieve seguía creyendo firmemente que aquella era la expresión de la vida misma intercalandose con la belleza de manera intangible para lograr el sentimiento de renacimiento y renovación mediante aquellos olores dulces y cálidos que elevaban su humor: no importaba cuan amarga y tediosa había sido aquella cita  o cuan pesimistas eran sus pensamientos sobre su profecía sellada, todo parecía volver a un balance perfecto en su vida cuando cerraba sus ojos y respiraba de manera profunda, y aquel aroma se calaba no sólo en sus fosas nasales sino en su alma.