Contrato de confidencialidad

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Mejor fui a su hotel.  "Ven a la habitación 1024", me dijo en voz baja como si algún intruso estuviera escuchando nuestra conversación. "Ok" le dije sin titubear. 

Después de que Jimin confirmara nuestra cita misteriosa en el hotel, tomé mi bolso y una chaqueta. Estaba muy nerviosa, no sabía lo que iba a suceder. Me iba a cambiar de ropa, pero luego pensé que si le llamé la atención a Jimin con mi outfit, lo mejor era irme así.

Tomé un Uber porque era lo más rápido a esa hora. Me subí al auto y me tapé la boca con una bufanda negra, no quería que el conductor me viera. 

Fueron cinco minutos de mi hotel al de Jimin. Al bajarme mi cuerpo se heló en tres segundos. De inmediato mi boca exhaló humo como si estuviera fumando. 

Caminé hacia la recepción del hotel, igual con la bufanda en mi boca. La persona que me atendía me veía un poco extraño. "Está haciendo mucho frío" le dije para que dejara de mirarme así.

"¿Cuál es el número de habitación?" Me preguntó mientras veía su monitor. "1024". Mientras digitaba yo veía a mi alrededor. Como soy ARMY, sé que muchas personas, tanto fans como fotógrafos, los siguen a donde quiera que vayan.

"Aquí tiene su llave" me dijo el recepcionista dándome una tarjeta. "¿Cuál piso es?" le pregunté incrédula, "Es el piso 10. Su número de habitación es 24". Tomé la tarjeta y me dirigí al ascensor.

Mis nervios, sumados al frío, era la peor combinación. Mientras el ascensor subía, mi cabeza comenzó a llenarse de pensamientos intrusivos: "No debí venir" "¿Y si alguien se da cuenta?" "Este es mi -Imagina con Jimin", pensé mientras sonreía.

Llegué al piso 10. Caminé lo más silencioso posible. Mientras caminaba miraba hacia atrás, mis nervios me hacían pensar que alguien me seguía. Es que es JIMIN, no es mi vecino ni un extraño. 

No escuché a nadie en las habitaciones, solo el ruido de mis tacones caminando sobre la alfombra. Estaba casi segura que ninguna habitación en ese piso estaba ocupada, lo que me dio un poco de tranquilidad.

Llegué a la habitación 24. Me paré frente a la puerta, cerré los ojos y respiré hondo. El corazón me latía a 100 por hora. "Llegué hasta aquí, ya no hay vuelta de hoja". Pasé la tarjeta en el sensor de la puerta y se abrió.

Entré lentamente. Asomé primero la cabeza. La cama estaba intacta. El silencio envolvía toda la habitación. Entré mi cuerpo y cerré la puerta. Las manos comenzaron a sudarme. Caminé lentamente, las luces del baño y de otras dos habitaciones estaban apagadas, solo una pequeña lámpara estaba encendida al lado de la cama.

Puse mi bolso en el sillón y abrí la cortina. Ésta era del tamaño de una pared. Podía ver toda la ciudad de Las Vegas. El cielo completamente oscuro, pocos carros en la carretera, edificios iluminados. Era una noche muy tranquila.

La habitación estaba un poco fría, así que crucé mis brazos mientras contemplaba la hermosa panorámica del lugar. En ese momento escucho que abren la puerta de la habitación. Era Jimin. Cerré mis ojos y dije: "Ok. Llegó el momento".

No volteé a ver, pero su reflejo estaba en el vidrio de la ventana. Estaba vestido de negro. Pantalones tallados, camisa blanca, chaqueta de cuero color negro y un gorro del mismo color.

Suenan como unos chasquidos. Fue Jimin poniéndole el seguro a la puerta. Seguía viéndolo por el reflejo.

Se acerca lentamente hacia donde estoy. Podía ver su sonrisa. "¿Qué ves?" me dijo con voz suave, pero lo suficientemente sexy para comenzar a sentir pequeñas vibraciones en mi cuerpo.

"La ciudad. Nunca había estado aquí" le dije sin aún verlo a los ojos. Honestamente quería saltar a sus brazos y comérmelo a besos, pero quise mantener la calma. Dejé de lado mi fanatismo y me convertí en la mujer que él deseaba desde que estaba en el escenario.

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⏰ Última actualización: Oct 14 ⏰

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