˖⁺‧₊˚ Extra 1 ˚₊‧⁺˖

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Laddawan aferró su manita a la bolsa de regalo que su mami le había dado, mientras que su otra mano era sostenida por la mano de su mamá, le dirigió una mirada rápida y la alfa le sonrió ante su rostro algo inquieto dándole un leve apretón a su mano, avanzaron a través del pasillo y finalmente pasaron por la puerta abierta que daba acceso al patio de aquella casa, donde música infantil resonaba a un volumen bastante moderado y las decoraciones que indicaban que se trataba de una fiesta infantil estaban muy presentes.

Al instante, Ros notó su presencia, sonriendo tan lindo como ella solía hacerlo, acercándose para recibirlas como era debido, la omega se miraba bastante bien arreglada y alegre para la ocasión.

—Qué bueno que llegan, pensé que ya no vendrían—saludó la chica en primer lugar.

—Ya sabes cómo es Lingling, cuando necesitamos salir rápido más se tarda en bañarse —conteso Orm, mirando directamente a su esposa que se hizo la desentendida, sonriéndole como si le estuviera contando un chiste.

Laddawan por su parte se dispuso a observar el panorama, algunos niños corriendo y jugando por el lugar, otros entretenidos en el castillo inflable que se encontraba allí instalado, los adultos vigilaban desde sus sillas y conversan con los otros, no parecía ser muy divertido desde su posición.

Solo podía escuchar la conversación aburrida que mantenían sus madres con la mamá de Anong, pero no entendía lo que decían ya que no prestaba demasiada atención.

—Oh Ladda, Anong está jugando con algunos amiguitos, si quieres puedes darme el regalo a mí —comentó Ros, agachándose un poco para estar a su altura.

Ella se encogió de hombros, le daba igual después de todo, así que le pasó la bolsa con diseño de un León, ella la había elegido y estaba bastante orgullosa de ello, pero no dijo nada al respecto.

—Mm, veo que Dandao vino—señaló Orm hacia la mujer que se encontraba allí conversando con una alta que reconoció como Ying y algunos otros invitados desconocidos.

—Sí, el año pasado Nong estuvo muy triste porque no había estado, este año pidió permiso en el trabajo, es lo menos que puede hacer por su hija ¿no? Casi no se ven -la omega se cruzó de brazos al hablar de su ex pareja, era un tema un tanto controversial para ella, tenían una buena relación pero siempre estaba aquella espinita.

Lingling soltó la mano de su hija y su omega ya sabía bien a dónde iba, porque no todos los días era libre para tomar algo de soju en compañía de otras alfas, así que al ver ese par de botellas verdes en las manos de las otras sus ojos brillaron.

—Dao, mi vieja amiga—decía con una sonrisa y brazos extendidos, caminando hacia el grupo de alfas allí reunidas, Orm rodó sus ojos, ya la había perdido por ese día.

Ros rio por ello y avisó que iría a dejar el regalo adentro, la omega asintió y se dispuso a caminar hasta el lugar donde Prigkhing estaba sentada vigilando a su hija y al pequeño hijo de Ros quienes jugaban juntos, Laddawan apretó su dedos alrededor de la tela del vestido de su mamá. Como se había acostumbrado a hacer, sonrió cortamente al estar cerca de aquella omega, rápidamente su mamá tomó asiento en la silla de al lado, y ella en sus piernas.

—Hey Orm, Ladda—saludó la mayor, recibiendo una sonrisa de parte de la pequeña.

—Saluda hija —le dijo su mami.

—Hola —respondió algo tímida.

—¿Hola quién? -insistio Orm.

—Hola tía Prigkhing—dijo la niña.

Prigkhing sonrió ante su ternura, extendiendo sus brazos invitándola a abrazarla, y Laddawan estaba lista para hacerlo, sino fuera por la fastidiosa de Nin quién apenas miró las intenciones de su mamá se levantó del suelo donde se encontraba jugando, corriendo para ser ella quién abrazara a la omega.

𐙚˖⁺‧₊ʙᴀʙʏ ᴛʜᴏᴜɢʜᴛꜱ₊‧⁺˖ೀ  [LingOrm] [Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora