▪︎Parte 3 ▪︎

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-Permiso.



La voz de Lee Won lleno el despacho en el que se encontraba Vladimir, este alzo la mirada saludándolo con un leve gesto ya que estaba al teléfono, por mientras terminaba de hablar Lee Won se sentó frente a él esperando pacientemente. No paso más de un minuto cuando ya había colgado la llamada.



-¿Interrumpo?


-No, ¿paso algo? -era extraño que viniera a verlo, miro hacia la puerta esperando que Caesar entrara pero no fue así.


-No, todo está bien... a excepción de Alexa. Ella quiere verte.



Vladimir levantó una de sus cejas, no entendía por qué le decía eso, después de lo que paso con el Sergeyev prefirió mantener la distancia. Los dos quedaron en un completo silencio, pero el rubio sentía la mirada del abogado que era demasiado intensa.



-Se le va a pasar, solo espera un tiempo.


-Es lo que pensaba también. Pero ya han pasado dos meses y en una semana es su cumpleaños. Ella quiere que tu estés ahí.


-¿Qué? -parpadeo un par de veces. primero porque ya ha pasado mucho tiempo y porque lo que está insinuando Lee Won es que comparta misma habitación qué el Sergeyev.


-Además... -se levantó de su asiento apoyando sus manos en el escritorio e inclinándose hacia Vladimir. -Va a ser el bautizo de Alexa, ya nos hemos demorado mucho en hacerlo y... -sonrió antes de seguir. -Felicidades, eres el padrino.



Sintió como se le erizaba la piel, un escalofrío recorrió de pies a cabeza. Y la palabra 'padrino' se le repetía incontables veces en la cabeza.



-¡Vladimir! -grito Lee Won -¿Estas bien? Te ves pálido. -pregunto preocupado.


-¡Estas demente! Si es algún tipo broma no estoy de humor -le advirtió.


-No, no es lo que estas pensando. Y no me digas así. Alexa te aprecia mucho


-Hay muchas razones por la cual no lo puedo ser -se masajeaba la cien, Lee Won lo estresaba.


-¿Y cuales son? Porque según yo, no hay ninguna.


-Caesar -empezó diciendo, deseando que se callara y se fuera.


-Eso ya esta domando, digo, hablado, no cuenta. -soltó una pequeña risa al escuchar 'domado' pero por algún motivo le creía.


-La eh visto un par de veces -alzo la mirada encontrándose a Lee Won quien lo miraba con una ceja levantada


-Definitivamente tus excusas son patéticas. -se levantó para dar una vuelta por el despacho de Vladimir -Nunca había visto a Alexa tan contenta a excepción de cuando esta mi padre -su voz se escuchaba sincera, Alexa tenía el mismo carácter de su padre Caesar y eso podía explicar mucho de sus actitudes.


-No me gustan los niños, los odio -mentía, ya no sabía que excusa dar y ya estaba harto de la conversación.


-Mentiroso.


-Además eso significaría quedarme a cargo de ella si a ti te llegara a pasar algo y no gracias.


-Bueno, primero estaría Caesar, luego mi papá y ahí estas tu. Al último.



Lee Won respondia sin darle mucha importancia. Estaba siendo más difícil de lo que pensaba. Tendría que seguir con la otra estrategia. La puerta se abrió nuevamente dejando ver a una pequeña niña de cabellos rubios dirigiéndose a Vladimir. '-Por el amor de Dios, lo que me faltaba ahora' Subió para sentarse en las piernas de este y dejando un sobre en su escritorio.



-Ábrelo Tío Vlad -lo miraba emocionada.



Tomo el sobre y antes de abrirlo miro a Lee Won, pero este movió sus hombros hacia arriba dando a entender que no sabia nada, de hecho era todo lo contrario, era parte de su estrategia, si Alexa le pedía no iba poder negarse.

Vladimir miró la carta que Alexa había dejado en su escritorio. Las letras eran infantiles y difíciles de leer, pero el mensaje era claro: "Quiero que seas mi padrino, Tío Vlad. Por favor, no me digas que no. Te quiero mucho." Y al alrededor había unos dibujos. Estaba siendo una situación demasiado enternecedora, sintió un golpe en el corazón. La inocencia y la sinceridad de la niña lo estaban desarmando.

-¿Qué dices, Tío Vlad?- preguntó Alexa, mirándolo con ojos esperanzados.

Vladimir respiró profundamente y se miró a Lee Won, quien sonreía. Su plan estaba saliendo a la perfección, nadie podía decirle qué no a su hija, estaba orgulloso.

Suspiro mientras echaba su cuerpo hacia atrás en la silla, aún con Alexa en sus piernas, quien se veía un poco cabizbaja, ya que Vladimir no soltaba ninguna palabra.

-¿Qué pasa si digo que sí?
-Tendrás a la ahijada más linda del mundo - con un brillo en sus ojitos lo abrazo fuertemente. -Voy a ir a contarle al abuelito. -Se bajo de sus piernas y antes de salir corriendo le dejo dado un beso en la mejilla a Vladimir.
-Entonces... voy a preguntar para que quede claro. ¿Estas seguro, Lee Won?
-Si, muy seguro.

Vladimir se resigno, lo único que le incomodaba de todo esto era el Sergeyev. La relación con el cada día iba de mal en peor y no quería que Alexa llegara a pasar un mal rato por culpa de ellos dos.

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⏰ Última actualización: Oct 30 ⏰

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