Capitulo 3: Homewrecker

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Después de una semana de haber arreglado las cosas con Carlos, el chico se Monaco aún sentía que había algo en su relación que lo preocupaba pero no quería acusar a su pareja de nuevo, sabía que el y Lando seguían hablando y fue por un despiste que tuvieron en la pista pero Charles lo dejo pasar ya que no quería más drama en su vida, quería mínimo un mes de tranquilidad y confianza con su español.

Después de el gran premio de Países bajos, cómo era de esperarse Lando volvió a hacer una de sus grandes fiestas en la cuál descaradamente había invitado a Max y su novio Sergio, Charles al enterarse de la fiesta también quiso ir pero la noche de la fiesta el se sentía demasiado agotado, simplemente no tenía fuerza ni para poder pararse de la cama por lo que le aviso a Carlos que se sentía mal.

"Cuídate, yo estoy casi listo para ir"
"Te respondo después de la fiesta"

Fueron los mensajes que le había dejado el mayor a su novio, era obvio que ya se encontraba desesperado ya que una fiesta sin su novio era una oportunidad más para poder acostarse con aquel británico de McLaren.

Pero, ¿Por qué simplemente Carlos no dejaba a Charles es y regresaba con Lando? Y la respuesta es la misma por la cual el español y el británico terminaron, ya ninguno de los dos sentía aquel cariño y dulzura por el contrario pero ambos aún se deseaban de forma lujuriosa, necesitaba el calor de el otro, Lando adoraba la forma en la que Sainz lo hacía sentir en la cama y Carlos amaba follarlo toda la noche en distintas posiciones.

Volviendo con el querido predestinado, se encontraba tratando de conciliar el sueño pero le era imposible y en un momento de desesperación fue que decidió ir a salir a tomar aire fresco y dar un pequeño paseo nocturno, ahí fue cuando lo vio a el, aquel neerlandés rubio de ojos claros y de buena figura se encontraba fuera de su motorhome, justo en la puerta de entrada y alcanzó a reconocer aquel cabello castaño.

Charles se acercó poco a poco a el chico Red bull para después de unos minutos de mirarse fijamente poder pronunciar unas palabras — Pensé que todos estaban en — fue interrumpido, ¿Acaso a la gente le gustaba interrumpirlo?

— No, Checo fue, yo no quise ir después de su forma de actuar después de haber ganado — decía con un coraje atorado aquel rubio — Además que Checo y yo nos peleamos justo por eso, yo no quería que el fuera...— Suspiraba mientras agachaba un poco la cabeza recordando la discusión que había tenido con su mexicano.

Charles pudo notar aquella decepción que tenía el mayor — ¿Quieres pasar? — dijo Max mientras abría la puerta dejándole pasar a aquel castaño, él cuál sin pensarlo mucho fue que decidió entrar.

Lo primero qué vio fue un frutero él cuál tenía una manzana roja que se miraba con tentación, Charles volvió a dirigir su mirada a el Neerlandés y de nuevo al frutero, pensó unos minutos pero terminó tomando la manzana pero solo dandole una mordida.

El castaño se acercó tímidamente al contrario mostrándose de forma sumisa, levantó un poco su mirada y sin decir nada ambos rostros fueron acercándose lentamente hasta quedar unidos por un beso, Max pasó sus manos por las caderas de el castaño para pegarlo más a su cuerpo al igual que también profundizaba el beso.

Sin siquiera pensarlo en pocos minutos Charles se encontraba sin ropa sobre el chico Red bull mientras que la habitación se llenaba de calor y lujuria, el rubio tomaba de las caderas a el contrario para aumentar la fricción que estaban teniendo sus cuerpos, varios gemidos se escapaban de ambos que fácilmente se escuchaban fuera del motorhome de Max.

La noche transcurrió y ahora ambos se encontraban entre las sabanas descansando después de tanta acción, el neerlandés por su parte se encontraba sin algún tipo de preocupación por lo que fuera a pasar con Checo mientras que el monegasco sentía una gran culpa en su interior la cuál no pudo controlar y terminó por soltar unos cuantos sollozos mientras tapaba su rostro con las sabanas.

El mayor al percatarse de aquellos ruidos fue rápidamente a consolar a el chico de Ferrari — Char, Tranquilo...— Decía mientras lo abrazaba y el contrario ocultaba su cabeza en su hombro — Nadie se va a enterar de esto, ¿De acuerdo? No hay nadie aquí...solo tú y yo — después de decir eso volvió a besar a Charles para tranquilizarlo, ese beso no tenía intención dé más pasión si no que era uno puro y dulce.

— Maxie perdón, se que fui un exagerado pero — Se escuchó el ruido de unas llaves caer en el sueño, Checo no podía creer lo que estaba viendo en ese mismo momento — MAX EMILIAN VERSTAPPEN, ¿QUÉ CHINGADOS HACES CON ESE CUALQUIERA? — Gritaba mientras se acercaba rápidamente a donde estaban los chicos que aún no procesaban bien lo que había pasado.

— ¡¡Checo déjame explicarte!! — trató de defenderse el rubio pero era obvio que ya sabía cómo era su novio cuando se enojaba.

— ¿Qué me vas a explicar? ¡¡¡Que te acostaste con esté urgido solo porque nos peleamos!!! — Checo estaba que explotaba del coraje que sentía, tanto que mientras Charles se iba de ahí el Neerlandés tuvo que sostener a su novio para que no golpeara a el monegasco.

Al momento que Charles salió y el mexicano le cerró de golpe la puerta pudo sentir cómo un dolor inexplicable en su pecho el cual mientras que iba volviendo a su motorhome aumentaba, cada paso parecía ser una horrible punzada en su corazón hasta que no pudo más y al llegar lo único que pudo hacer fue correr directamente a su recamara y acostarse a llorar desconsoladamente, aún no podía asimilar todo lo que había pasado en tan poco tiempo, lo único que sabía era que le había traído problemas a Sergio y Max.

Solamente lloraba hasta quedarse dormido y a la mañana siguiente amanecer con los ojos hinchados y todo su cabellos desordenado, además que le dolía demasiado el cuerpo, se levantó de mala gana y al momento de verse en el espejo se dio cuenta que daba asco, tenía una cara de no haber dormido en 7 días y sentía todo su cuerpo sucio por lo sucedido anoche, abrió la llave de la ducha y dejo que toda el agua recorriera su cuerpo el cual estaba sucio, el no podía quitarse aquel pensamiento de la cabeza, el no tenía porque haber ido esa noche con Max, el nunca debió de haberse acostado con aquel rubio.

Nadie lo obligó, el solito fue.

My boy only breaks his Favorite Toys Donde viven las historias. Descúbrelo ahora