ultimo beso

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—¿Hola? ¿_____? —la voz masculina se escucha en la otra línea mi cuerpo suelta la tensión al escuchar que no era la voz de aquel hombre—

—¿cam? —mi hermano era quien llamaba– ¿eres tu?

—______! Soy Cam-Cam! —Me hecho a reír al escuchar el apodo que le decía a mi hermano cuando eramos pequeños—

—sii, ya se cam! —Dejo de reír para poder hablar bien— ¿te recordaste de tu hermana?

—Vamos ______ siempre pienso en mi hermanita querida, y sabes tango te extraño que quiero que habrás la puerta de tu depa —arqueo la ceja para poder ir a mi puerta y abrir—

—¡Cam! —salto para abrazarlo, se encontraba parado en el pasillo con unas maletas al lado de el—

—hermanita linda! —me abraza— como has cambiado! —cam se fue de la casa a los dieciocho cuando yo apenas tenia quince y se fue por que embarazo a su novia y tenían planes de vivir con mis padres y conmigo, mis padres no les pareció y decidieron que mi hermano era independiente para el hacer con su vida lo que se le plazca, más con su nueva familia–

—¿Que haces aquí? —nos soltamos del abrazo para quedar frente a frente—

—necesito que me compartas un par de días tu depa... —el semblante de cam cambio a uno triste—

—claro! Pasa! —Cam paso al departamento con sus maletas, al entrar el observa toda el departamento para verme y preguntar—

—¿Vives sola? —hago puchero y suelto un suspiro—

—Solamente para mi —tomo asiento en mi sofá, el deja sus maletas en una esquina para poder sentarse al lado mio— ¿me contarás que pasa? — el agacha su cabeza–

—Rebecca... se separo de mi y se llevo a mi hijo —notaba el semblante de tristeza en cam— Me sentía tan solo.... me hacía falta tener ruido en la casa, no comer solo, hablar con alguien

—Cam.... —lo vuelvo a abrazar con unas fuerzas, era mi hermano mayor con el que había crecido, con el que pasé momentos muy felices con el ¿como no ayudarlo?—se que no es fácil, pero pronto se calmará la situación y serás feliz de nuevo

Así estuvimos un tiempo charlando para poder sentarnos a comer, pudimos recordar viejos tiempos y la hora se nos fue volando. El Reloj marcaba las once y quince y tenía que madrugar mañana

—Te dejo hermano, tengo cosas que hacer mañana —el asiente jalando sus cosas a la habitación de invitados, por suerte tenía una ocupada—

Nos despedimos para cada uno encerrarse en su habitación para prepararse y dormir

Al siguiente día tuve la misma rutina que la de ayer, solo que hoy era diferente ya que ya no estaba sola en mi departamento

—¿Así que ya tienes trabajo? —Cam permanecía sentado en la barra de la cocina— ¿de que trabajas?

—si y ¿para que quieres saber? —Respondo cada de sus preguntas, no quiero soltar la sopa solo así, ese trabajo no era seguro que trabaje ahí por años y Cam era posesivo, si me despiden el puede ir a hacer problema por que yo soy una chica super responsable y que se esmera en el trabajo... En fin son anécdotas de secundaria—

—solo quiero saber que estas trabajando en un buen trabajo, que no sea de limpieza en oficinas o secretaria —eh omitido ese dato... pase estudiando día y noche para ser abogada, y tengo titulo de abogada pero no me han aceptado en ninguna parte, mi vida económica ya estaba colapsando así que tuve que aprender y sacar mis dotes de secretaria— Digo... ser secretaria no es malo pero para que pagaron mis padres y para que te partiste el lomo estudiando día y noche para un titulo que no lo aprovechas

—¡mira ya se me hace tarde! —veo el Reloj de mi muñeca para dejar el tema de lado—

—Bien, aquí estaré —anuncia, tomo mis cosas para poder salir de mi depa y dejarlo solo—













—¡mira las olas! —Gabriela me tomaba de la mano mientras con la otra mano tocaba la corriente de agua que nos llegaba a los pies— Chris... ¿estas bien? —nota mi tristeza al verla—

—tuvimos un tiempo de silencio viéndonos, mi corazón estaba rompiéndose más y más, tenía el hilito en la voz y mis lágrimas luchaban por salir—

—¿pasa algo? —rompe el silencio tomándome el rostro con sus dos manos—

—era el momento de decirlo...—¿Si te casaras con el? —ella no podía buscar una respuesta a mi pregunta.... Eso me afirmaba todo— ¿me amas?

—sabes que lo tengo que hacer —su familia estaba pasando por una situación económica, tenían el plan para juntarla con Oscar un hombre de negocios que ganaba bien –más que yo eso si– —y claro que te amo... dejaría todo por estar contigo pero sabes mi situación, la de mi familia

—Yo soy millonario también! Déjalo, no me importa si te gastas todo lo mío lo importante es que estemos juntos
—parecía un niño rogando por un capricho–

—ya es muy tarde, Chris —toma un suspiro largo— por más que me duela tenemos que dejar esto aquí —pensaba que me seguiría buscando y amando después de casarse pero ella estaba segura de lo que hacía y tenia que respetar eso—

—¿me prometes que nunca me olvidaras? Por más que te empieces a enamorar de el —ella soltó mi rostro y me agarro las dos manos—

—Te lo prometo —las lágrimas no faltaban, ella y yo estábamos llorando dejar algo que tanto amas es difícil soltarlo por más que luches pero se irán curando por el tiempo ¿no?—

—ella soltó mis manos para poder irse, poseo mi vista en el inmenso mar que aún llegaban las corrientes a mis pies— ¿me puedes dar el último beso? —escuche detrás de mi sin más volteo a verla para acercarme a ella, le tomo el mentón para Acercarla a mi y darle un dulce y suave beso... el último beso—









—al parecer el chisme se nos adelanta
—Dice Sally sentándose en la paleta de mi escritorio—

—¿Asi? —no tenia la más mínima pizca de interés en que chisme se metia sally—

—claro! Mi jefa viene mañana... ¿será que allá dejaron el amor que se tenían tu jefe y mi jefa? ¿O se han peleado? —sacaba conclusiones—

—No lo se, Sally —tome unos papeles para poder ir a la fotocopiadora, siento los pasos de Sally atrás míos— ¿o solo es por trabajo?

—Vamos ______! Toma un poco el chisme, el chisme es lo que más hay en el trabajo
—toma una de las hojas que tenia que copiar— así te acoplaras más rápido conmigo y las demás secretarias—

—me acoplare te lo juro pero por ahora quiero ingresar como una buena trabajadora en esta empresa —ella toma la hoja como abanico, lo bueno es que estaba en blanco... espero—

—Acoplar, acoplar y acoplar —bufea— ¿Sabes a quien me le acoplo? —saca su modo picarona, eso me daba risa como cambiaba tan rápido su modo— A ese bizcocho que acaba de entrar —Empieza a abanicarse más con la hoja, no quería mirar, no me causaba ni la más mínima duda de quien era pero cuando escucho la voz de Hugo—

—¡A quien tenemos aquí! Al mismo abogado Theodore Griffin —mi corazón se congelo al escuchar ese nombre. Volteo a ver y no me podía creer que esa persona estaba parado enfrente mía—

Amor Verdadero O Amor Laboral Donde viven las historias. Descúbrelo ahora