Zenitsu x female versions Zone.

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En un pequeño pueblo rodeado de montañas y bosques oscuros, los rumores sobre un demonio que acechaba en la sombra habían llevado a muchos cazadores a buscarlo. Zenitsu, un joven cazador de demonios, se unió a la búsqueda con la esperanza de demostrar su valía y proteger a su aldea. Sin embargo, había algo diferente en esta misión. Los relatos hablaban de un demonio que, a pesar de su naturaleza, parecía más humano que maligno.

Una noche, mientras patrullaba el bosque, Zenitsu se encontró con Doumi. Era una demonio de cabellos plateados y ojos brillantes como estrellas. En lugar de atacar, Doumi estaba sentada sobre una roca, observando el cielo, perdida en sus pensamientos. Zenitsu, asustado pero curioso, se acercó lentamente.

—¿Eres tú el demonio del que hablan? —preguntó, su voz temblorosa.

Doumi se giró, sorprendida por la presencia del cazador. Sin embargo, en sus ojos no había maldad, sino una tristeza profunda.

—Soy Doumi. No soy como los demás demonios. Solo quiero vivir en paz —respondió, su voz suave y melódica.

Zenitsu, atrapado entre el deber y la compasión, decidió escucharla. A medida que hablaban, se dio cuenta de que Doumi no era la criatura temible que había imaginado. Compartieron historias de sus vidas, de los sacrificios que ambos habían hecho. Zenitsu, con su carácter temeroso, encontró consuelo en la sinceridad de Doumi, mientras que ella se sentía comprendida por primera vez.

Con el tiempo, su conexión creció. Se encontraban en el bosque cada noche, compartiendo risas y sueños. Zenitsu comenzó a cuestionar lo que sabía sobre los demonios. Doumi, a su vez, deseaba proteger a Zenitsu, aunque su naturaleza lo condenara.

Una noche, mientras el cielo estrellado brillaba sobre ellos, Doumi confesó su amor. Su voz temblaba, pero su mirada era firme.

—No quiero que nuestro amor sea un pecado. Pero no puedo evitarlo. Te amo, Zenitsu.

Zenitsu, abrumado, sintió que su corazón latía con fuerza. En ese momento, comprendió que sus sentimientos eran igualmente profundos.

—Yo también te amo, Doumi. No importa lo que digan los demás. Quiero estar contigo, sin importar los peligros que enfrente —respondió, decidido.

Sin embargo, sabían que su amor enfrentaba desafíos. Los cazadores no aceptarían una relación entre un cazador y un demonio. Una noche, mientras escapaban juntos de una emboscada, Zenitsu se dio cuenta de que tenían que tomar una decisión.

—Debemos dejar este lugar. Podemos encontrar un lugar donde podamos ser libres —propuso.

Doumi, aunque dudosa, asintió. Con el corazón lleno de esperanza y temor, se adentraron en la oscuridad del bosque, dejando atrás sus pasados. Juntos, buscarían un futuro donde su amor pudiera florecer, sin miedo ni prejuicios.

Y así, mientras la luna iluminaba su camino, Doumi y Zenitsu se convirtieron en una leyenda: la historia de un cazador y un demonio que desafiaron el destino por amor.