Regreso

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Claire POV

No veo el momento en que las puertas portales finalmente se habiliten en Bauer, los viajes en carruaje entre reinos son realmente agotadores, además de una gran perdida de tiempo.

Como es recurrente, fui solicitada para asistir a la Academia Imperial en Nur. Amo mi trabajo y estoy más que honrada de que Philine confíe tanto en mí y en Rae para encargarnos ciertos temas, ¡Pero dos semanas lejos de mi familia es demasiado!

El imperio está más que dispuesto a cubrir los gastos de traer a mis chicas conmigo, pero May y Aleah están a mitad de año lectivo, no es prudente interrumpir sus clases por estas cosas, y por mucho que Rae desee acompañarme, dejar solas a nuestras hijas cuando no es necesario, tampoco pasa por su mente.

Apoyo mi cabeza en la ventana pensando en qué podría hacer para compensar estas semanas ausentes. ¿Tal vez llevarlas a pasear? ¿Un picnic? ¿Comprarles algo?

Lo mejor que podría hacer por Rae es encargarme de la mayor parte de las tareas del hogar por unos días, cuando ella no está, tengo muchas complicaciones para mantener todo sola, así que puedo imaginarme lo agotada que debe estar. Sí, mi Rae debería tomarse unos días.

Debí dormitar un buen rato, pues cuando desperté bien, el carruaje había llegado a la Academia Real. Todos los que fuimos bajamos y esperamos que bajaran nuestros equipajes, veo a algunos de mis compañeros y compañeras saludar a los familiares que vinieron a recibirlos.

Miro un poco entre la multitud buscando...

"¡Mamá Claire!"
"¡Madre Claire!"

Eso mismo.
Mi rostro se ilumina con una sonrisa al reconocer la voz de mis bebés, volteo para verlas acercarse corriendo y las atrapo cuando se lanzan encima mío.

Ya tienen 11 años, así que me es casi imposible cargarlas, por suerte un pequeño hechizo de refuerzo me permite levantarlas aunque sea el tiempo suficiente para besar sus mejillas y recibir sus besos. Aprovecharé hasta el último momento en que pueda tenerlas en mis brazos, así tengan ya 18 años.

"¡Te extrañamos mucho!" Aleah se aferra a mi cuello.

"¿Nos trajiste algo?" Pregunta May tratando de bajarse.

"Por supuesto" Suelto una risa cariñosa mientras las dejo en el suelo a ambas, acariciando sus cabecitas. "Pero primero, ¿Dónde está...?"

"Aquí" Rae me llama la atención.

Solo ver su cálida sonrisa de nuevo me llenó de alegría.

Ugh, odio estar separada de mi familia, y una de las razones más vergonzosas es que me vuelve consciente de lo tontamente enamorada que estoy de mi esposa. Mis mañanas no están completas sin nuestro beso de buenos días, el día pasa lento sin verla aunque sea una vez, todo es más estresante sin sus interminables chistes, la cama es más incomoda sin ella a mi lado.

Vergonzoso, demasiado vergonzoso.

Toda una adulta de 21 años, y mi corazón sigue acelerándose sin sentido solo por ver a mi esposa rodeandome con sus brazos.

Las niñas siguen abrazadas a mi cintura, las escucho soltar risitas mientras Rae acerca su rostro al mío. ¿Va a besarme? ¡Estamos en público! Esta mujer...pero ya que no queda de otra, cierro los ojos e inclino el rostro esperando el toque de sus labios sobre los míos.

Pero no llega.

En su lugar, siento sus suaves labios en mi mejilla por varios segundos.

Ah...

Sobre la familia y otras cosas - Me enamoré de la villana Donde viven las historias. Descúbrelo ahora