Capítulo 3: La condena del sombrero

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Pov: Archibald Gaunt

Una sonrisa se formó en su rostro cuando una mujer mayor se acercó a ellos. ¿Cómo mentir? Estaba muy emocionado, incluso cuando no quería demostrarlo.

—Ustedes deben ser los nuevos alumnos. El director Dumbledore me comentó sobre ustedes. —La mujer les habló con un tono un poco severo—. Soy la profesora Mcgonagall, y seré su guía por hoy. Acompáñame.

Archie tomó la mano de su hermana para que ambos caminarán detrás de la profesora, acercándose a unas escaleras dentro del castillo. Había varios niños reunidos cerca de ellos.

Él notó el nerviosismo de Leila, por lo que apretó su agarre. Ella recostó su cabeza en la espalda de su hermano, respirando entrecortadamente.

—Tengo miedo, Archie —susurró—. No quiero volver a pasar por lo mismo...

—Esta vez no lo permitiré. Estás conmigo —garantizó, abrazándola de lado.

La profesora se paró frente a todos. Les explicó a los niños pequeños la dinámica de la selección, y luego se dirigió directamente a los mellizos.

—Ustedes esperarán afuera. Luego los llamaré y entrarán. ¿Entendido?

Archibald asintió, sintiendo las miradas confusas de los pequeños.

Decir que se sentía nervioso mientras esperaban fuera del Gran Comedor era un eufemismo. Las manos de Leila temblaban en las suyas, y las de él sudaban. Archie besó la frente de su hermana para calmarla.

De repente, escucharon la voz de la profesora en la puerta. Se sobresaltaron, pero asintieron para caminar hacia la puerta.

—No importa en cuál casa quedemos, siempre estaremos juntos.

—Siempre.

Archibald chocó su puño con el de su hermana, para luego hacer dos pájaros, chocar los codos y simular una pistola con más manos. Ese era su saludo especial.

Cuando cruzaron la puerta, los ojos se detuvieron en Archibald, o así lo sintió él.

—¡Démosle la bienvenida a nuestros nuevos compañeros de tercer año! —La voz del director fue apagada por los murmureos—. Entiendo que es algo nuevo, pero espero la cortesía y comprensión de los estudiantes para que sus nuevos compañeros se sientan apreciados... ¡en Hogwarts!

Archibald dejó su sorpresa y comenzó a caminar en medio de las dos mesas que llevaban al final, dónde estaba el sombrero andrajoso. Al notar que Leila no lo seguía, sino que observaba la mesa de Slytherin con aprensión, la tomó de la mano para caminar juntos.

Miró hacia donde su hermana estaba viendo segundos atrás, y notó la mirada fría y gélida de unos ojos grises. Leila tenía oculto su rostro en la espalda de Archie, quizás por vergüenza o algo más.

—¡Son iguales!

—Qué lindo es...

—¡Qué él quede en nuestra casa!

—Solo Dumbledore hace esto, en serio.

—¿Cómo los dejan entrar así nada más?

Los murmureos no dejaban de escucharse. Archie lanzó una mirada a la mesa de Gryffindor, dónde se encontraban los chicos que conoció en el tren, dedicándole sonrisas. Archie devolvió el gesto mientras la profesora Mcgonagall lo llamaba

—¡Archibald Gaunt!

Todos comenzaron a murmurar más fuerte, con confusión y sorpresa. Dumbledore los calló mientras Archie caminaba hacia el centro. Se puso el sombrero, sintiendo la mirada nerviosa de Leila.

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⏰ Última actualización: 6 days ago ⏰

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