Capítulo tres: "Choque de mundos"

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Decidí volver a casa porque el dolor me mataba, llegué a mi casa y me acosté a dormir.
La mañana siguiente, me desperté y me tomé unos medicamentos que tenía aunque aún así calmado el dolor, sentía como si por dentro caía en un oscuro y profundo abismo.
Inclusive pensaba en lo que estaba pasando entre mi familia que últimamente las cosas no iban muy bien, siempre que intentaba mantener una conversación sana y decente con ellos, un problema exterior saltaba a empeorar las cosas. Pero igual siempre mantenía una sonrisa sin darle mucha importancia a esto, aunque notaba que la situación empeoraba mi estado de ánimo por las veces en las que sentía una punzada como si fuera directo al corazón, esto estaba degradando mi salud mental poco a poco y lo sabia muy bien.
Esto me estaba poniendo de mal humor, entonces opté por leer un libro, si recuerdo bien el nombre era "El infinito en un junco" de Irene Vallejo. Qué, en sí, busca resaltar la importancia de su libro, pero además hacer un homenaje a la oralidad y a todos esos grandes narradores analfabetos que ha habido a lo largo de los tiempos.

Me harté de siempre mantener la vista gorda con todo el conflicto en mi familia, ya me cansó siempre las mismas peleas, mi cabeza explota de la rabia contenida en mi interior.
Necesito urgentemente arreglar esto, mi salud mental esta al borde de cambiar por completo. Porque ya mi cabeza no aguanta mas tanta mala vibra.
Tuve la idea de mandarle a un mensaje a una persona conocida que pasaba cosas similares a las mías,Melania, pidiéndole si puede darme algún consejo chiquito aunque sea, de como hace para pasar por estos problemas y que no le afecten mucho.
Hablamos y hablamos mientras el esperaba el colectivo, fue una larga charla, pero entretenida.

"Ecos del futuro"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora