El Lado B de la Cinta

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- ¿Acaso no os es suficiente? Diréis que las palabras ya no bastan, esto es una pérdida de tiempo y mi tiempo es tan sagrado como la música que escribí, cada hoja llena ¿acaso nadie entiende la profundidad de sus notas?


Declamaba la parasaurio en un escenario bien iluminado, con las dos manos al aire dirigiéndose a un público de sillas vacías y 2 dinos más.


Aún no tenía su vestuario pero actuaba como si ya fuera la obra y tuviera puesto este, Mia se entregaba completamente al personaje cuando subía aquí, esa era ella y era algo que asombraba a sus compañeros semiactores mientras eran vigilados atentamente por una mujer de edad, buenas caderas, postura perfecta y plumas bien cuidadas, la profesora de teatro atina a decir con una voz firme.



- Corte, ya vamos avanzando, pero...


Es cuando sube al escenario y se deja ver mejor su figura, una quetzalcoatlus alta con una mirada aguda e incisiva, en su cara se veía que siempre buscaba los pequeños detalles para pulirlos de la mejor manera y haría esto las veces necesarias, una vista fija en cada parte del ser de la chica que la hacen dudar y hasta tirar una gota de sudor pensando si esto fue suficiente.


- Ya hemos hablado de esto, tu postura, te necesito más confiada, mucho más presumida, eres la gran Anna Vitoree, necesito que creas que nadie merece escucharte, siente esa soberbia recorrer tus venas y expúlsalo al público.




- jejeje


Como si la cereza con músculos no supiera que era el egocentrismo y aún mas la soberbia.


La maestra con una barra extensible en las manos apunta a su espalda baja y rápidamente la golpea ligeramente como si de un toque involuntario de un distraído se tratase, para ahora apuntar a su cuello, todo para que la parasaurio siga las instrucciones de erguirse perfectamente ya que no solía estar acostumbrada a esta postura, mientras Lunara y Kiara la miran desde las sillas del público.


- Necesito que te tomes enserio esto niña


- Lo estoy tomando muy enserio señorita Karrigan


- ¿Tan enserio como perseguiste al estudiante nuevo ayer?...


La maestra le da un pequeño *bong* en la cabeza.


Se ve que los rumores llegaron a todos los lugares y eso la hace sonrojar, pero no solo eso, todos decían a lujo de detalle que este calvo con gafas de sol era un enamorado pasajero que le dijo que no y por eso lo persiguió a tales rincones, o eso es de lo que murmuraban Lunara y kiara en las sillas mientras veían atentamente que haría la maestra a continuación.


- Chismosas...


- No sé en que novela sin fin te has metido, pero no arriesgare medio año de trabajo sin descanso en este palacio catártico por culpa de su protagonista incontinente y carente de afecto.

LA RUTA DEL DOLORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora