03.

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-¿Síntomas? -cuestiona la doctora Vettel después de haberse presentado, saludado y darle una pequeña introducción a los adolescentes.

Nico olisquea y gruñe un poco, no le gustaba el aroma a tierra mojada, lo repudia, pero eso no le detiene a darle una respuesta a la adulta.

-Los hospitales me hacen enojar y me dan fiebre-dice, abrazando sus rodillas en el asiento mientras hacía un puchero. Sebastian le da un manotazo en la cabeza y ella lloriquea-. ¡Bien! ¡Últimamente la comida me da asco y estoy vomitando mucho!

La doctora asiente, anotando todo en una especie de hoja.

-¿Qué has comido? -vuelve a preguntar la madre de Sebastian, su tono calmado.

-Ehm... -Nico lo piensa, jugando con las mangas de su polerón rosita ¡Y es que a él le gusta el rosita porque es un color muy bonito! No le vayan a decir aniñado por eso-. Si no mal recuerdo, comí gelatinas, leche, luego cerdo asado, frijoles con arroz blanco... ¡Pero luego lo vomité todo, señora Vettel! Y bueno, después comí más.

-Eso es mucho para un omega tan pequeño como tú... -murmura la doctora Vettel y Nico se siente mal debido a que cree que le está diciendo gordo indirectamente pero ¡Él no está gordita! ¿Cierto? ¡¿Cierto?! Hace otro puchero, escondiendo su rostro entre sus rodillas.-Si estás mal del estómago es irónico que luego comas mucho.

-¡Lo mismo digo, mami! -chilla el omega menor-. ¡Lo peor es que fue en mi cama!

Ahora es Nico quién le tira un manotazo en la cabeza.

-Eres un bocotas -gruñe el mayor-¿A caso yo le digo a tu mamá que le hiciste un baile a Kimi vestido de carne por sus fetiches todos raros?

-¡Nico!

-¿Qué mi hijo hizo qué? -pregunta la alfa frunciendo el ceño y dejando de escribir la hoja en sus manos, mira a Kimi de manera asesina, éste solo se encoge desde su sitio.

-Creo que mi abuelita me llama desde el cielo, señora Vettel-dice Kimi, parándose de la silla con dirección a la puerta.-¡Voy a ir a verla, nos vemos otro día!

-Kimi Räikkonen.-llama de forma dura Sebastian y el alfa se gira de forma inmediata y nerviosa, le responde con un «¿Si, amorcito?»-, ¡Me saludas a tu abuelita y dile que gracias por las galletitas de hace días!

-Oki, mi vida. Todo lo que quieras, tú di rana y yo salto -dijo él tomando la manija, listo para salir y tomar aire fresco o un aroma que no sea el de la madre de Sebastian. Abre la puerta y se retira.

-Si sales de esa puerta llamaré a tu
madre-dice la doctora de repente, su rostro impasible y su tono tan rígido que Kimi vuelve a su posición de antes, obediente como un perro.

Seb nota el miedo de su alfa y lo toma de la mano, dando un apretón fuerte.

-A lo que iba -continua la doctora, como si nada hubiera pasado. Nico traga saliva, le daba miedo-. ¿Has sentido mareos?

-Sipi -vuelve a decir.

-¿Has sentido tus pechos sensibles o hinchados?

Nico lo piensa.

-Algo así -hace una mueca, no le gustaba mucho ese dolorcito.-Es feito
eso...

La doctora comienza a escribir otra vez.

-¿Has estado yendo mucho al baño? -Nico asiente, y la doctora vuelve a pasar el lápiz en su hoja, haciendo un análisis de todos los síntomas que ha confirmado el paciente, entonces se le hace una idea que no duda en preguntar ni sorprenderse, sin saber que el omega ya sentía estragos en su estómago-. ¿Cuando fue la última vez que tuviste relaciones?

Y Nico vomita.

Sebastian pega un chillido por el susto y Kimi hace lo mismo, pero solo porque esta vez el vómito cae en sus zapatos, sus benditos y jodidos zapatos.

...𝙁𝙪𝙘𝙠! +16 | 𝘽𝙧𝙤𝙘𝙚𝙙𝙚𝙨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora