Dream

Un pequeño tropiezo

C I N C O

La mayor aventura que puedes tener es vivir la vida de tus sueños

Oprah Winfrey

...

La luz del día apenas se filtraba por la ventana cuando sentí que sacudieron mis hombros como un saco de papas, seguido por la voz de mi madre diciendo cosas que no entendía por estar somnolienta. La habitación estaba en penumbras, y el eco de la noche aterradora que había pasado en la cueva con Dream aún resonaba en mi mente. Verdaderamente me asusté mucho al ver ese cadáver, no lo imaginé, literalmente quiero pensar que es una broma montada por adelanto a Halloween, faltando 2 meses para ese día y Dream siendo atractivamente wapo, raro o serio no quisiera pensar que se prestó para esas cosas. Quiero pensarlo así , pero su seriedad y su mirada es lo que me da nervios.

"No le digas a nadie de lo que viste"

¿Y que pasaría si lo contase?
¿Lo tomarían como loco y lo llevan a un psiquiatra?
¿O lo mandarían lejos?

Mucha curiosidad. Pero tengo que mostrar que soy más dura de lo que aparento.

—¡Everyn!—el grito de mi madre me sacó de mis pensamientos, lo cual doy un pequeño brinco observándola—llevo media hora llamándote— más exagerada y no nace

—Me interrumpes mi viaje astral—contesto estirando mis brazos preguntándole la razón de su llamado. Pero su cara cambia drásticamente a una nerviosa y contenta—¿Qué pasa, y esa sonrisita?— no pude contener una también

—Sabes que trabajo en una empresa, ¿verdad? —asiento— Pues prepárate, mi jefe, Richard Müller nos ha invitado a su gala—anunció con voz llena de entusiasmo. Yo, con ojeras que parecían arrastrarse por el suelo, me senté en la cama, incrédula. Esta era una buena oportunidad, significaba poder y respeto en un mundo que siempre me había sentido ajena.

—¿Pero a qué se debe esto?— mi incredulidad aún estaba plasmada en mi cara, nunca habíamos ido a una fiesta de gala, nosotros no es que fuéramos de bajo mundo pero tampoco de arriba a lo más alto. Su respuesta fue aún más intrigante

— Ni yo misma sé, bueno, sabemos porque invitó a toda la empresa a su gran mansión. Dijo que tenía que dar una gran noticia y que fuéramos con nuestra mejor ropa. Así que debes prepararte y desayunar. Vamos de compras al centro comercial del pueblo—dijo claramente emocionada por la oportunidad que se presentaba. Verdaderamente no se pierde ni una. Estoy también emocionada porque es algo bueno. Richard Müller, uno de los multimillonarios más reconocidos del país, y yo pensé que mi madre iba a renunciar al trabajo como 3ra vez en dos meses. Me sorprendes

Después de un desayuno rápido nos  apresuramos hacia el centro comercial. La visita fue un torbellino de actividad: nos probamos vestidos que nos hacían brillar los ojos y tacones que acentuaban nuestras  piernas. Hasta que finalmente eligí un vestido largo y elegante que abrazaba mi figura, y unos tacones que me elevaban tanto física como emocionalmente. El tiempo pasó volando, además de la larga cola almorzamos en una cafetería.

Al llegar preparé la ropa encima de la cama y fui al baño a ducharme. Estaba atrapada en una burbuja de anticipación, me peiné  cuidadosamente, dejando que mi largo cabello cayera en suaves ondas alrededor de mi rostro, y eligí un maquillaje sin ser demasiado ostentoso. Al vestirme el vestido rojo con algunas perlas decoradas parecía cobrar vida; cuando finalmente miré al espejo, apenas podía reconocer a la chica reflejada. Era una versión de mí misma que había anhelado ver: fuerte, segura y lista para enfrentar el mundo. No usaba un vestido hace tiempo, desde el funeral de mi abuela, la extraño demasiado. Ya que normalmente me gusta vestirme con unos shorts y pullover