『𝕌η ꪖᎷᎧᏒ ηᏬηƈꪖ ꪜᎥᏕՇ𝕠』 {Alan Becker}

•○°-Capitulo 11-°○•

[Narrador/a POV]

Victim se despertó después de una noche llena de pensamientos, su mente aún procesando todo. Miró a su alrededor, pero la cocina estaba vacía. Decidió bajar las escaleras, pero al dar el primer paso, alguien apareció de repente y ambos chocaron en el pasillo. Victim levantó la mirada para ver quién era, y al reconocerlo, se dio cuenta de que era Orange. También él acababa de levantarse y parecía desorientado, sin saber muy bien por dónde iba.

— Tenemos que dejar de chocar así, de la nada —comentó Orange, algo nervioso pero intentando mantener la calma—

— No pasaría si no fueras tan distraído… —respondió Victim, con un tono serio pero sin dejar de ser directo—

Orange se rascó la cabeza, visiblemente avergonzado, mientras intentaba encontrar una respuesta adecuada.

— ¿Distraído yo? ¡Si apenas me acabo de despertar! —exclamó Orange, acompañando sus palabras con una sonrisa tonta, como si intentara restarle importancia al incidente.

Victim suspiró y cruzó los brazos, observando a Orange durante un momento. No pudo evitar notar lo desordenado que se veía: su cabello aún más alborotado de lo usual y su camiseta arrugada, como si hubiera estado dando vueltas en la cama toda la noche.

— Eso no te excusa —respondió Victim, aunque no pudo evitar que una ligera sonrisa se asomara en sus labios. La presencia de Orange, aunque algo caótica, de alguna manera resultaba reconfortante.

Orange se enderezó, mirando a su alrededor con aire de desorientación.

— ¿A dónde vas? —preguntó Victim, frunciendo el ceño al ver que Orange comenzaba a caminar en dirección equivocada.

— Oh... —Orange se detuvo de golpe y se giró hacia él, sonriendo de nuevo—. Parece que mi cerebro todavía está medio dormido.

Victim soltó una pequeña risa, sintiendo cómo las tensiones matutinas se aliviaban un poco.

— Te convendría tomártelo con calma, o terminarás estrellándote con algo más —comentó Victim, antes de retomar su camino hacia la cocina.

Mientras avanzaban, Victim no pudo evitar preguntarse si este encuentro fortuito marcaría el inicio de algo más o si seguirían chocando, literalmente, por pura casualidad.

Sin embargo, decidió ignorarlo y se sirvió un vaso de leche. Mientras tanto, Orange se dirigió a la sala y se acomodó en el sofá, buscando relajarse para estar al cien por ciento.

Victim asomó la cabeza por la puerta de la cocina y, con cierto tono de preocupación, comenzó a preguntar:

— Tú... ¿sabes a dónde se fueron los demás? No he escuchado ni un solo ruido de destrucción ni nada en esta casa, y eso me tiene algo preocupado… —dijo Victim, desde la cocina, con una mirada inquieta.

— Se fueron a jugar Minecraft. Están algo obsesionados con ese juego, pero al menos la casa está en paz —respondió Orange, relajándose, aunque su tranquilidad duró poco. Unos gritos provenientes del piso superior cortaron el ambiente pacífico: Chosen y Dark peleando, otra vez.

Chosen bajó las escaleras con el rostro marcado por la ira. Al llegar al final, salió de la casa de un solo impulso y azotó la puerta al cerrarla con fuerza. Victim volteó a ver a Orange, entrecerrando los ojos y transmitiéndole con la mirada un claro "¿qué decías?". Orange, por su parte, solo podía mirar confundido la actitud explosiva de Chosen.