Capitulo 2: The Reality

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Era un día normal como otro, los pájaros cantando, los chorros de agua sonando en el estanque, el día estaba con un cielo azul marino, las personas dirigiéndose rumbo hacia direcciones desconocidas cada uno, otros con actividades dentro de sus casas y trabajos.

Pero algo andaba mal.

El peli azul, nombrado Tomás, se encontraba en su casa, específicamente en su habitación. Estaba estudiando y a la vez escuchando música para relajarse, se encontraba en su propio mundo mientras tenia ese aparato en sus orejas, no quería escuchar el mundo exterior, todo le molestaba.

Especialmente lo que ocurría fuera de su habitación, dentro de su casa.

— ¡Te he dicho mil veces que no salgas sin mi permiso, estúpida mujer! —

— ¡No tengo porque pedirle permiso a un imbécil como tu! —

Más y más insultos, que llegaban hasta la violencia física, esa era una de las principales razones por la cual siempre quería estar encerrado en su habitación, con la excusa que tiene que estudiar.

Sus padres diariamente tenían peleas y discusiones sin sentido, cuando uno estaba enojado, siempre tenían que desquitarse con su hijo. 

Siempre es con el hijo.

De tanta violencia, a Tomás se le han quedado varios traumas y marcas, tanto física como mentalmente. Son recuerdos que no podrán ser olvidados ni reparados.

Por ahora

...

Un rato después, Tomás decide sacarse los auriculares de sus orejas, los deja en la mesa de estudios. Al escuchar que el ambiente dentro de la casa estaba tranquilo, sin gritos ni insultos, supo desde entonces que la discusión entre sus padres había terminado. Tubo la gran idea de querer salir hacia un parque o algún lugar para relajarse y poder olvidar el mal rato.

Tomás se levanto del asiento y decidió salir por la puerta de la habitación, sabia perfectamente que si se encontraba con su madre o su padre lo regañaría sin ninguna razón, estaba claro que era para desquitarse. Salió sigilosamente mientras cerraba la puerta despacio. Fue bajando las escaleras con cuidado.

Al llegar a la sala, se dio cuenta que no había nadie, sus padres salieron. Solo pudo ver como el piso estaba lleno de vidrios rotos, esta vez se pelearon lanzándose cosas. Al peli azul no le importo los detalles de la pelea y solo salió por la puerta delantera. Una vez que salió de su hogar, caminó sin rumbo cierto, pensando en a que lugar ir para relajarse.

Lo único que pensó es en ir a un parque, era un lugar tranquilo para el, niños jugando y personas trotando o entrenando, era el lugar perfecto para relajarse aunque sea un poco.

...

Tomás ya había llegado al parque, y justamente lo que pensó vio a niños jugando plácidamente, personas hablando y riéndose como nunca, gente entrenando, no iba a tener ninguna molestia por lo visto. 

El peli azul vio a dos personas que pareciera que estuviesen esperando a alguien, un chico alto y una chica baja, ambos tenían gorras de invierno, pero no era de su incumbencia saber que hacían allí.

— ¡Al fin llegas, Dylan! —

El peli azul escucho de aquel chico alto que había visto antes, miro de reojo hacia el otro lado donde estaban saludando y vio a un chico de chaqueta roja y con una gorra, se ve que a el lo estaban esperando. 

No le importo en lo absoluto aquel chico, decidió sentarse en una banca que estaba al lado de un pequeño árbol, gracias a ese árbol lo tapaba de las luces del sol, al peli azul le pareció perfecto estar en ese lugar, pudo relajarse un poco y olvidar los problemas con sus padres.

Un rato después de estar sentado en aquella banca, pensando en cualquier cosa y tratando de olvidar sus problemas, sintió como alguien lo miraba, comenzó a incomodarse.

— ¡Dylan! ¿No nos escuchas? te estamos hablando desde hace rato. — 

Una vez más escucho ese nombre, parece que ese chico se lo quedo mirando, volvió a mirar de reojo hacia ese lugar, vio a esas 3 personas sentadas en una banca, un poco lejos de donde el estaba, pudo ver como el chico alto con gorra de invierno lo miró, se incomodo por el repentino contacto visual. 

Se levanto y se fue hacia el otro lado del parque, no quería socializar ni menos interactuar con ellos.

...

Ya había pasado un buen rato desde que se quedo en aquel parque, el cielo ya se estaba oscureciendo, en ese rato se había comprando un helado en un mini estándar que había en el parque, quedo un poco satisfecho.  

El peli azul ya estaba en la salida del parque para poder retirarse e ir a su hogar, aunque no quería porque sabia que sus padres ya estarían allí y habrían problemas con ellos, de todos modos tenia que ir.

Tomás sintió como era empujado por atrás.

— Ugh, ¡¿Que te pasa idiota, acaso no me ves?! — El peli azul hablo con todo el coraje que tenia, le molesto que le hubiesen empujado, no sabia si fue apropósito o solo era para molestarle el día.

— ¡Perdón! Enserio no te vi, iba caminando de es... — 

—No me interesa.—  respondió seco.

Tomás le arrebato la mano de forma brusca que le estaba ofreciendo para levantarse al chico de chaqueta roja y se levanto por si mismo, se paro y se fue del parque, dejando aquel chico, no pensó ni un poco en lo que pudo haber sentido o su razón por el haberle empujado.

Una vez que llego a su casa, escucho gritos dentro de ella, ya habían llegado sus padres.

Decidió entrar por la puerta principal sigilosamente, los gritos se escuchaban en la cocina así que no tendría ningún problema ir a su habitación rápidamente. 

Entró a la casa y se dirigió lo mas pronto posible hacia las escaleras, nuevamente se escucho como vidrios se rompían, los insultos y gritos se intensificaban.

Tomás llego a su habitación y se hecho encima del colchón, no pudo evitar soltar algunas lagrimas, estaba cansado de que sus padres estuviesen peleando, pensar en aquel chico que lo empujo sin razón y se lleno de coraje, no quería encontrárselo nuevamente. Dejo de pensar en eso y cerro sus ojos para poder dormir.

Tomás cayo en un profundo sueño.

Soulmates ☯︎♡ | Enemies To LoversDonde viven las historias. Descúbrelo ahora