Era una noche lluviosa en la residencia de los Elliot, el viento soplaba levemente, levantando un leve aroma a tierra mojada y pino, arrastrando consigo el eco distante del trueno. Las gotas golpeaban los ventanales con una cadencia hipnótica, mientras la bruma se arremolinaba en los jardines oscuros. Al adentrarse en el interior de la mansión, en el gran salón, se podía ver a unos cuantos meid drones, en su mayoría compuestos por machos, colocando mesas, decoraciones, toallas de mesa, y sobre ellas, candelabros y platos cuidadosamente acomodados. El sonido metódico de los platos siendo acomodados resonaba en la sala, un contraste con el susurro del viento que se colaba por las rendijas de las ventanas.
Uno de estos drones, sin expresión alguna, se detuvo por un momento, observando el salón antes de dirigirse hacia la enorme puerta que conducía a un enorme pasillo. La cruzó en silencio, sus pasos metálicos resonaban en el suelo de mármol. Se detuvo en frente a una de las tantas puertas del pasillo, con delicadeza dio tres golpes en la puerta esperando autorización del residente. "Adelante" escuchó. El dron empujó la puerta con suavidad tras escuchar la autorización.
La habitación era espaciosa, decorada con un estilo opulento pero sobrio, dominada por tonos oscuros y muebles antiguos que reflejaban el poder y la riqueza del señor Elliot. Al fondo de la estancia, frente a un gran espejo de cuerpo entero, el señor Elliot se encontraba ajustando el cuello de su traje negro. Sus movimientos eran precisos y controlados, como si incluso al prepararse para una simple fiesta todo debiera ser perfecto.
El dron se acercó, deteniéndose a una distancia respetuosa antes de hablar.
-Señor Elliot, los preparativos para la fiesta están casi completos. El salón está listo, y los platos están siendo finalizados en este momento. Solo esperamos su señal para proceder -informó el dron con su tono habitual, neutro y eficiente.
El señor Elliot se detuvo un momento, observando su propio reflejo en el espejo antes de responder.
-Excelente -murmuró sin interés mientras ajustaba su corbata.
El dron permaneció inmóvil, sin atreverse a retirarse. Había aprendido que su amo a veces añadía instrucciones a último momento, y era mejor quedarse hasta asegurarse de no haber pasado nada por alto. Sin embargo, el señor Elliot no parecía dispuesto a dar más órdenes. Terminó de acomodarse la corbata, se alisó las mangas de su chaqueta y se miró una última vez en el espejo, evaluando su postura con ojos críticos.
Satisfecho, se disponía a marcharse, pero se percató de que el dron seguía ahí, esperando.
-¿Qué haces todavía aquí? ¡Largo! -exclamó con un brusco gesto hacia la puerta.
El dron dio un respingo ante el repentino estallido de su amo. Abrió la puerta con cautela para retirarse, pero antes de poder cerrarla por completo, escuchó la voz del señor Elliot una vez más.
-Espera... maldita sea -murmuró Elliot, frotándose la frente con frustración-. Se me olvidó. Asegúrate de que Tessa esté lista, y verifica que no esté revolviendo en la basura por esos malditos drones mascotas suyos.
El dron se detuvo, la puerta aún entreabierta. Tardó un segundo en procesar la orden, su sistema calculando rápidamente la mejor respuesta para no levantar sospechas. Con algo de nerviosismo que intentaba disimular, contestó:
-No se preocupe, señor. La señorita Tessa está en su habitación viendo películas en este momento. No hay razón para alarmarse.
El señor Elliot se quedó mirándolo fijamente, escrutando cada palabra. El dron, aunque inmóvil, sintió la presión de aquellos ojos, como si lo penetrara más allá de sus sistemas.
-Bien -respondió Elliot, volviendo a su postura fría y altiva-. No quiero más contratiempos esta noche. Asegúrense de que todo esté listo.
El dron inclinó la cabeza con respeto y cerró la puerta suavemente tras de sí. Una vez fuera, soltó un leve suspiro de alivio, sabiendo que había logrado esquivar un conflicto mayor por el momento. Sin perder más tiempo, avanzó por el extenso pasillo, acelerando el paso en dirección a la habitación de la señorita Tessa.
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chispa (Murder drones)
Fanficuna historia que trata de contar la relación de N y V en la mansión. J, Cyn y Tessa estarán aquí también pero no serán tan relevantes. Menos CYN, ella si será relevante.