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Un golpe sordo se escuchó en toda la sala de aquella mansión donde vivió la mayor parte de su niñez. Llevó sus manos a su rostro que le ardía después de la cachetada que le había dado esa mujer.

–Estas loca –tiene un esguince, intervino SeokJin ayudando a Jimin.

–Me respetas Park Jimin –grito la mujer, ignorando a su hijo– Soy tu madre.

Jimin apretó los puños. Había llegado hace un día a la mansión de su padre. Ya que SeokJin, se había ofrecido a cuidarlo y el aún vivía con su madre, a pesar de tener su propio departamento.

–No, no lo eres. No te tomes atribuciones que no son tuyas. Estoy cansado HyeJin. Cansado de que trates de controlar mi vida y la de SeokJin. Te agradezco los años que me cuidaste pero ya es hora de alejarme de tí y de tu toxicidad y espero que SeokJin haga lo mismo. Me has tratado horrible todos estos años y me obligaste a hacer cosas contra mi voluntad, utilizando a mi amigo. Estoy cansado.

La mujer hizo un amago de volver a golpearlo pero SeokJin, la detuvo.

–Sueltame, que debo cerrarle la boca a ese chiquillo insolente.

–No lo permitiré, no ves que esta lastimado. Lo vuelves a tocar y te olvidas que soy tu hijo.

La mujer se deshizo del agarre y soltó una carcajada.

–No eres tan importante SeokJin. No me duele lo que dices. Aléjate si quieres, vete y llévate contigo a este inútil, que no hizo más que traerme problemas cuando me case con su padre.

Jimin se sintió temblar del enojo. Maldita mujer que no hizo más que aprovecharse de su padre.

–Lo haremos. Nos alojaremos de tí. –dijo el mayor con los ojos llorosos– solo espero que no te arrepientas cuando pase esa puerta.

La mujer comenzó a reír.

–Escúchame Kim SeokJin de lo único que me arrepiento es de haber seguido el embarazo y dejar mis sueños de lado, por tú culpa –dijo apuntándole con el dedo.

SeokJin, tomó a Jimin entre sus brazos y murmuró una disculpa a su madre y salieron de lugar.

–Lo siento tanto Jiminie –murmuró.

–No es tu culpa. No lo es. –repetia

Ambos sintieron sus cuerpos más ligeros mientras se alejaban del lugar, de la mujer que tanto daño les hizo, a ellos y a sus amigos. Todos en paz por fin dispuestos a hacer sus vidas y cumplir sus sueños.

 Todos en paz por fin dispuestos a hacer sus vidas y cumplir sus sueños

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Love Tattoos | Kookmin auDonde viven las historias. Descúbrelo ahora