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Jungkook suspiró luego de un gran día de trabajo, su mano se sentía acalambrada debido a las largas horas de trazos en la piel que estuvo repartiendo a su clientela. Se vistió la chaqueta que había traído ese día y tomó el paraguas del local. La lluvia caía suavemente por las calles de Busan. Cerró el local y se dispuso a caminar por la acera en dirección a su casa, que no estaba muy retirada del local.

El viento frío acarició su rostro mientras pasaba por un parque vacío. Caminado con lentitud disfrutando del lugar y del viento lluvioso, escucho una risas. Dio un vistazo completo al parque hasta que dio con la figura delgada de un chico, quien corría por el lugar con una sonrisa, disfrutando Del clima. Cuando se acercó le fue imposible no reconocer a ese chico.

Jimin saltaba de un lugar a otro se quedó observandolo por varios minutos, hasta que lo vio caer. Escucho un quejido y se acerco.

–¿Te encuentras bien? –preguntó dejando de lado el paraguas y se agacho a la altura del menor.

Jimin hizo un puchero.

–El día iba tan bien. –murmuró Jimin.

–Es de mala educación ignorar a las personas.

–Lo siento hyung.

–¿Duele mucho? –preguntó cuando tocó la zona del tobillo y el menor soltó un quejido.

–No tanto, quizás es un esguince.

–Bien. Te llevaré a mi casa, esta cerca.

–¿Qué?

–¿Quieres quedarte aquí, bajo la lluvia y sin poder caminar?

–No, pero... ¿me llevaras a tu casa?

–Sí –le dio la espalda a Jimin –Sube

Jimin rodeo el cuello de Jungkook y este llevo sus manos a sus muslos para impulsarlo. Le entrego el paraguas y emprendieron camino a la casa del mayor.

–¿Haces ejercicio? Por supuesto que sí, si no, no tendrías estos brazotes. ¿Peso mucho?

–Nada. ¿Comes todos los días y a horas?

–Mmm... No, suelo comer muchos dulces y debido a eso, suelo someterme a dietas, pero es difícil, mis amigos siempre me llenan de golosinas.

–No creo que comer muchas golosinas y luego te sometas a dietas, sea bueno para tu salud. Debes decirles que te inviten comida de verdad.

–Ellos me consienten mucho, aunque lo nieguen.

Cuando ambos llegaron al departamento, Jungkook lo dejo en el sofá, fue por una bolsa con hielo y se acercó a él. Le quito los zapatos y coloco la bolsa de hielo sobre el tobillo.

–Ya se esta hinchando. –anunció Jungkook.

–Se ve horrible –comentó haciendo una mueca.

–Te daré algo para el dolor.

El rubio fue por las pastillas, mientras Jimin echaba un vistazo por la ventana, la lluvia había parado y el cielo se encontraba despejado. La luna brillaba con gran intensidad.

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–¿Qué haces ahí?

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–¿Qué haces ahí?. No debes hacer ningún esfuerzo.

–La noche esta muy bonita.

Jungkook se acercó a él con un vaso de agua y la pastilla para el dolor.

–Debes descansar.

–Puedo quedarme en el sofá. –comentó Jimin, cuando Jungkook lo tomó de modo nupcial.

–Bien. Mañana llama a tu hermano y ve al hospital. –ordenó.

El mayor le entregó un cambio de ropa, una almohada y una gran frazada para que no pasara frío durante la noche. Jimin le pidió dar la vuelta el sofá, para que pueda mirar por la ventana y el no pudo negarse, era su invitado.

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Love Tattoos | Kookmin auDonde viven las historias. Descúbrelo ahora