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Para todo el instituto, George siempre ha sido el más grande dilema. ¿Cómo alguien puede ser tan alegre? ¿cómo alguien puede sonreír todo el tiempo? ¿cómo alguien puede verse bien con cualquier cosa que se ponga encima? Ó incluso ¿cómo puede ser alguien tan perfecto? George era perfecto ante los ojos de cualquier espectador. 

                   

Bajito, delgado, su rostro angélical sobresale entre todos los jóvenes del instituto. Para qué hablar de su personalidad fresca y dulce. Nadie podía pillarle el defecto a George. Podían rumorear todo lo que quisieran, pero nunca encontraban alguna prueba de que aquellos rumores fuesen ciertos. 

                   

Y sin duda alguna, aquello no podía alimentar más el ego de nuestra súper estrella que tomaba todo lo bueno que se le adjuntaba a su persona y lo volvía algo para presumirle a Dream el fin de semana. Pues él amaba decirle al menor lo suertudo que era al tener su atención. 

                   

Pues claro, los adolescentes suelen ser tontos y ciegos, no llegan a ver más allá de lo que se le muestra en sus narices y definitivamente si alguien se fijara en la manera en la que mira George atentamente a Dream cuando el maestro de matemática lo hace pasar al frente, notaría ese brillo diferente que se asoma en los ojos de George cuando el menor habla e intenta explicar algo que ni sabe. 

                   

George no era un dilema, sólo nadie se había dado el tiempo de conocerlo. Él era como cualquier chico; frágil, dulce, a veces meloso, a veces carente de atención. George no era de piedra, también cae, también se hunde en la desgracia, y por supuesto también sufre. Y es que son escasos los momentos en los que se le cae la máscara de súper chico vitamina que nadie notaría sus dolores internos. 

                   

Pero eso no significaba que no estén ahí, y cuando Dream sostiene la cintura de su novio, de su novio real no de George, su corazón parecer querer salirse de su pecho para correr a esconderse. 


                   

Porque George será el otro y eso no lo sabe nadie más que él mismo, y Dream.



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The other woman will always cry herself to sleep

Dos chicos besándose | Dreamnotfound Donde viven las historias. Descúbrelo ahora