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Cuando el nombre de George salé de los labios de su novio, no puede evitar prestarle completa atención, y es que es tan divertido oír los chismes con los que llega karl cada mañana de su mejor amigo.
—Dicen que pasó el fin de semana completo con un universitario que tenía novia, y que ahora la novia está como loca buscándolo. ¿Puedes creerlo? Ni siquiera las universitarias pueden estar tranquilas con sus novios —karl se veía tan gracioso, haciendo que Dream sonriera.
George no pasó el fin de semana con un universitario, ni lo va a pasar tampoco. El pobre siquiera puede respirar un segundo en la escuela hasta que los brazos largos de Dream lo están atrayendo hacia él nuevamente. Si supieran lo empalagoso que es el mayor con el de cabello rubio, nadie inventaría tantas historias.
Y así es como el viernes sin siquiera prestarle atención, Dream le dice el último adiós a Karl, camina tranquilo hacia su casa a esperar dos minutos después para que llegue el mayor, y así pasar un cálido fin de semana repletó de amor.
