~Capítulo 1~

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_ ¡No vuelvas a compararme con él, mamá! -exclamé saliendo de aquella casa.

Acomodé bien mí guitarra a mis espaldas y avancé lentamente por las calles de Seattle.
Caminaba cabizbajo y recordando sus palabras. No soy igual a él. Él fue un idiota, el nos abandonó, ya no queria cuidar más de nosotros entonces nos dejó por su nueva familia. Al recordar todo eso, varías lágrimas amenazaban con escapar, pero traté de contenerlas; en ese preciso momento oí como una pareja discutía. Allí había un auto, en el que detrás de el me escondí para oír más de cerca la discusión.
No sé por qué lo hice pero algo me decía que debía hacerlo.

_ ¡Ya me haz cansado! _gritó él.
_ Ahh... _gimió de dolor_ Me haces daño, suéltame.
_ No, tu y yo siempre estaremos juntos.
_ ¿Es que no me haz oído? Ya no te quiero.
_ ¿Sabes lo que eres? Una zorra. _se oyó como le pegó una cachetada.
Oí como la chica cayó y su cuerpo chocó contra la acera.
Salí de mi escondite designado a darle su merecido a ese gilipollas.
_ ¿Acaso no la haz escuchado? _ le grité al salir.
_ ¿Y tú quién eres? ¿El príncipe azul que viene a salvar a la princesa?_ rió.
_ No precisamente soy el príncipe azul, como dices, pero sí el que te romperá la cara de un puñetazo si sigues pegandole y gritandole a una mujer._ me acerqué más a él.
_ ¡Uy si! Mira que miedo te tengo._ dijo desafiante.
_ ¡Te arrepentirás de lo que hiciste!_ lo tomé del borde de su camiseta negra y lo tiré al suelo para luego comenzar a golpearlo_ ¡Te lo mereces por hijo de puta!_ lo golpeé una y otra vez hasta que él me dio un fuerte puñetazo en la nariz, la cual comenzó a sangrar inmediatamente.
Se la devolví aún más fuerte dejándolo totalmente ensangrentado.
Me puse de pié y lo levanté del cuello.
_ Ahora vete de aquí si no quieres que te rompa la cara.
Él sin dudarlo salió corriendo.
Volteé y vi a la pobre chica tirada en el suelo, con un corte en su mejilla y un enorme moretón en su ojo aparte de las cicatrices en el cuerpo.
Me arrodillé en frente de ella y la cargue. Acaricié su mejilla y corrí un mechón de pelo que pedía sobre su ojo izquierdo.

Sin dudarlo corrí al hospital, lágrimas rodaban por mis mejillas. Era mi culpa, debí haber salido antes, ahora ella está así por mi.
Oh no, tardaré años en llegar al hospital y no tengo dinero para un taxi. Justo en ése momento sonó mi celular.
_ ¿Hola? _saludé.
_ Pedazo de idiota, que raro tu atendiendo sin mirar.
_ Oh, Anthony necesito tu ayuda.
_ ¿Para? _preguntó, confundido.
_ Cuando vengas te explico, dile a Krist que estoy en el parque. Necesito que venga a buscarme, debo ir al hospital, ¡Pero rápido!
_ ¿Qué haz hecho ahora Kurtco? _preguntó, preocupado pero con cierto cariño al hablar.
_ No hay tiempo de hablar.
_ Vale, irémos lo más rápido que se pueda. _colgó.

My Life With HerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora