Los ruidos provenientes de abajo me despiertan de mi sueño. Dirijo mi mirada al despertador en la mesita de noche.
3:41a.m
Escucho cosas romperse y la puerta cerrarse de un portazo.
Mi corazón late con fuerza amenazando con salir de mi pecho en este momento. Miles de suposiciones se cruzan en mi cabeza y todas tienen un final más horrible que el anterior.
¿Y si nos están asaltando? ¿Nos están robando? ¿Quién puede ser?
Un grito espeluznante se oye desde aquí.
Es papá.
Me levanto de la cama y agarro el bate de béisbol al lado de la puerta. Salgo de mi cuarto en pasos pequeños y bajo las escaleras, pero me detengo al final de éstas cuando veo un rastro de sangre en las baldosas blancas del piso. El bate que alguna vez sostenía con mis manos ahora está en el suelo.
Sigo el rastro con los ojos hasta encontrar a mi mamá mirandome con una expresión indescifrable en su rostro.
___¿Mamá?
Ella da dos pasos hasta mí y es cuando logro ver las manchas de sangre en su ropa y manos.
Trae el cabello atado en una coleta. Un brillo se incorpora en sus ojos y logro ver lo mucho que la está costando retener las lágrimas que amenazan con salir de sus ojos jade.
___¿Mamá? ¿Qué te ocurre? ¿Porque estás manchada con sangre?
Digo en un susurro pero no responde y con eso aumenta mi nerviosismo.
___¡Mamá respóndeme! ¡Por qué estás manchada con sangre! - Ella no responde, solo niega varias veces mientras las lágrimas caen en sus pálidas mejillas.
___Mell... Tenemos que irnos... No tenemos mucho tiempo...
Las palabras salen en un susurro de su boca tan rápido que no puedo procesar lo que pasa. «¿Qué?»
___Empaca tus cosas, ahora.
Su voz es fría, casi gruñe. No me da tiempo a procesar lo que pasa, otro grito de agonía me paraliza en mi lugar y mi mamá sólo puede fruncir el ceño.
___¡¿Papá?!
Mi corazón da un vuelco pero cuando quiero llegar hasta la habitación donde está él mamá me agarra del brazo deteniéndome y niega con la cabeza.
___Sube a tu cuarto y empaca lo necesario, nos vamos en diez minutos - ve que no me inmuto de mi lugar y frunce el ceño-¡Ahora!
No entiendo nada. Mamá está manchada con sangre y papá está desgarrándose seguramente de dolor en su habitación mientras que yo solo puedo subir a mi habitación y equipar mi ropa y demás en varias maletas y mochilas.
Todo pasa tan rápido, los minutos pasan muy rápido, pero mi cabeza sigue tardando en procesar lo que pasa. Abajo ya no se escucha nada, es como si no hubiese nadie. Los gritos de papá cesan. Miro a mi alrededor, ya todo está vacío. Las dos maletas al lado de la puerta indicándome nada.
Miro mi reflejo en el espejo pegado en la puerta y es cuando me doy cuenta que estoy llorando, tengo el cabello desaliñado.
___¡Mell!
El grito de mamá suena con urgencia, como si estuviera avisándome y bajo con mi bolsa en el hombro y las maletas en ambas manos.
Mamá está al final de las escaleras con una mochila en su espalda y una maleta, tiene puesta una gorra negra en la cabeza tapando sus cejas.
___Ponte esto y lleva tu equipaje en el auto, que no te vea nadie.
Dice tirándome una gorra similar a la suya y me la pongo por inercia en la cabeza, asiento a lo que me dice y dirijo mi equipaje en el auto.
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Nuestro secreto.
RomantikUn pasado. Un presente. Un secreto. Las piezas del rompecabezas no encajan y hasta este punto, Mell está a punto de rendirse. Tantas cosas no son como aparentan. Nada tiene sentido. El secreto que carga por años no la deja. ¿Qué pasa cuando comparte...