Yusuro: Subete no Hajimari

Capítulo 1: Un encuentro inesperado

El sol se deslizaba lentamente por el horizonte, tiñendo el cielo de tonos naranjas y púrpuras. En la pequeña plaza de la villa, una joven caminaba con prisa, el sonido de sus pasos resonando en las viejas piedras de la villa no pasaban desapercibidos en aquel atardecer. Sakura, con su cabello rosa corto, sus intensos ojos verdes que reflejaban determinación y su figura plana seguía con prisa pues no tenía tiempo que perder, o eso pensó hasta que, en el camino de regreso hacia su casa, encontró un extraño objeto reluciendo bajo la luz menguante. Al agacharse para recogerlo, su vida y la de su equipo cambiaría para siempre.

Sakura contempló el objeto en sus manos, era un antiguo pergamino cifrado aparentemente de antiguos clanes. Se preguntó que secretos podía contener. Mientras lo desenrollaba con cuidado, una voz profunda y desconocida irrumpió sus pensamientos.

-Ese pergamino ha esperado mucho tiempo para esta época.

Sakura levantó la cabeza y observó a un joven que aparentaba 14 o 16 años aproximadamente, con pelo largo, castaño y unos ojos marrones que parecían contar con mucha sabiduría y años de experiencia. Él sonrió con una mezcla de amabilidad y misterio.

-¿Quién eres? - preguntó Sakura sin ocultar su sorpresa.

-Mi nombre es Yusuro. Ese pergamino pertenece a los antiguos clanes de Konoha, guarda secretos y promesas de una mejor vida para aquel que lo descifre.

Sakura sintió una mezcla de escepticismo y curiosidad. Algo en el tono de Yusuro y el pergamino en su mano la convenció de que valía la pena investigar. 

-¿Dónde están los clanes ahora? - inquirió, dispuesta a seguir la pista. 

Yusuro sacudió la cabeza lentamente.

-No lo sé. Los clanes antiguos del pergamino desaparecieron hace mucho tiempo y nadie sabe con certeza dónde están. Pero si hay quien puede descifrar este pergamino, y es el equipo 7.

El viento sopló con fuerza, y el joven Yusuro se desvaneció como si nunca hubiera estado allí. Sakura se quedó con el pergamino en las manos, sintiendo la tensión de lo desconocido. Algo en su interior le decía que la vida de todos en Konoha estaba a punto de cambiar drásticamente. 

Con el corazón aún latiendo rápidamente por el encuentro, Sakura guardó el pergamino con cuidado en su bolsa y se dirigió a casa. Necesitaba descansar y procesar todo lo que había sucedido. Al llegar, se preparó para dormir, pero las palabras de Yusuro y la presencia del pergamino seguían rondando en su mente. Sabía que al día siguiente debía reunirse con el equipo 7 para compartir lo ocurrido y comenzar a desentrañar los secretos que podían proteger Konoha. Con esa decisión tomada, finalmente se permitió cerrar los ojos, esperando con ansias el amanecer de un nuevo día lleno de posibilidades.