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NO SOMOS UN NOSOTROS.

FOURTH

Heart se encargó de avisar a la doctora que había despertado, así como al resto de los chicos incluyendo a Gemini, pero la única que entro a la habitación fue la doctora, ninguno de ellos se presentó en el cuarto para ver como estaba, según Heart, los horarios de visita habían terminado y seguramente por eso no habían subido a verme, pero conocía a los chicos lo suficiente para saber que de querer hacerlo lo habrían hecho sin importarles un comino las reglas.

Y aun cuando el cuerpo me dolía como nunca antes lo había hecho, su ausencia me caló más profundo que cualquier herida física que tuviera. No podía ver a mi cachorro todavía y Gemini no quería estar conmigo, lo único que me quedaba era recibir sus visitas, quería verlos y sentirme de nuevo parte de su grupo, pero ya no era parte de su familia. Sabía que me merecía su indiferencia, pero eso no evitaba que me pasara cada segundo transcurrido mirando la puerta con la mínima esperanza de que alguno de ellos subiera al menos un minuto para cerciorarse de que estaba bien.

"Deberías comer algo." Musitó el rubio a mi lado, negué lentamente sin llegar a mirarlo, no tenía apetito, lo único que quería era regresar a la burbuja que un día Gemini construyó para nosotros, quería que volviera a quererme como antes y no pudiera estar lejos de mí por tanto tiempo. "Si quieres puedo pedirles que suban."

"No." Murmuré de inmediato, forzarlos a subir no se sentía correcto, no después de todo lo que había hecho. "Tienen razones para no querer estar aquí." La puerta se abrió de nuevo mostrando el rostro de la enfermera en turno que sonreía con profesionalismo.

"Sigues despierto, me alegró porque traje a alguien que estoy segura te mueres por conocer." Exclamó haciendo más grande la sonrisa en su rostro mientras abría del todo la puerta dejando pasar a un segundo enfermero que empujaba un diminuto cunero donde estaba mi cachorro, sonreí sinceramente tratando de levantarme para poder verlo mejor y Heart se apresuró a ayudarme al escucharme jadear de dolor. "Debes tomarlo con calma, si te abres las puntadas tendremos que llevarnos al cachorro de nuevo." Advirtió la enfermera que se había acercado para ayudar a Heart con su intento de acomodarme en la cama.

Asenti tan pronto estuve sentando y la enfermera tomó el bultito azul del cunero para colocarlo delicadamente en mis brazos, sonreí con los ojos llenos de lágrimas y levanté la mirada observando a las tres personas en la habitación que simplemente no eran a quien necesitaba aquí. Volví la mirada a su bonito rostro y aun cuando era tan pequeño, solo pude ver a Gemini en él.

"Es encantador." Hablo Heart dedicándome una amplia sonrisa, inclinándose para poder ver mejor al cachorrito en mis brazos."Creo que  Pond se equivocó, dijo que el bebé se parecía a ti."

"No, es igual a él. Es tan bonito como Gemini." Susurré acariciando su pequeña y sonrojada mejilla, dejando salir todas las lágrimas que tenía contenidas. No quería estar solo, quería a Gemini con nosotros, mirándonos como si fuéramos lo único que importaba en el mundo y prometiendo que nos amaría para siempre. Quería que viniera a contarme como se portó nuestro guisante mientras estuve dormido, si en realidad era tan terco como yo o si era tan dulce como él.

"¿Puedo pasar?" Su voz atrajo mi atención de inmediato y todas las personas en la habitación le miraron también, llevaba una camisa manchada, el cabello alborotado y el rostro con grandes ojeras, pero mi omega lo encontró simplemente hermoso, Gemini no necesitaba atuendos costosos o peinados perfectos para ser completa y absolutamente atractivo.

Mío [Geminifourth]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora