"Encontré el amor
donde no se suponía que debía estar".
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Jordyn Swan se ve obligada a viajar para salvar al idiota novio de su hermana, sin saber lo que le espera, sin saber que en Italia, su...
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TODOS LOS OJOS SE DETIENEN en la hilera de árboles, escuchando cualquier cosa en la distancia.
Los lobos resoplan y se mueven en los árboles junto a ellos, todos pueden escuchar a las ruidosas bestias.
Cada aquelarre se separa en grupos, Jordyn se encuentra con Edward y Bella, agarrando con fuerza la mano de Bella.
Jordyn siente ganas de vomitar; si pudiera hacerlo físicamente, lo haría.
–Todo estará bien–, piensa Bella para consolarlos.
–Espero que así sea–, responde Jordyn.
Entonces, el sonido de múltiples pasos ligeros y rápidos ahora se puede escuchar desde lo profundo del bosque, todos se tensan.
Jordyn respira profundamente, el aire helado llena sus pulmones.
Ya puede sentir el tirón, no se había dado cuenta de cuánto lo extrañaba hasta ahora. Coloca una mano sobre su corazón que no late y suspira.
Bella aprieta su mano con fuerza después de ver lo que está pensando Jordyn.
Pronto, de entre los árboles emergen figuras con capas largas que, con sus movimientos ágiles, se deslizan sobre la nieve.
Un silencio inquietante cae sobre el campo a medida que se acercan.
Bella suelta la mano de Jordyn y acerca a Renesmee hacia su cuerpo.
Jordyn se siente aliviada al ver que Caius no está al frente.
Pero a medida que se acercan, tres figuras se abren paso por el frente y allí está él.
Jordyn respira con dificultad y se encuentra deseando dar un paso hacia él, pero él se detiene y aparta la mirada.
Caius casi tiene la misma reacción, aunque está un poco sorprendido por su nueva apariencia. Estaba empezando a arrepentirse de haber ignorado sus llamadas telefónicas, incluso comenzó a sentirse culpable, pero cuando ve a la niña, esos sentimientos se alejan y su ira vuelve a surgir.
–Aro está buscando a Alice–, susurró Edward.
Los ojos de Aro recorren con la mirada al grupo que han reunido los Cullen, se detiene una fracción de segundo para mirar a Jordyn y luego vuelve a buscar a la vidente.
Irina mira a su hermana, el arrepentimiento es evidente en sus rasgos.
Los lobos aúllan cuando los Volturi se acercan y salen del bosque, se quedan junto a los Cullen, elevándose sobre ellos.
Ahora están empatados en número, Aro se detiene un momento, dándose cuenta de ello.
Los Volturi se detienen, los Reyes se bajan las capuchas.
Carlisle camina unos pasos hacia adelante con cautela. –Aro, hablemos como solíamos hacerlo–, dice apenas por encima de un susurro, por supuesto, Aro puede escuchar, –De una manera civilizada.
