- ¿Preparados? - dijo Rubius poniendo la mano en la botella.
Los chicos asintieron mirándole y con un ligero movimiento de muñeca hizo girar el vidrio. Se movió deprisa hasta que las vueltas pudieron empezar a contarse. Finalmente se paró delante de Frank.
- Uuuuuuhhh - dijeron todos a la vez.
Ahora fue Frank el que, siguiendo las reglas del juego, hizo girar la botella de nuevo. Los nervios se podían palpar en el ambiente. ¿A quién le tocaría? La respuesta no tardó en llegar, pues la boca de la botella paró junto en frente de Mangel.
- Buenoooo... - dijo riendo Frank -. Ven aquí, Manhe.
El andaluz se levantó y se acercó riendo a pleno pulmón hasta él, agachándose para, en una mueca de ambos, juntar sus labios y provocar un sonoro y rápido beso.
- ¡Uhjujui! - soltó Rubius -. Esto va a ser más divertido de lo que pensábamos.
Todos estuvieron de acuerdo. Había sido gracioso ver las caras de ambos al darse aquel beso y sabían que todos repetirían las mismas muecas. Ahora fue Mangel el que giró la botella, haciendo que esta cayera sobre Willy.
- Me cago en todo - soltó el moreno, riendo.
Agarró la botella y la giró, expectante por el resultado de aquello. La boca del vidrio fue a parar a Alex.
- Madre mía, "noventa y tres rules" - rió Luzu.
Alex y Willy se miraron y con cara de "esto no va a ser buena idea" se acercaron y repitieron el sonoro beso de Mangel y Frank con las mismas o peores muecas en la cara. Después de ellos, cinco picos más, Vegetta y Rubius, Rubius y Alex, Mangel y Willy, Luzu y Vegetta y Luzu y Frank, para después, hacer que llegase el primer beso largo de la noche. La botella volvió a caer sobre Rubius, este resopló pensando en que por favor cayese en alguien con quien no se hubiese besado ya, pero la suerte no le sonrió y el Dios del salseo pudo más, haciendo que la botella cayese en Vegetta.
- ¡Wooooooo! - gritaron los demás mientras ellos se miraban con los ojos abiertos.
Ellos ya habían tenido su beso rápido y sin que se enterasen mucho, pero ahora les tocaba darse uno en el que al menos se notase lo que pasaba. Las caras de los dos eran un poema. Mostraban entre asco, diversión y un pánico bastante cómico. En las caras de los demás solo se veían lágrimas de risa, que intentaban limpiarse para poder ver bien la escena. En las caras de todos menos en las de Willy, que sonreía de manera evidentemente fingida, posicionado en la mesa al lado contrario de Vegetta. En su cara se veía aquella sonrisa falsa, pero sus ojos ardían de manera muy extraña.
Nadie sabía nada de lo que Willy tenía en su mente y en su pecho, por eso intentó no exteriorizar las ganas que tenía de, aunque fuera su amigo, coger a Rubius y tirarle a la otra punta del salón con tal de alejarle de Vegetta. ¿De verdad iba a ser Rubius quien le besase antes que él? Aunque fuese un juego, eso en ese momento no importaba. Él llevaba meses queriendo saltar sobre Vegetta y demostrarle todo lo que tenía dentro con un beso y ahora por un simple juego, Rubius podría besarle antes que él. De sobra sabía que aquello no tenía ningún sentido. No tenía por qué estar celoso por él, ya que estaba claro que no iba a querer nada con Vegetta y que solo estaban de cachondeo. Era más bien el simple hecho de no ser él el que tuviese esa oportunidad, fuese quien fuese a quien se la estuviera brindando el juego.
Los segundos pasaron, y con cara más de asco que de otra cosa, Rubius y Vegetta se empezaron a acercar y, separando un poco sus labios, comenzaron ese beso que duraría máximo seis segundos, pero que bastó para que quedase grabado en la retina de todos, aunque a Willy se le quedó grabado bastante más hondo que a los demás. "No tendría que haber visto eso..", pensó cuando acabó la escena, aunque tuvo que reconocer que le reconfortó la expresión de angustia que se le quedó a Vegetta después de tener que besar de aquella manera a su colega.
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"SOLO FUE UN JUEGO INOCENTE" · LEMMON WIGETTA
FanfictionRecordad juegos a los que jugabas cuando tenías dieciséis, puede ser más intenso cuando eres adulto.