Piscina de pelotas (Gaon)

10 0 0
                                    

Estaban a un día del cumpleaños de Gunil, y Gaon y tú se encontraban en el centro comercial buscando el regalo perfecto para su amigo el viejito.

 Su único inconveniente era que no tenían ni la menor idea de que comprarle.

—¿Y si le compramos un par de zapatos? —Preguntaste siguiendo a un Gaon distraído y mirando hacia el interior de los almacenes, mientras caminaban

—No, ya tiene muchos. —Respondió aún sin mirarte.

—Y... ¿Un reloj? —Sonreíste.

—¿Para qué? —frunció el seño con extrañeza.

—¿Qué tal un par de baquetas nuevas? —Dijiste parandote frente a él para que se detuviera.

Gaon se detuvo y te miró pensativo tardando un poco en responder.

—Oye, ese sería un buen regalo, —dijo sonriente con sus lindos y grandes ojos brillando. —Pero no. 

—Pero ¿Por qué? —Te quejaste.

—No se qué marca le gusta, y Gunil hyung suele ser muy complicado con eso. —Respondió y te tomó del brazo para seguir caminando.

Ya era tarde y muchos locales estaban cerrando. Se quedaban sin opciones.

Gracias a la indecisión de Gaon, no les quedó de otra que cómprale una chaqueta y una gorra en el único almacén de ropa que aún quedaba abierto a esa hora. Estaban bonitas, pero pudieron haber comprado algo mejor.

—Oye... —Te chocó el hombro con el suyo. —¿Por qué esa cara de decepción? —Dijo sonriendo con la intención de levantarte el ánimo mientras lo mirabas inexpresiva. 

Mientras caminaban hacia la salida del centro comercial, se encontraron con una gran piscina de pelotas con toboganes he inflables, que hizo que inmediatamente cambiaras tu expresión y quedaras fascinada viendo aquel lugar.

—¿Quieres entrar? —Gaon se inclinó hacia ti con su sonrisa juguetona.

—No podemos. —Te negaste de inmediato. —Ahí dice "De 3 a 12 años". —Respondiste señalando el letrero con un puchero en tu rostro.

—Bueno T/N. —Comenzó. —Si le quitas el 1 al 12 y pones el 3 después del 2 sería entonces un 23 y ¿Qué crees? —Te sonrió ampliamente para luego continuar. —Tenemos 23.

Las bromas de Jiseok a veces eran tan tontas pero por alguna razón siempre te daban risa.

—A demás, no hay nadie allí. —Se encogió de hombros. —Y faltan pocos minutos para que cierren. Nadie se dará cuenta. —Terminó y te tomó de la mano para llevarte corriendo hacia la piscina de pelotas.

—¿Jiseok qué haces? —Preguntaste sin poder evitar reír.

Gaon Te quitó las bolsas que llevabas con el regalo de Gunil y las dejo a un lado para empujarte hacia dentro de la piscina.

Empezaron a reír los dos rodeados de pelotas de colores por todos lados.

—Te reto a que te lances de ese tobogán tu sola. —Gaon lo señaló mientras reía.

El tobogán era bastante alto pero por suerte tú no le tenías miedo a las alturas a diferencia de él.

—Hecho. —Te fuiste corriendo y te subiste dispuesta a deslizarte.

—¿¡Lista!? —Voceó Gaon desde abajo, a lo que tú solo le mostraste tu pulgar arriba y te deslizaste.

Cuando ibas a mitad de camino, Gaon se puso en medio al final del tobogan con los brazos extendidos.

—¿¡Qué haces Jiseok!? ¡Quítate!

Gaon no hizo caso y al contrario, siguió parado ahí riendo.

Como era de esperarse, chocaste contra él, cayendo en sus brazos. Habían caído los dos medio enterrados por las pelotas de colores.

Los dos estallaron en risa.

—Tonto. —Soltaste entre risas.  —Te dije que te quitaras. —Seguiste riendo sin poder tomar fuerzas para levantarte.

—Pero yo quería atraparte, —dijo disminuyendo su risa y abrazándote más fuerte.

Lo miraste a los ojos y no pudiste evitar sonrojarte al ver sus grandes ojos brillantes mirándote tan tierno. Te pusiste tan nerviosa que intentaste levantarte rápido y soltarte de su agarre, pero él te lo impidió.

—Espera T/N. —Dijo. —Quedémonos un poco más así por favor. —Sonrió pacíficamente, cerrando sus ojos.

Lo miraste y el acercó delicadamente con su mano, tu cabeza entre su pecho y el hueco de su cuello para seguir abrazándote y acariciar tu cabeza.

Tú solo lo rodeaste con tus brazos también y disfrutaste del abrazo, cerrando tus ojos también.

—Hace tanto que quería hacer esto... —Dijo en voz baja, haciendo que sintieras mariposas en el estómago. 

Luego de unos segundos, Gaon se levantó un poco con cuidado, levantándote con él para quedar sentados.

—T/N, hace algunas semanas quería decirte esto pero nunca encontraba el momento para decirtelo... —Dijo de repente. —Me gustas, me gustas mucho —Soltó mientras te mostraba una sonrisa como de niño pequeño.

No lo podías creer y viniendo de Gaon podía que se tratara de una broma, pero su sonrisa te encantaba, y sabías que esa que te estaba mostrando en ese momento, no era una sonrisa bromista, era una sonrisa sincera, una hermosa y sincera sonrisa. Así que no dudaste en confesar tus sentimientos también.

—Jiseok... —Reiste tímida. —También me gustas.

Gaon mostró la sonrisa más hermosa que le habías visto desde que lo conociste, y te abrazó fuerte para luego depositar un inesperado beso en tus labios.

—¿Jiseok? —Dijiste sintiendo la temperatura de tu cara aumentar.

Gaon solo te sonrió y colocó sus dos manos al costado de tu rostro para depositar otros dos cortos besos en tus labios.

Al depositar el tercero, este se prolongó, haciendo que cerraras los ojos y lo rodearas con tus brazos para corresponderle.

Luego de unos segundos, Gaon se separó mientras tu seguiste con los ojos cerrados esperando el siguiente beso.

Entonces, de la nada sentiste algo frío en tus labios y la carcajada de Gaon no tardo en resonar por todo el lugar.

Había tomado una de las pelotas de la piscina y la había puesto sobre tus labios.

—¡Kwak Jiseok! 

Él sin dejar de reir, se levantó y empezó a correr por toda la piscina.

—¿Quieres otro? ¡Atrápame! 

—¡Tonto, me vengaré! —Te levantaste y corriste tras él, riendo y aventandole pelotas.

Xdinary One shotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora