Prólogo

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DCLXVI

En un lugar más allá de nuestra comprensión, donde el tiempo y el espacio se mezclan en un caos eterno, había una entidad de poder inimaginable. Su nombre era Naruto Uzumaki, pero en esta realidad, era conocido como Cthulhu, el Dios Primigenio.

Rias Gremory, una joven demonio de cabello rojo, se encontraba en una situación difícil. Obligada a un matrimonio que no quería, buscaba desesperadamente una salida. En su búsqueda, encontró un antiguo libro que hablaba de un ser capaz de conceder cualquier deseo a cambio de un precio. El nombre de este ser resonaba en su mente: Cthulhu el Grande.

El aire en la biblioteca estaba lleno de polvo y misterio mientras Rias buscaba entre los estantes llenos de libros antiguos. Su cabello rojo brillaba bajo la luz tenue de las velas, y sus manos temblaban un poco mientras hojeaba los volúmenes en busca del pergamino que podría cambiar su destino.

Tiene que estar aquí... —murmuró para sí misma, revisando cada línea de texto con desesperación.

La puerta chirrió al abrirse y Akeno, su amiga leal y compañera, entró en la habitación. La observó un momento antes de hablar.

—Rias, ¿sigues buscando ese pergamino? —preguntó Akeno con preocupación.

Rias levantó la vista, sus ojos reflejaban la urgencia de su misión. —Sí, Akeno. Este pergamino es mi única salida. No puedo seguir con este matrimonio. Necesito hacer algo.

Akeno asintió, comprensiva. —¿Y estás segura de que este ser, este... Cthulhu, puede ayudarte?

Rias dudó un momento, pero su determinación no flaqueó. —Es un riesgo que debo correr. No puedo seguir viviendo bajo las decisiones de otros.

Finalmente, después de lo que parecieron horas, Rias encontró el pergamino que buscaba. Sus manos se cerraron alrededor del objeto con respeto y un poco de temor.

—Lo encontré —dijo, su voz apenas un susurro.

Akeno se acercó, mirando el pergamino con curiosidad. —¿Y ahora qué harás?

Rias respiró hondo, su mente ya decidida. —Voy a hacer el ritual. Si esto significa mi libertad, entonces estoy dispuesta a pagar el precio.

Akeno la miró con respeto y un poco de preocupación. —Ten cuidado, Rias. No sabemos qué tipo de ser es realmente este Cthulhu.

Rias asintió. —Lo sé. Pero tengo que intentarlo.

Con el libro en mano, Rias realizó el ritual que estaba descrito en sus páginas. Las palabras mágicas llenaron el aire, y una puerta dimensional se abrió ante ella. Sin dudar, cruzó el umbral y se encontró en un mundo oscuro.

Ante ella, una figura imponente emergió de las sombras. Su apariencia humana parecía normal, pero sus ojos mostraban un poder profundo. Era Naruto, el Dios Primigenio.

¿Quién se atreve a invocar mi presencia? —preguntó Naruto, su voz resonando como un trueno en la oscuridad.

Rias, con el corazón latiendo con fuerza, dio un paso adelante. —Soy Rias Gremory —respondió, tratando de mantener la calma—. He venido a pedir tu ayuda. Quiero liberarme de mi matrimonio.

Naruto la observó con interés, sus ojos brillando con una luz extraña. —¿Y qué estás dispuesta a ofrecer a cambio?

Rias tragó saliva, consciente del precio que estaba a punto de pagar. —Mi libertad a cambio de servirte.

Una sonrisa se dibujó en el rostro de Naruto. —Acepto tu oferta. A partir de ahora, serás Rias Lovecraft, mi esclava y compañera.

Ella sintió una liberación inmediata, pero también una nueva conexión con el ser ante ella. Había sellado su destino.

—Bienvenida a mi reino, Rias Lovecraft —dijo Naruto—. Aquí, serás más que una esclava. Serás parte de mi grupo, y juntos, gobernaremos esta dimensión.


666 
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六百六十六 
𐌆𐌔𐌔 
ΧΞϚ 

Cthulhu 
クトゥルフ 
كثولو 
Cтрах и ужас из глубин 
Ph'nglui mglw'nafh Cthulhu R'lyeh wgah'nagl fhtagn. 

Em umbra Avernus, sibilus 666, 
Trinitas infausta, caos, et demência. 
Ia! Ia! Cthulhu fhtagn, somnia evigilo. 

666, sigillum monstri, 
Resonantia insaniae in omni angulo. 
Fhtagn, no abismo, 
Ubi antiqui in silentio latente. 

Memento Mori, em pulsus, 
Desperatio, vos intrant. 
Sanguis est vita, obscura nocte, 
Abyssus quoque in vos spectat

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Naruto, el Dios PrimigenioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora