Wei Ying, La Cigüeña toca a tu puerta.

Lan Zhan escribe una carta.

Han pasado unos años y Lan Zhan Ya tiene 7 años. Es época de navidad, en la mansión de los Nie en la sala de Juegos de HuaiSang los niños se divierten mientras el televisor está prendido mostrando alguna película de la época, película a la que los niños no le estaban prestando atención. Pero, en alguna parte, Lan Zhan se concentra en el televisor. El protagonista de lo que sea que está mostrando la pantalla escribe una carta pidiendo sus deseos. El niño se duerme y por arte de magia la carta que dejó junto a un árbol navideño empieza a volar muy alto y muy lejos. Se ve a un hombre de barba blanca tomar esa carta y leerla. Ve como ese hombre cumple el deseo que le han pedido.

¡Mami...! - murmura el niño. Decidido toma su cuaderno y empieza a escribir un deseo.

Para Santa.

Querido santa. No quiero juguetes, mascotas y viajes. Esos me los pueden dar mi papi y mis abuelos que son muchos.

Mi familia me ama y yo a ellos, Pero sería más feliz si me dejaras estar cerca de mami. Se que está muerto y no va a volver. Pero si lo conviertes en un angelito y dejas que me venga a cuidar yo sería el niño más feliz.

Lan Zhan que vive en la mansión de Gusu Lan. China.

El niño, con todo el cuidado propio de alguien de su edad dobla la carta y va a buscar a su padre.

¿En qué piensas muchacho? - interrumpe MingJue a Wei Ying poniéndole una lata de cerveza helada en la cara.

Acabo de recordar algo - sonríe - sabes que antes de conocer a Lan Zhan, sentí celos de él.

¿Cómo es eso? - Meng Yao llega con una budinera que contiene una ensalada para ir picando mientras comparten.

Tiempo después de que Lan Zhan naciera, me encontré con A'huan. Cruzamos palabras y en medio de la conversación me dijo que no podía seguir perdiendo el tiempo conmigo, porque tenía a alguien importante en su vida, que lo era todo para él, que lo amaba y quería cuidarlo - da un sorbo a su cerveza - le pregunté quien era. Me dijo que tenía algo importante que decirme pero no pudo. Wang Ling Jiao nos interrumpió y empezó a insultar a A'huan. No pudimos terminar de conversar porque me la tuve que llevar.

La maldita mosca siempre cagándola - se expresa Meng Yao sorprendiendo a su esposo y amigo, ya que el omega no es de andar usando malas palabras para insultar a otros. Ya que sus insultos son, insultos ninja al ser estos intelectuales.

El caso es que después de esa vez, día a día me preguntaba quien era el maldito alfa que se quería llevar a mi amado omega. Pero resultó ser que esa persona de quién hablaba era mi hijo - se carcajea en burla de si mismo - la rabia y los celos me mataron, así que en una noche salí a beber, mi estado etílico me hizo hacer tonteras.

¿Qué tan estúpido eres y que fue lo que hiciste? - Meng Yao le tiró una almohada del sofá por la cabeza al alfa.

Camine y delire por las calles, mis pobres guardias estaban estresados. Al final me fui a un hotel. Llame a A'huan. ¡Más patético no pude ser! - libera un suspiro que refleja la estupidez que hizo.

Estoy seguro que te pusiste a llorar diciéndole que lo amabas, le preguntaste quién era el alfa por quien te cambio.... - se carcajea MingJue mientras que su esposo se da una palmada en la frente.

Lo hice. Él llegó al hotel - desvía la mirada.

Te consoló y ¿lo volviste a tomar? - Meng Yao lo mira con indignación.

¿Lo hicimos? - Wei Ying se enoje en el sillón al ver el instinto asesino de su ¿amigo?

¿Que creías? - Meng Yao le grita - ¿Que A'huan iba a correr a tus brazos y a meterse en tu cama cada vez que se te antoja?. Mientras tú estabas casado con esa perra. Fuiste egoísta, ¿acaso no te diste cuenta de cuánto A'huan sufría por tu culpa?. Fuiste egoísta.