MARIPOSA VERDE

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Cap. 1

La Mariposa Verde

El día estaba cálido, provocaba quedarse durmiendo todo el día. Emma se despertó con el sonar de su despertador, algo que la molestaba mucho, "¿Por qué no lo botó a la basura?, ¡Ah, sí!, Fer me lo regaló", pensó mientras se levantaba de la cama. Emma tenía tres grandes amigas y entre esas estaba Fernanda Gómez, una muchacha muy bonita, morena al igual que Emma y de ojos miel, con el cabello largo hasta la cintura y muy liso. Mariana Alvarado era otra del grupo, con cabello castaño claro y con ondas muy suaves, ojos azules como el mar, de estatura media, muy bonita, y por último, pero, por eso no menos importante estaba Cristina García, pelinegra, con ojos café oscuro, con cabello totalmente rizado, también muy bonita. Las cuatro eran como hermanas, lo que le pasaba a una, le pasaba a todas, desde la universidad eran amigas y ahora vivían juntas en una casa de dos pisos, para así poder compartir los gastos.

Cuando Emma termino de arreglarse, fue hasta la ventana para abrirla y cuando lo hizo entro volando una mariposa que llamaba mucho la atención de la chica, ya que era, verde manzana con unos suaves y delicados toques verde oliva y en las puntas una delgada línea verde oscuro, era realmente hermosa. La mariposa se posó sobre el hombro de Emma unos segundos para después salir por donde llegó.

Emma, esa mañana no se sentía nada bien, pero, no le daba mayor importancia, salió de la habitación y bajó a la cocina. Al llegar vio a Fer y a Cris, con unas sonrisas inmensas en sus rostros, se notaba su felicidad.

-¿Pasa algo?-pregunto Emma, algo desconcertada-¿Por qué tan sonrientes?

Las sonrisas de las chicas se achicaron mas no se borraron.

-¡Hola Cris, hola Fer!, ¿Cómo amanecieron hoy?, bien gracias Emma, y ¿tu?, no sé, creo que amanecí con el gusanito del olvido en mi cabeza.-dijo Cristina con gran sarcasmo ante la confusión de su amiga.

-Jajá, muy graciosa, pero, ¿Qué tengo que recordar?-respondió Emma, muy confundida aún. Pasados unos segundos se acordó ante la mirada atónita de sus amigas.-¡Por Dios!, hoy se casa Mari, ¿Cómo no me acorde antes?, si me escucha me mata...¿Dónde esta?-agrego dándose cuenta de la ausencia de su amiga.

Emma, quería mucho a Mariana, de las cuatro era con la que más se entendía, y como Emma era la mayor de las cuatro, había tomado un papel, de hermana mayor sobre las otras tres, y por eso se alegraba tanto o más que Fer y Cris, por la boda.

-¿Don'e queez que 'ta?-dijo Fer tratando de tragar un pedazo de tostada demasiado grande para su boca. Emma solo se encogió de hombros ante la pregunta.

-¡Oh, por Dios!, Fer, ¡Traga de antes de hablar, por favor!-dijo Cris con una mueca de asco en la cara-Mari sigue dormida, con la pastilla que se tomó anoche para los nervios, no creo que se despierte en menos de dos horas, ¡Fer, traga!-añadió al darse cuenta de que su amiga quería hablar.

-¡Gue'o ya 'oy!-respondió la ojimiel y acto seguido trago tan ruidosamente que una persona a 5 Km de ahí, pudo haber despertado-bueno, yo voto por ir a despertarla, tenemos que ir a la peluquería, y buscar los vestidos, se nos hace tarde-añadió.

-Si, pero acuérdate que voy a la peluquería directamente, por que tengo que ir a trabajar, acuérdate de traer mi vestido Cris-dijo la morena de ojos chocolates. Emma había tratado de que le dieran el día libre, pero, no obtuvo resultado.

-¿Y por que Cris y no yo?-preguntó Fer.

-Por que tú no eres muy cuidadosa con las cosas, y la verdad te la vives en el piso-respondió Emma como si le estuviera explicando a un niño de dos años que el jarrón de la abuela no se toca.

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