𝓝𝓮𝔀 𝓡𝓪𝓹𝓹𝓮𝓻𝓼 | + rorasa ᴬᵁ |

- 4.

—Y... eso fue lo que sucedió.—la rubia alta asiente, asa le había contado todo lo que había pasado la noche anterior, no podía creerlo.

—¿Entonces me dices que todo empezó por tus estúpidos celos?

—¡No!, osea sí, no lo sé.—la japonesa se rasca la nuca, miró a haram sentada frente suyo y suspiró, sabía que ella le diría eso.

—Oh, asa, no está bien que niegues tus sentimientos, aunque es normal sentirse confundida, solo que... bueno, sinceramente estuviste mal, creo que le debes una disculpa a rora.—vaya, esas palabras retumbaron dentro de su cabeza.

—Quise hacerlo, pero ella me mandó a la mierda, n-no quiero que se aleje de mi,—asa tapa su rostro para que la contraria no vea las lágrimas que comenzaron a salir. haram al instante se posa suavemente a su lado para comenzar a acariciar su espalda, buscando tranquilizarla.—sé que estuve mal, muy mal, pero en serio me mató verla abrazada con aquella chica. ram, odio sentirme así, ¿Que debería hacer?

—Mmmh no puedo decirte exactamente que hacer, porque esto es entre tú y ella, pero como buen consejo, no estaría mal empezar por un buen perdón, ¿y sabes?, si ella no quiere hablarte, busca una manera de hacerlo, en algún momento deberá escucharte.

Enami asiente mientras limpiaba su rostro ahora rojo, muchas decisiones pasaron por su cabeza en un segundo, haciéndola sentirse enferma. odiaba a rora, la odiaba con todo su ser por atreverse a entrar sin permiso a su vida y arruinarla completamente.

—Eso haré,—dice después de un rato, volviendo a caer.—¿quién demonios era esa chica?, jamás la había visto.

—Asa, no pienses eso ahora, aún sigues sensible.

—Lo sé, lo siento, estos estúpidos pensamientos no me dejan en paz.

—Ve a descansar y despejarte un poco, recuerda que mañana tenemos que seguir haciendo la prueba de sonidos.—ambas se levantan del sofá y asa pregunta.

—¿Y canny?

—Me dijo que saldría con ahyeon, ya sabes, esa chica la tiene loca.—

Ambas ríen al recordar la nueva actitud de la menor, desde que conoció a ahyeon dejó de actuar como tal.

—Bien, me iré a dormir, descansa asa, mañana a las siete te veo.—se despiden y cada una se encierra en su cuarto, ahora la casa estaba en silencio.

...

—¡Basta!, ¡te golpearé si no me dejas ir ahora!—grita ahyeon retorciéndose mientras intentaba sacar a canny de encima suyo para que dejara de hacerle cosquillas.

—¡Dime amor y te dejo ir!—canny, al ver que la chica se negó, sonriendo con malicia y acarició con todas sus fuerzas las costillas de ahyeon, haciendo que esta soltará miles de risas, su favorita por cierto, amaba hacerla reír.

—B-basta, me duele el estómago.—la pelinaranja al escuchar eso se separa rápidamente, aunque fuera una broma por parte de ella, en su vida querría lastimarla por más mínimo que fuera la situación.

—¿Estás bien?.—pregunta preocupada, sonando tonta ante ahyeon, quién rió y beso su cuello, acostándose en el acto.

—Lo estoy, te preocupas mucho.

La contraría comienza a acariciar su cabello, relajandola.—Es porque eres como una mariposa, aunque seas fuerte de corazón, sigues siendo frágil, y no quiero que algo te pase.

Ahyeon sonrió, las palabras de canny siempre lograban cautivarla, ¿quién diría que esa pequeña era una rapera que ante los ojos de la gente era intimidante?, se sentía orgullosa de conocer ese lado de la tailandesa.

—Ahyeon, debo volver a casa, mañana tengo mucho trabajo.—ambas se separan, algo tristes, ellas querían quedarse abrazadas sin importarles cuánto tiempo se tardarían.—pero prometo verte apenas me desocupe, ¿te parece?

La pelirroja siente que no es correcto, y no sabía cómo decírselo.

—Mmmh, sí tú quieres, está bien.—canny se da cuenta rápidamente de que algo sucedía, todo este tiempo que estuvo con ella logró memorizar sus actitudes, y obviamente no lo dejaría pasar.

—¿Pasa algo?

Ahyeon mira sus manos unos segundos y aprieta sus labios para asentir, preparando las palabras que diría.

—Es solo que, últimamente te la pasas conmigo, ¡n-no me malinterpretes!, me encanta estar contigo, pero... siento que no necesariamente tenemos que estar todos los días juntas, sé que tú trabajo no te deja hacer muchas cosas y adoro que siempre que puedes vienes a mi casa o salimos a cualquier lugar sin planes en medio... pero aún así, también tienes que hacer las cosas que a tí te gustan, como jugar baloncesto, salir con haram y asa, o jugar esos videojuegos que te encantan. perdón si no me expresé bien, solo siento que estoy evitando que hagas las cosas que te gustan.—dios, ahyeon. traga una bocanada de aire porque dijo todo eso sin parar para respirar, se sintió sofocada por un momento.

Canny proceso las palabras un rato, pero entendió a lo que se refería, así que atacó.

—Ahyeon, está bien, entiendo eso y me parece bien, pero tienes que entender que tú no hiciste nada, simplemente disfruto de estar contigo, y en ningún momento sentí que me estabas evitando hacer algo, me siento libre estando a tu lado en serio, te amo tanto, estoy a nada de hablar con tus padres para que te cases conmigo.—y ahí estaba, la canny que tenía tan enamorada a jung, tan sarcástica, era lo que más amaba de ella.

—Entonces, mañana ve a jugar básquet con tus amigas, las abandonaste lo suficiente, deben de extrañarte.

—Nah, ¿que tal si hacemos una salida grupal por el cumpleaños de haram?, tu invitas a tus amigas y yo a las mías, hasta podemos jugar básquet si quieren.—dice mientras se colocaba sus tenis y ahyeon la acompañaba hasta la puerta de su departamento.

—Creo que es buena idea... está bien lo haré, pero avísales con anticipación, porque presiento que te vas a olvidar.

— Créeme que no lo haré.—en cuánto ahyeon abre la puerta para darle el pase, se la queda mirando unos segundos.—te mando mensaje cuando llegue, ¿está bien?

—Está bien, dile a haram feliz cumpleaños de mi parte. buenas noches, canny.—y antes de cerrar la puerta una mano la detiene, ahyeon la mira confundida, y antes de preguntar, siente unos labios contra los suyos por unos segundos, al instante se separaron y esta la mira con sorpresa, su primer beso...

Canny besa su cuello y susurra:

—Te amo, jung ahyeon, buenas noches.—y cierra la puerta ella misma. jung queda paralítica en su lugar, se toca los labios pero aún sentía calidez en ellos, dios, en serio se había enamorado de aquella rapera.