En la oscuridad del universo

Parte I

27 de agosto del 6339.

Planetas que registran vida: 3

Es la primera vez que hago una grabación aparte de un reporte, y creo que es lo único que quedará de mí. Soy el capitán Henry Moore, y la situación en la que estamos no puede ser peor, todo comenzó mucho antes de que siquiera todos nuestros ancestros fuesen conscientes de ello.

Año 0, lo gril, la especie más antigua entre las que han dominado el viaje espacial, son criaturas que miden entre 2 y 3 metros de altura, su cabeza tiene forma de gota de agua invertida, sus ojos son negros y grandes, con cuerpos grises y delgados. Ellos optaron por una posición neutral con relación a la convivencia con otras especies inteligentes, solo serían observadores y nunca interferirían, ni para bien ni para mal de otra especie, pero como observadores, visitaban periódicamente ciertos planetas, y en este año, el planeta que se observaría era la tierra, un pequeño planeta que tenía vida. Pero cuando llegaron, no quedaba nada más que muerte y silencio. La atmósfera se había deshecho, el aire era completamente tóxico, el agua era insalubre, solo se registraban algunas bacterias, pero ningún organismo formado por más de dos células.

Sin una especie capaz de razonar, ese planeta no era de interés para ellos; ya iban a cerrar todos los registros y abandonar la historia de la humanidad como una especie que fracasó, hasta que del planeta salió un objeto disparado al espacio, este objeto completamente negro se dirigía al siguiente planeta, Marte. Los gril, interesados por este objeto, lo observaron sin descanso. No era nada especial, una nave tan alta como un edificio de 60 pisos y de forma puntiaguda que se dirigía a otro planeta, creía que era la última esperanza de la vida inteligente en tierra, querían verlo llegar al planeta y que comenzará a modificar el ambiente del planeta. Al llegar al planeta, este edificio negro aterrizo con demasiada fuerza, chocando y dañándose gravemente, al abrir sus puertas no salieron los humanos, o alguna criatura viva, salieron máquinas, sus cabezas eran ovaladas hacia arriba, pero no tenían cuerpo, tenían 8 extremidades, imitando la forma de los pulpos de la tierra, clavando sus tentáculos en la tierra para avanzar.

Pasaron los años, y estás máquinas repararon y fabricaron más torres negras, y de estas salían más pulpos mecánicos sin parar, tomaban todo lo que les sirviera para este proceso; pero no mostraban indicios de cambiar el entorno del planeta, los gril analizaron desde la distancia la nave en la que llegaron, mas no había vida en él, no había semillas genéticas o muestras de ADN para clonar la vida, solo eran las máquinas en un planeta desolado; no lo entendían, no tenían la intención de recomenzar la vida, entonces ¿Qué era lo que intentaban hacer? Les tomó 2 siglos en acabar los materiales útiles para su creación en ese planeta, y salieron al espacio miles de máquinas y un total de 5273 torres negras.

¿A dónde se dirigían? A la única respuesta lógica a la que llegaron fue que no había un destino fijo, pues la humanidad nunca salió de su sistema solar; algunos propusieron que probablemente sacarían recursos de otros planetas para dejarlos en la tierra, evitando que la próxima especie racional luchará por estos, una utopía planeada mucho antes de que existieran. Una vez llegaron a un planeta con vida, se encontraron con una especie sumamente agresiva: los tusk, una especia que valoraba la fuerza física y la capacidad de crear armas con gran poder. Sus cuerpos los cubría un pelaje corto, de color naranja y con caras aplanadas y largas. Cuando las primeras torres negras comenzaban a llegar desde el cielo, estos no fueron bien recibidos, fueron atacados tan pronto llegaron al alcance de sus armas, pues una vez más chocaron contra el planeta y acabaron con varias de las ciudades de los tusk. Una vez salieron las máquinas, comenzaron a masacrar a todo ser vivo que encontraban, atravesándolos y empalándolos con sus extremidades.

Las máquinas se adaptaron para resistir las armas de los tusk, pero ellos no lograron seguirle el ritmo del desarrollo tecnológico, y viéndose acorralados, abandonaron su planeta de origen. Todo esto no fue tomado como señal de alerta para los gril, pues ninguna especie entregaría sus recursos amablemente, pero inesperadamente, en lugar de recoger y almacenar recursos; una vez más comenzaron a producirse en masa junto a un nuevo modelo. El nuevo diseño contaba con cinco extremidades, dos patas traseras alargadas y con poca estabilidad, imitando las patas de los animales cuadrúpedos, dos grandes brazos mecánicos con dedos puntiagudos y afilados, y la quinta extremidad estaba en donde debía haber una cabeza, era un tentáculo metálico que salía del torso y se inclinaba hacia al frente, simulando un hocico muy largo que le llegaba hasta la cadera.