Parte II

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Desde este punto solo se dieron batallas por incontables sistemas solares, y las muertes de galaxias enteras; un sinfín de planes y estrategias que fracasaron por el poder abrumador de las máquinas. Las intentaron acorralar en un agujero negro, pero estas se adaptaron, y desafiaron la fuerza de la atracción de estos devoradores natos, igualando la velocidad de la luz y modificando las ondas de gravedad a su alrededor. Sus constantes avances dejaron al alcance todos los sistemas solares, y el tiempo que tardaba la luz en atravesar una galaxia de extremo a extremo se convirtió en su tiempo límite para acabar la vida en estas. Una sola torre ya tenía la potencia para masacrar un planeta, y los colosales devoraban y destrozaban los que no tenían vida, lo único que dejaban eran las estrellas; pero estas se comenzaron a apagar, las máquinas adsorbían toda su energía desde el núcleo matándolas prematuramente, les robaban toda la energía sin siquiera darles la oportunidad de convertirse en las gigantes explosiones que acostumbraban a ser.

Los gril evitaban interferir con las fuerzas naturales del universo, pues ni ellos comprendían cómo podría perjudicar la existencia del mismo, si las llegaba a manipular o cambiar de algún modo. Por la propuesta e insistencia de varias especies se vieron obligados a retomar sus investigaciones sobre viajes en el tiempo; entendían que esto en teoría era posible con los agujeros de gusano, una entrada conectada en el presente, y otra a un espacio donde el tiempo transcurría diferente, podía ser en el pasado o en el futuro, solo los gril podrían determinar a donde iría gracias a su basto registro del universo hecho por generaciones. Según sus cálculos, había un agujero de gusano que los enviaría cerca de la tierra, 46 años antes de la extinción de la vida inteligente, pero no era seguro que lo lograrían, ya que una vez dentro nadie podía confirmar que una nave sobreviviría al viaje. Crearon una con la resistencia de las máquinas, imitaron la construcción de aquellas que entraban a los soles para apagarlos, pero si el viaje ejercía una fuerza superior al que posee una estrella, los únicos que podrían superar esa barrera serían sus enemigos mecánicos.

Este viaje fue dirigido y pilotado por la capitana Thalyn en el 3957, se convirtió en la luz para todo este plan, logrando convencer a un grupo de soldados gril de unirse, se convirtió en la una celebridad y en la esperanza del universo. Una vez su viaje comenzó, con cada paso que daban, el miedo los tomaba y enrollaba con más fuerza haciéndolos torpes y lentos; la capitana al darse cuenta les recordó su deseo de acabar con la guerra, todos habían perdido algo, familia, amigos, compañeros, incluso la esperanza misma ya muchos la habían abandonado, pero ahora ellos, junto a Thalyn se adentraban en lo desconocido para hacer sus sueños realidad; se convertirían en los héroes que evitarían que las frías y crueles manos de las máquinas alcanzara al universo.

Momentos antes de entrar al agujero, la capitana entre sollozos y lágrimas se despidió del su familia, amigos y conocidos, pues era su última oportunidad de hablar con ellos, este era un viaje sin retorno, aunque lo lograran destruir la tierra antes de todo lo sucedido; se quedarían atrapados en una época donde ninguno de sus conocidos había nacido, donde ni siquiera su enemigo habría existido. Entraron, pero nada cambio, algunos decían que debía haber un cambio con el paso de los años, que el universo mismo se reconstruiría; otros afirmaban que los cálculos fallaron y los enviaron a otra época y otro lugar, pero nunca encontraron el error para volverlo a intentar, lo único que logró regocijarlos fue la idea de que habían creado otro universo, uno donde si llegaron y las maquinas nunca existieron, pero nunca podría confirmarlo.

Esto solo empeoró la relación con las otras especies, ya que los gril eran los únicos que podían acercarse a tecnología de las máquinas, su debilidad estaba en la poca población que eran para poderse enfrentar a un monstruo que ya habitaba 563 galaxias. Buscaban en las otras especies los números con los que no contaban, pero solo las apreciaban su cantidad, y muchas especies se negaron a ser carne de cañón, lanzándose de frente en contra de esta amenaza, mientras que a sus espaldas sus supuestos aliados solo los veían para fabricar más armas. Pero aquellas que querían confiar en que aún se podía hacer algo si se unían a sus filas y asistían a sus reuniones; pero detrás de sus discursos, los gril eran quienes más cansados estaban de este ciclo que se repetía una y otra vez; como siempre carecían de una cantidad moderada para enfrentarse a las máquinas; buscaban potencia, pero esta era igualada por su enemigo, o si lograban ganar, estas volvían con algún arma aún peor. Y lo que respecta a su tecnología para ocultarse, esta ya no servía, pues las torres negras eran expertas en encontrarlos.

En la oscuridad del universoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora