🎃•|°𝑬𝒍 𝒆𝒙𝒕𝒓𝒂𝒏̃𝒐 𝒎𝒖𝒏𝒅𝒐 𝒅𝒆 𝑱𝒂𝒄𝒌°|•🎃

🎃• 𝕮𝖆𝖕𝖎́𝖙𝖚𝖑𝖔 𝖚𝖓𝖔 •🎃

Todos festejaban por el recién halloween celebrado, el alcalde de la ciudad de halloween se acercó al rubio con su cara sonriente y colorida, muy diferente a su otra cara pálida que parecía siempre preocupado

-Fue en excelente halloween!- exclamó alegremente haciendo sonreír al esqueleto que, tras varios años en ese disfraz de esqueleto, tenía dentro varios huesos salidos al no tener carne allí pues esta había sido devorada por los gusanos que aún seguían su alimentar con la carne que le restaba aprovechándose de que este no sentía dolor alguno cuando arrancaban la carne pedazo a pedazo pequeño

-Opinó que fue el más espeluznante de todos!- dijo alegremente -gracias a todos!- continuó, dirigiéndose al resto de muertos cuyas mutilaciones daban escalofríos, estirando sus largos brazos agradeciendo el esfuerzo de todos

-No, gracias. ati, Toshinori- contradijo el alcalde -de no ser por tu excelente organización...-

Mientras esta plática se daba siendo montoneros los demás de muertos así como brujas que parecían gustar del muerto, se veía al azabache ver todo detrás de un árbol vivo que contaba con cara pero con poca movilidad

Una pequeña sonrisa se formo en sus labios fríos y muertos cuando fue tomado del brazo obligado a agacharse encontrándose cara a cara con su constructor

-La belladona que me diste ya paso sus efectos, Shōta- aclaró el muerto doctor -no estas listo para tantas emociones-

Siendo jalado, el cadáver pálido de bella piel reclamó

-Claro que estoy listo!-

-Volveremos a casa- lo ignoro jalando al chico mientras este se resistía

-No quiero volver!- tomando una decisión rápida y jalando la costura que unía su antebrazo al resto se soltó huyendo provocando la caída del doctor Finklenstein

-Vuelve acá! muchacho insolente!!- le grito viéndolo huir de el cuando la mano que aún sostenía lo golpeó en la cabeza a modo de castigo por gritarle eso para obligarlo a volver

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Se podía ver en un tétrico cementerio característico de ese país al azabache sentado tocando su brazo arrancado, cuando la reja de aquel lugar se abrió con su típico chirrido haciéndole exaltarse, rápidamente se oculto tras la tumba donde había estado apoyado, se asomó por encima de esta para ver al que había irrumpido su momento melancólico de amor por el medio esqueleto

Grande fue su sorpresa al ver al mismo rubio por el que suspiraba de amor, causando pleitos con Finklenstein, sin embargo, el oji azul se veía...triste, este comenzó a caminar pasando por su lado, paso por varias tumbas hasta llegar a una que parecía ser de un perro por la casita que era, esta tenía el nombre de "Zero", palmeó su pierna antes de seguir

Un fantasmal perro de niebla se dejo ver con su rojiza nariz, fue tras su dueño, este se apoyo en una tumba con un demonio de piedra

-Nadie puede negar, que soy un tipo singular, un talento por demás sin igual-

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-Si se trata de sustos, en la obscuridad! nadie hay que me pueda derrotar, basta una pequeña dosis, de mi encanto fantasmal, y hasta el más valiente hago correr!-

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-Con tan solo mover, una mano esqueletal, eh espantado a mil guerreros a la vez!-