Huening Kai solía leer novelas en su celular, aquel pasatiempo era el único que se podía permitir. Yacía internado en el hospital desde hace meses, había perdido la movilidad de las piernas y poseía de una enfermedad limitante, fue por ello que ante los eternos días que parecían no poseer un fin en el hospital decidió enriquecer su cerebro con lecturas, de aquella manera pensaba que poseían de significado y que no estaría solo desperdiciando la vida que le restaba.
Aquel lunes por la tarde finalizó de leer ''roses of death''. La novela narraba la historia de una chica pelirroja llamada Bahiyyih perteneciente a una familia de nobles, quien se casó con el príncipe heredero y formaron una feliz familia a pesar de las innumerables intervenciones provenientes del hermano altanero y codicioso de la protagonista. Al menos esa fue la descripción que solía encontrar en los tableros de anuncios y en las reseñas de los múltiples fans o lectores. Kai siempre refutaba este resumen replicando que el hermano solo quería salvar a su hermana pues el ''agradable y sexy'' príncipe heredero obligó a la chica a casarse con él, manteniéndola secuestrada en su reino debido a la obsesión que surgió cuando sus ojos la visualizaron.
—La personas de internet no saben cómo diferenciar el amor. Todos piensan que lo tóxico es razonable, ugh —comentó mientras mordía el ápice de su dedo pulgar derecho, mientras que con la otra mano sostenía su celular leyendo las múltiples opiniones en el foro creado para la novela.
—¿Gustas que lea la novela también? —se oyó una voz amable a su extremo. Una mujer mayor de cabellos castaños quien pelaba frutas a su lado con una sonrisa afable.
Kai dejó de mirar la pantalla bloqueando su celular y dejándolo a su lado —No creo que sea necesario mamá, es una pérdida de tiempo.
Ella lo miró entregándole una rodaja de manzana —Mi bebé, si tú me lo pides, puedo leer la novela y la criticamos juntos —respondió suavemente dejando el cuchillo a un lado.
El castaño comió la fruta que le dio su madre. Todos los días sin faltar su progenitora lo acompañaba gran parte del día, conversando sobre diferentes temas, jugando, leyendo novelas juntos, alimentándolo y haciéndole compañía. Agradecía el esfuerzo de su madre al estar con él. Sin embargo, el pensamiento de ser un gran esfuerzo para ella lo atormentaba todos los días. Ella podía dejarlo solo allí al igual que hizo el resto de su familia. La mayoría de ellos lo acusaba de ser homosexual y que el karma hizo de las suyas. Debido a que lo consideraban como una especie extraña preferían no acercársele, razón por la cual su madre era su única visita.
—El nombre de la novela es roses of death —sonrió ampliamente.
—Prepárate entonces, en cuanto llegue a casa leeré y mañana podremos hablar de ella, manten todos tus argumentos para esta madre —levantándose de su silla acarició los cabellos de su hijo y depositó un beso en su frente.
—Gracias por todo madre, te quiero mucho —expresó mientras la mujer lo ayudaba a acostarse.
—Sabes que yo también, nos vemos mañana —se despidió junto a su última sonrisa para luego marcharse.
Al recostarse miró la ventana a su lado que retrataba el cielo nocturno. Muchas veces fueron los días en los que deseaba morir, una vida sin movilidad y limitada era de todos menos agradable. Le apenaba su pensamiento por su madre a quien tanto amaba y quien se esforzaba por hacerle sonreír hasta en las situaciones más precarias. Así que había decidido darle una oportunidad más a la vida leyendo novelas ficticias con las cual podía imaginar que no se encontraba en su mundo físico sino en el idílico que representaban. Fue entonces que su madre también se interesó por las novelas que leía y las comenzó a leer de igual manera, esto convocaba unas largas charlas de sus repectivas opiniones, lo cual le alegraba.
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¡Me opondré al príncipe heredero! ♔ sookai
RomanceDespués de leer la aclamada novela del momento ''roses of death'' Kai solo podía criticarla. Al público en general le encantó la trama de la novela, la cual consistía en un príncipe heredero loco que obligó a la protagonista dócil e indefensa a casa...