between souls -yuyeon-

II

Yuqi jugaba con el lápiz entre sus dedos como si fuera spinning, dándole vueltas con una habilidad y agilidad bastante buena. Sus ojos centrados en el libro que estaba por terminar, sintiéndose un poco triste porque uno de los personajes estaba dando su último adiós al amor de su vida.

Se sintió extraña incluso con pensar en algo como ello, lo que era encontrar a tu alma gemela luego de pasar tanto tiempo buscándola como para perderla tempranamente. No pudo evitar pensar en lo triste que era una situación como esa.

Estaba tan sumergida en su propia burbuja leyendo que no fue capaz de darse cuenta que una pelinegra se sentaba frente a ella en la misma mesa.

—¿Te gustan los finales infelices? — preguntó haciendo que la rubia inmediatamente elevara su vista un poco sorprendida.

—Me has asustado. — se quejó llevándose una mano al pecho.

—No me has respondido. — se encogió de hombros.

Yuqi la miró ladeando su cabeza.

—¿Crees en las almas gemelas? — Yuqi hablaba en voz baja evitando que su voz molestase a los demás. La pelinegra rió un poco. —. ¿Qué es tan gracioso?

—Las almas gemelas no existen, es probablemente imposible encontrarla. Es como buscar una aguja en un pajar, es una entre diez mil. — Yuqi colocó el marcapáginas para poder cerrar su libro.

—Al menos con una probabilidad entre diez mil personas es suficiente.

—No hablo de personas. — aclaró. —. Hablo de diez mil vidas. —Yuqi frunció su ceño.

—¿A qué te refieres? — preguntó confusa.

—Tal vez no se trata de una persona, se trata de que vives diez mil vidas probablemente tratando de encontrar en una oportunidad de esas conocer a tu alma gemela. — hizo una pausa. —. Es casi imposible conseguirla, así que la sociedad genera un sistema con películas, libros o series en el que puedas notar a más de una persona y hacerte creer que es tu alma gemela. — terminó por explicar.

—Eres muy pesimista. — dijo Yuqi analizando un poco la respuesta de la pelinegra. —. Las probabilidades no solo se basan en números o teorías. Todo puede ser posible.

Ambas se quedaron en completo silencio por un momento, analizando un poco la breve conversación que habían tenido segundos atrás. Yuqi sintió su cabeza volar cuando una pequeña idea cruzó por su cabeza. Se acercó con cuidado a la pelinegra y le dió un pequeño golpe en el brazo aplicando algo de fuerza para que esta pudiera sentirlo. Su acompañante rápidamente llevó su mano a su brazo izquierdo de forma protectora.

—¡Ya! ¿Qué fue eso? — exclamó en voz baja.

—¿Qué probabilidad había de que eso pasara? — elevó una ceja. —. ¿Cómo puedo saberlo? Son cosas propensas a que pasen. — la chica la miró confundida. —. Con esto solo quiero decir que dejes de preocuparte por cálculos y teorías y solo vivas tu vida.

La chica entendió su punto inmediatamente, aún así, sentía que la situación a parte de ser un poco divertida, le estaba dando una lección.

—Puede que tengas razón. — susurró más para ella que para la castaña.

Era bastante normal para la pelinegra buscarle un por qué o una respuesta a todo, pero ahí estaba Yuqi recordándole que cualquier cosa podría ser posible aún sin tener una respuesta y un por qué, dónde solo eran situaciones ocasionales que la vida ponía en tu camino para dejarte una pequeña lección.

Solo llevaban un par de minutos de interacción y descubrió que le gustaba la compañía de la rubia, tal vez debiéndose a que era como un golpe de realidad, como un ancla a la tierra, haciéndola sentir cómoda con su sentido del humor. Era una persona muy social y fácil de tratar.

—Song Yuqi. — dijo extendiéndole la mano, la cuál la otra aceptó con una pequeña sonrisa.

—Jeon Soyeon. — Yuqi asintió también con una pequeña sonrisa.

—Espero que algún día tengas el placer de pensar en que existen las almas gemelas.

Soyeon no lo dijo, pero sabía que aquella conexión que había tenido con la rubia pudiese influir un poco en su forma de pensar.