Capítulo Doce

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3 de Septiembre, 1880.

"¡SeulGi está en la cárcel!''

Fueron 5 palabras que me tensaron por completo y me hicieron enfadar, entristecer y sentir inútil. ¿Por qué fue a parar en la cárcel? Me paro de la silla y por accidente tiro mi libro al lodo, ensuciando mis zapatos. Camino hasta SiWon, que me ve curioso y preocupado.

''Hay que hacer algo.'' Mis palabras confundieron tanto a SeHun, que cuando me miró y abrió su boca, su bigote se movió con sus labios. ''Yo pago la fianza, pero hay que sacarla de ahí.''

''¿Ahora si se preocupa por ella?'' Lo miró furiosa. Obviamente me iba a preocupar por ella después de las cosas que estamos comenzando a pasar.

''Sí, ahora si, joven Oh.'' Mis palabras salieron tan fuerte de mi boca que hasta yo me asusté, y noté que los tres hombres lo hicieron. ''¿Vamos a sacar a SeulGi de la cárcel o se van a quedar parados como estúpidos?''

''Pero-''

''Nada de peros, tenemos que ir.'' Señalo el carro, que tiene un caballo a medio atar, y SiWon va corriendo para cumplir la tarea que le acabo de encargar al tiempo que SeHun y HeeChul me ven sorprendidos. ''¿Qué miran? ¡Andando!''

Mi paso es rápido y entro a la casa para buscar algo de dinero. Entré, dando un portazo, mi mamá hace un gesto de disgusto.

''¡Tus zapatos están sucios!'' Comentario que ignoré, y caminé a mi habitación. Estaba furiosa. Sabía que si SeulGi había ido a la casa de Archer, el debería haber sido el culpable de que ella estuviera tras las rejas, o por lo menos, el debería que entrar en ese círculo de culpabilidad. Por algo relacionado con ese idiota.

Agarré suficiente dinero, bajé, y vi que los tres hombres ya estaban listos. SiWon ya estaba equipando agua, SeHun ya estaba empacando y HeeChul estaba mirando sus zapatos mientras terminaba un cigarrillo. Caminé hasta ellos, subiéndome al lado del hombre con barba, que manejaba.

''Listo.'' Uno asiente y los otros dos suben a la parte de carga, viendo sus zapatos y sosteniendo su rifle. Por lo que tengo entendido, en sus carros de carga debajo del asiento delantero hay un rifle Springfield, que en los lados había dos revolver Colt y debajo del carro había munición para ambas armas, me lo dijo SeulGi un día en el desayuno en caso de que algo pasara y no hay armas a mi alcance.

Información que se supone que solo la banda debe saber, ella me la dijo a mí, y me sentí especial, más especial que cuando Archer me dijo que le gustaba.

Muerdo mis mejillas por dentro, sostengo mi bolso con fuerza y frunzo mi ceño, y SiWon lo nota.

''No esté nerviosa, estoy seguro que no le pasó nada malo.'' Eso hizo que me tensara más, y suspiré. Sólo quería que SeulGi estuviera bien. Mordí mi labio, veía el camino, y luego veía a SeHun y a HeeChul, que estaban platicando animados hasta que volteé a verlos. Seguían enojados conmigo  y ahora yo tuve ese sentimiento de recelo. Ya habían pasado días, semanas de eso y ellos seguían con eso. Fruncí mi ceño de nuevo, y no me fije que habíamos llegado a la ciudad en corto tiempo.

SiWon intentó ayudarme a bajar, pero yo lo hice primero, sin su ayuda, y caminé hasta la estación, viendo al uniformado hacer un papeleo.

''Buenas tardes.'' El hombre con barba descuidada habla, llamando la atención del chico joven, asustándolo. ''Venimos a pagar una fianza por liberación.''

''¿Quién?'' Pregunta sacando un lápiz y mira atento a SiWon, que dice el nombre de mi castaña. ''Ayer se involucró en una pelea, son 15 dólares.'' Los dejo en el escritorio, al contado. El silba, y se escucha el sonido metálico de una reja, y los cuatro volteamos a verla. Tenía su ropa manchada, su ojo morado y su labio ensangrentado.

Yo corrí a ella, y supongo que la abracé. Sus brazos se deslizaron por mis hombros, y me abrazó de vuelta. Sonreí al saber que estaba bien, viva. Subo mi mirada, encontrándome con la sangre ya café, su labio manchado de ella y una leve herida en su labio, junto a su hematoma. Fruncí mi ceño.
''¿Por qué eres tan cabeza hueca?''

''Me metí en una pelea con el joven Cock.'' Sabía. Tenso mi mandíbula al mismo tiempo que me separo de ella y le golpeo el hombro, haciéndola quejar. ''Era por un bien común.''

''¡¿Por qué, boba?!'' Verla tener un gesto triste, y luego suspirar no fue algo bueno para mí. Caminamos al carro, y me subí atrás con ella, viéndola a los ojos.

''El joven Cock le estaba siendo infiel con otra chica, reconocí, Elizabeth.''

''¿Su Elizabeth?''

''¿Por qué nuestra Elizabeth? Era una chica con más clase que todos nosotros, pero con menos de la suya.'' Sonreí. Supongo que ese fue un halago. ''¿Es normal que usted esté sonriendo después de saber que su prometido le era infiel?''

Asentí, y ella me ve con un rostro lleno de confusión. ''Jamás lo amé, SeulGi, si lo llego a odiar, significa que siento algo por el, y yo no sentí ni siento algo por el.'' Su rostro pensativo y después su leve sonrisa.

Relamió sus labios, y luego se acomodó en su asiento, tocando su abdomen.

''Llegando al campamento te curaré, ¿Si?'' Asintió, y luego se volvió a quejar, más sonoro que las anteriores veces. Sonreí. ''Deberé cuidarte con cariño, ¿No?''

Hizo un pequeño puchero, y asintió. Yo reí levemente. Parecía un bebé, una muy grande.

Llegando al campamento hice lo que dije, la cuidé y curé, pero no esperé que tuviera leves moretones en su estómago. Cuando ella me avisó sobre eso, yo me sentí realmente nerviosa. Ver y tocar el abdomen de SeulGi era algo que no había soñado, así que no estaba lista. Sus manos se dirigieron a su camisa, desabrochándola, y cuando vi su morena piel me quedé sin respiración.

La venda que apretaba sus pechos estaba algo sucia, pero eso era algo que ella debería cambiar por dos razones; yo no sé cómo y me moriría de nervios al tocarla. Y lo estoy haciendo ahora. Tragué saliva, y sentí, de verdad, que mi centro ardía, llegando a lo doloroso, al ver su abdomen. Tonificado, marcado. Estaba levemente sucio, tenía varios hematomas, pero se seguía viendo tan bien.

Llevé el filete a un hematoma pequeño, y la escuché gemir. Yo gemí también. Sentía su respiración agitada, sus fugaces miradas a mi rostro y después a mi mano. Yo miré su rostro, su hermoso rostro mientras mis manos tocaban su abdomen, y ella me miró también. Sus ojos viendo fijamente a los míos, y después vi cómo bajaban a mis labios. Entré a una especie de pánico, y mi vista volvió a su abdomen, justo en mis manos, y seguí curándole como si nada.

Acabé, envolví el filete, y después la miré.

''Descansa.''

Y me fui corriendo de ahí sintiendo la calentura por todo mi cuerpo, y ya estaba anocheciendo.

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⏰ Última actualización: 4 days ago ⏰

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